sábado, 9 de enero de 2021

Mena Herrera: Maestro pueblo y poeta

Nos complace publicar en este blog, la reseña de un hombre, un maestro, que hizo de la docencia y la poesía sus dos grandes amores; nacido en Guárico, fue acogido en estos valles de Aragua, donde esparció sus semillas de maestro pueblo contribuyendo a la formación de nuevas generaciones de villacuranos, el maestro y poeta Mena Herrera. Aquí parte de su trauyectoria y el florilegio de sus versos... 

Mena Herrera. Nació en Tucupido, estado Guárico (2 de enero de 1907 – 21 de diciembre 2003). Residió en Villa de Cura. Poeta y docente. Llamado precursor de la educación rural. Ejerció la enseñanza en institutos educativos de Guárico y Aragua. Coautor con Tobías González y Roque Peñalver del poemario Tamanaco. Textos suyos aparecen en la antología Zaetal que reúne a varios poetas de Tucupido. Sus versos son catalogados por los entendidos como una expresión de gran contenido dentro y fuera de la patria.

Instituciones educativas del municipio Zamora llevan el nombre del Maestro Mena Herrera. También fue pilar fundador de la EBN Melicia Nieves de Tejada.

Autobiografía

“Nací en Tucupido, estado Guárico, el 2 de enero de 1907 a la una de la tarde. Para la fecha de mi nacimiento el pueblo era uno de los cinco municipios del Distrito Zaraza, que fue elevado a la categoría de Distrito Ribas el año de 1948. Mis padres fueron Victorio Cabeza y María Herrera Infante. Mi padre fue hombre de letras, desempeñó en su juventud cargos de secretario en varios pueblos de Guárico, Tucupido, El Socorro y Espino. Conoció mucho de leyes y fue secretario del Juzgado de Tucupido. Fundó en éste, su pueblo natal, una escuela primaria particular y se dedicó a la enseñanza durante muchos años de su vida.

“Al tiempo de su muerte, acaecida el 5 de diciembre de 1925, a la edad de 56 años, regentaba su afamada “Escuela Independencia”.  Mi madre fue hija de agricultores y criadores (Ezequiel Herrera Cabeza y Cleotilde Infante). Tenía, como sus progenitores, afición a las labores del campo, por eso hizo que mi padre comprara una finca rural en el caserío Campo Alegre, cinco kilómetros. al sursureste de Tucupido. A esa finca me llevó mi madre a los dos años de edad. A los once años fui inscrito por primera vez como alumno de una escuela que regentaba Rafael Ponce Camacho, quien había tenido como único maestro a mi padre (en esos años mi padre ya no ejercía). Camacho fue un hombre ilustrado y útil. Fue también, como mi padre, conocedor de leyes, maestro de escuela y juez. Murió trágicamente en Villa de Cura, el año 1965, habiendo sido jubilado años antes como Registrador Subalterno del Distrito Mariño del estado Aragua. Con él estudié un año.

“En 1919 ingresé como alumno de la Escuela Federal N° 12 de Tucupido, siendo mi maestro en este instituto don Teófilo Ruiz, educador y músico, natural de Lezama y fallecido de edad avanzada en Altagracia de Orituco. Venero mucho la memoria de este maestro ilustre. Mi tercer maestro fue mi padre, que reanudó sus labores escolares en 1921. Con él, terminé mi educación primaria, sirviéndole a la vez de auxiliar en la alfabetización de los niños. Muerto mi padre, quedó la “Escuela Independencia” en acefalía y los padres y representantes del alumnado quisieron que fuera yo el sucesor en el desempeño del cargo de Preceptor. En 1936 me trasladé a Caracas y conseguí que me nombraran Maestro de la Escuela Primaria y Cívica creada para funcionar en la jurisdicción de San Diego de los Altos del estado Miranda.

“Esta escuela Primaria y Cívica, fue elevada al nivel de Escuela Federal N° 1247 de cuya dirección me separé por motivos ajenos a mi voluntad. En San Diego de los Altos también desempeñé el cargo de juez y maestro de una Escuela Nocturna Municipal hasta 1940. Ese mismo año vine a Villa de cura y logré que el Gobierno del estado Aragua creara la Escuela Primaria Agraria N° 46, que fue después N° 86 y que ahora, elevada a una categoría superior, lleva el nombre de Escuela Cuyagua. Después de trabajar en esta escuela desde el 1° de noviembre de 1940 hasta mayo de 1944, volví a Tucupido y trabajé desde ese mismo año como maestro de la Escuela Estatal N° 3 de Guayabito y Escuela N° 5 de Cera Grande. En 1958 regreso a Villa de Cura y trabajé como maestro de la Estatal N° 125, creada el 1° de octubre de ese año para funcionar en Las Cenizas, hasta el 17 de febrero de 1964, fecha en que se me reemplazó, ocupando el cargo la maestra Rosa Landaeta de Ovalles. Desde esa fecha quedé pensionado.”

 

Acróstico dedicado al maestro Mena Herrera

 

Muchos padres rememoran

Esfuerzo de tu docencia

Nunca de sus mentes borran

Algo digno de conciencia

 

Eres padre, maestro y poeta

Donde urge el necesitado

Urgiendo lección selecta

Con razón de enamorado

Amas tus humildes campos

Denuncias la injusticia

Oras por malos y santos

Reclamando la justicia.

 

Poemas de Mena Herrera

 

Dios

 

En tu sabiduría tan acabada

que, no obstante, encerrar signos profundos,

puede el hombre saber cómo los mundos

surgieron desde el fondo de la nada.

Honda expresión de la palabra hablada;

origen de los términos rotundos;

causa de los efectos sin segundos

bajo la hermosa bóveda azulada.

 

Sabio Señor, mostrándote a ti mismo,

fuiste naturaleza en el abismo

y espíritu y amor de omnipresencia;

 

y a tu excelsa criatura – el hombre día-

en rumbo astral, pusiste como guía

el brillo de tu luz en su conciencia.

 

PALINGENÉSICAS

 

En el año primero de la Era Cristiana

fustigaba el verdugo y el tirano oprimía,

hace ya veinte siglos y se ve todavía

la barbarie imperante de esa fecha lejana

 

¿Habrá cambiado en el mundo la condición humana?

¿habrán roto los jueces su vieja cobardía?

yo lo dudo...y presumo que tal vez hoy en día

haya muchos que formen la caterva tirana.

 

Mientras los hombres tengan el cerebro sin luz

y un corazón que entrañe sentimiento mezquino

y no entiendan a fondo la lección del Calvario,

 

Se verá en cualquier parte enclavada en la cruz,

un Pilato que juzgue, un sangrante Rabino,

una copa de absintio y un soez victimario

 

Maiquetía, 1938

 

Vida aldeana

 

La inspiración de Salomón campea

hecha canción de amor por las hermosas

campiñas, y entre huertas olorosas

nos convida a morar junto a la aldea.

 

Grata mansión en la que psiquis crea

urdiendo los ensueños de las diosas

al influjo de magias portentosas

el ancho panorama de la idea.

 

Suave rumor se siente en las mañanas,

la religiosa voz de las campanas

entona sus endechas matutinas.

 

Y envuelta en un raudal de poesías

la vida aldeana, va fluyendo el día,

sobre la azulidad de las colinas.

 

San Diego de los Altos, 1938.

 

Redacción: Argenis Díaz.

Foto de portada del libro Tamanaco, cortesía Elio Martínez.

 

Maestro mena Herrera (1907 - 2003)

Poemario Tamanaco, coautor Mena Herrera.

1 comentario:

Unknown dijo...

Mi mejor maestro en vida tanto para la familia como para tus estudiantes de diferentes edades como te encantaban que las personas estudiarán alfabetizastes muchas personas gracias abuelo Mena Herrera con ese corazón tan noble por el necesitado