jueves, 30 de agosto de 2018

Demos a la cultura el rango que se merece

Para quienes han seguido de cerca el pulso cultural del municipio Zamora es evidente el atraso en que ha estado la cultura en los últimos años, sobre todo en Villa de Cura. Hay instituciones culturales que debemos recuperar, reactivar o inventar, tales como la banda municipal Rafael Bolívar Coronado, la coral municipal Carlos Bonnet, entre otros. Esto pasa por la construcción de un verdadero complejo cultural, posiblemente bajo el mismo epónimo de la Casa de la Cultura Rafael Bolívar Coronado, más allá de las instalaciones de un antiguo club social.

Villa de Cura necesita un punto de referencia cultural como lo tienen otros pueblos o ciudades de Aragua. Por ejemplo: la Casa de la Cultura Eleazar Casado de San Casimiro, el Ateneo Miguel Ramón Utrera de San Sebastián, la Casa de la Cultura Claudio Castillo de Santa Cruz, el Ateneo de La Victoria, entre otros, que le dan identidad cultural al lugar donde están ubicados. El arraigo proviene del ser y estar de la cultura a través del tiempo. Los proyectos no deben quedar en simples papeles, hay que llevarlos a la práctica. Buscar los recursos, crearlos. Inventar para el porvenir, para la permanencia. No basta con un decreto, una ordenanza. La cultura es revolución, cambio, pero estos no se dan con planes solamente, se dan con ejecuciones concretas en el plano de lo real.

La cultura zamorana ha perdido espacio valioso. Hay que recuperar parques, plazas, casas comunales para la cultura. Algunos villacuranos solo conocen por cultura la más evidente: los Niños Cantores, las danzas Caribai y los Turpiales de Aragua o quizás los más comerciales como las fiestas de joropo central y llanero. La riqueza cultural de Zamora va más allá. Tenemos cerca de veinte agrupaciones de danzas folclóricas o nacionalistas; igual o mayor número de grupos de parranda, asociaciones de artesanos, dulceros, colectivos de escritores, cuatro ateneos (actualmente inactivos), dos teatros estables (con sedes prestadas o alquiladas), una editorial alternativa (que necesita recursos), una escuela de ajedrez, grupos de títeres y marionetas, una compañía de teatro municipal (inactiva) y otros grupos más que buscan donde montar sus obras o ensayar.

Existen otras manifestaciones culturales que se han convertido en empresas o industrias culturales como son la alfarería y la talabartería. Un museo de historia y tradición, una biblioteca pública casi colapsada por la falta de espacio (no virtual sino real).

El punto de referencia concreto debe ser la Casa de la Cultura Rafael Bolívar Coronado con una nueva estructura que le quite el estigma de “club social” o el de “patio trasero del Concejo Municipal” como algunos la llaman. Debe ser la sede conspicua de la Cultura zamorana y no una entelequia creada por decreto, sin ningún perfil sociocultural. 

La Ordenanza de Cultura que crea la Fundación para el Fomento y Divulgación de la Artes y Cultura de Zamora (Fundacuzam), una vez revisada, actualizada y adaptada a la Ley Orgánica de Cultura, puede ser el instrumento jurídico necesario para darle a la cultura zamorana el rango que merece, dado el tema de los recursos para la gestión cultural que no se ha resuelto de manera eficiente, y la Casa de la Cultura Rafael Bolívar Coronado la estructura que sirva de clara referencia, concreta y real de nuestra identidad cultural villacurana y zamorana.

[Artículo actualizado, edición 2018]

Argenis Díaz /agosto, 2018.


Casa de la Cultura Rafael Bolívar Coronado. Foto: archivo.



domingo, 5 de agosto de 2018

Crónica de la ordenanza de cultura del municipio Zamora del estado Aragua

El 24 de enero de 2001, la Comisión de Cultura de la Cámara Municipal invitó a una reunión del sector cultural de todo el municipio Zamora. Unas 30 agrupaciones fueron invitadas; asistieron 30 personas. En dicha reunión fue presentado el anteproyecto de la ordenanza de cultura. Cada área debía conformar mesas de trabajo para discutir el proyecto y presentar sugerencias.

El 28 de marzo se convocó a una plenaria para recoger las propuestas y se nombró una Comisión Redactora, la cual quedó conformada por Johnny Hernández Calvo, Ana Belén Aular, Angélica Llovera y Argenis Díaz. 

El 3 de abril se reunió la Comisión Redactora para darle forma definitiva al anteproyecto de ordenanza.

El 27 se abril, a las 3:40 pm, fue presentado el anteproyecto a la Cámara Municipal por tres de los miembros de la mencionada comisión redactora. La propuesta consignada incluyó: Fundamentos del proyecto, la ordenanza en materia artístico-cultural y anexos (actas de reunión, lista de agrupaciones e individualidades del sector y 559 firmas en apoyo a la propuesta).

El 20 de noviembre de 2001, La Cámara Municipal de Zamora aprobó en forma unánime la Ordenanza que crea la Fundación para el Fomento y Divulgación de las Artes y la Cultura de Zamora (Fundacuzam). Sin embargo, nunca fue promulgada por el alcalde Stefano Mangione.

En varias oportunidades se solicitó por vía oral y escrita la promulgación de la ordenanza sin que hubiera respuesta por parte del Ejecutivo municipal. Por ejemplo: TRES cartas de fechas: 4 de abril de 2002; 03 de febrero de 2004 y 9 de septiembre de 2006, respectivamente, cada una con firmas anexas de decenas de cultores, docentes y otras personas, fueron consignadas en el despacho del alcalde; cada una de ellas sin respuesta. 

Dos oradores, en ocasión de la celebración de la fundación de Villa de Cura (Pablo Cabrera e Ingrid Chicote, respectivamente) solicitaron la promulgación de la ordenanza de Fundacuzam, pero todo fue en vano. Hasta una crónica de este hecho fue publicada por la revista Expresión de Villa de Cura en diciembre de 2004. No hubo manera de que el alcalde promulgara la ordenanza. Fue muy evidente que nunca hubo voluntad política para aplicar la ordenanza y los cultores nos quedamos pasmados ante tal indiferencia y el desprecio hacia este sector, que sólo reclamaba su derecho a un trato justo por parte del Gobierno Municipal.

Como se dijo acertadamente en una de las cartas enviadas al Ejecutivo municipal: quedó “desasistido el sector cultural de una política cultural coherente, de una estructura acorde con los nuevos tiempos y de los recursos que con justicia deben asignarse  a los proyectos artísticos culturales que demanda el desarrollo material y espiritual del Municipio Zamora (…)”.

Del 2006 pasamos a 2008 (siete años de haber sido aprobada la ordenanza de cultura, todavía sin promulgar ni ejecutar). El 22 de octubre se realizó en la Cancha de Las Mercedes de Villa de Cura el Primer Encuentro del Poder Cultural Comunitario. El registro indica que asistieron 55 participantes, entre cultores, promotores y activadores culturales. Entre las políticas adoptadas en el encuentro estaba “la aprobación de ordenanzas municipales de cultura en el Municipio Zamora”, incluso la “Elección del Director de Cultura por parte del sector cultura del municipio”. La invitación al evento llevaba la firma del director general del Gabinete de Cultura de Aragua José Vicente Sierra.

El jueves 4 de diciembre de 2008 (a las 3:20 pm) fueron consignadas en el despacho del alcalde Aldo Lovera y en la Secretaría del Concejo Municipal de Zamora sendas cartas en la que se anexaron varias propuestas en materia cultural que incluían la reforma de la ordenanza de cultura aprobada en el año 2001. Otra de las propuestas fue la reactivación del Fondo Editorial Rafael Bolívar Coronado. 
Había la voluntad de proponer, mientras quienes se rasgan las vestiduras por la cultura zamorana no han dado un paso al frente para reclamar públicamente por una política cultural que nos haga salir de la oscura ignominia. Había que seguir en el intento.

El 31 de enero de 2009 en horas de la mañana se llevó a cabo una reunión con más de 40 cultores, promotores y activadores culturales del municipio Zamora, en la Casa de la Cultura Rafael Bolívar Coronado, la cual fue convocada por la Fundación Villa Literaria y contó con la presencia de Williams Hernández, a la sazón director de cultura del municipio Ribas del estado Aragua, quien explicó las ventajas para la cultura local de disponer de instrumentos jurídicos que dieran piso a una política cultural del Municipio. Los presentes acordaron en dar todo su apoyo a una reforma de la ordenanza aprobada en el 2001, incluyendo la designación del director de cultura por parte del alcalde a partir de una terna de personas elegidas de entre el colectivo cultural del municipio. 

Se convocó a otra reunión el 7 de marzo de 2009, pero sólo asistieron doce personas y se decidió reformular la ordenanza según lo acordado en la convocatoria anterior.

Por su parte, la Comisión de Cultura del Concejo Municipal, presidida por el concejal Alejandro Barrios, convocó para una reunión con artesanos y grupos culturales del municipio Zamora, la cual se realizó el martes 11 de marzo de 2009, en horas de la mañana, en el Salón de Sesiones Capitán Juan de Dios Agraz del palacio municipal de Villa de Cura. De nuevo, el tema de la ordenanza acaparó la atención de decenas de cultores presentes y se recogieron firmas para presentar un proyecto de reforma de la ordenanza aprobada en el año 2001. 

Así se hizo y la propuesta fue consignada en la Secretaría de Cámara el 11 de marzo de 2009, a las 9:40 am.

La misma Comisión de Cultura convocó a una nueva reunión que se llevó a cabo el martes 28 de abril de 2009, en el mismo salón de sesiones para recoger otras propuestas por escrito “para posible modificación de la ordenanza que rige la cultura”. Con poca ambigüedad, no fueron muchas las proposiciones hechas por los presentes para mejorar lo que se había presentado con anterioridad. Parecía inminente la aprobación del ansiado instrumento jurídico para dar forma coherente y piso sólido a los proyectos culturales del municipio; así como impulsar la verdadera participación de todos los cultores en la ejecución de esos proyectos.

Por fin la ordenanza fue presentada a la Cámara Municipal por la Comisión de Cultura el miércoles 13 de mayo de 2009 pasadas las diez de la mañana. Estuvieron presentes los concejales Pablo Paradas, presidente, Alejandro Barrios, José Méndez, Henry Olivo, Pedro Bolívar, Alida Rodríguez y Saúl Silva; ausentes: Pura Sarramera y Yanina Roye.  Como tenía que ser, el concejal Alejandro Barrios solicitó aprobación de la propuesta ordenanza en segunda discusión, pero algunos ediles objetaron porque no se había leído la ordenanza y acordaron hacer eso el viernes 15 de mayo a puerta cerrada. No sabemos qué ocurrió, pero la ordenanza de cultura todavía espera por aprobación y promulgación. 

Los cultores también esperan que la voluntad política emerja tanto del Ejecutivo como de los concejales del municipio. La cenicienta espera que la zapatilla se amolde a la situación perentoria que mantiene agonizante la política cultural zamorana, cuando el reloj marca cerca de las doce campanadas…

Y así llegamos al 2018…

Texto: Argenis Díaz.

Fotos: Tomadas del Facebook de José Meléndez.


Cultores en asamblea.
Casa de la Cultura Rafael Bolívar Coronado. 2018.

Cultores y cultoras de Zamora-Aragua. 2018.



miércoles, 1 de agosto de 2018

El Crítico de Zamora

Desde los días del quincenario El Quijote hasta El Vigía, también quincenario, ha habido en Villa de Cura órganos informativos comunitarios o alternativos. Ahora quiero hablarles de otro intento por hacer periodismo alternativo e independiente en el municipio Zamora. Se trata de El Crítico una hoja periodística, órgano de denuncia que, según sus creadores y diseñadores – con pocos recursos como siempre- surgió para enfrentar el binomio integrado por un “poder económico representado por un empresariado explotador, sin ética e indiferente ante la miseria humana y que vive a la sombra y protección de un estado ineficaz” y “una clase política inculta, corrupta y clientelar” y, por otro lado, “para apoyar la denuncia y la lucha popular”.

El lema de El Crítico era: "No hay mejor arma que la artillería del pensamiento y mayor fuerza que la de los pueblos".

El Crítico circuló en Villa de Cura entre agosto de 1993 y agosto de 1994, bajo la coordinación de Alfredo Barrios, un zapatero y luchador social de tendencia política de izquierda. Con una visión bastante crítica sobre la gestión del alcalde Luis A. Herrera y de la situación social, económica y de los servicios públicos en el municipio Zamora del estado Aragua. Algo circunstancial del momento.

Situaciones como el problema del agua, los excesivos cobros de la empresa Hidrocentro al comercio local, la inseguridad, los precios de los alimentos, la proliferación del dengue como problema de salud y el aumento abusivo y brusco del pasaje a 20 bolívares por parte de las líneas de transporte locales.

De eso hace 24 años…

Problemas muy parecidos a los actuales, cuando el deterioro del transporte y los aumentos de pasaje son arbitrarios y no consensuados; los precios de los alimentos y servicios son exorbitantes, la carencia de efectivo; los crímenes y la inseguridad preocupan a las comunidades del municipio, además de la hiperinflación y la constante devaluación del bolívar… 24 años después.

El Crítico (1993-1994)

En esta hoja periodística (El Crítico) había un equipo editorial y de colaboradores villacuranos con gran preocupación por los problemas sociales del pueblo zamorano. Entre ellos: Alfredo Barrios, coordinación general; colaboradores: Ángel Tirado, Mauricio Escobar, Alfredo Corniel (fotografía), Fernando Olivo (diagramador), y otros colaboradores eventuales como Leopoldo Guevara, Fermín Sarmiento, F.H. Herrera, Jorge Rodríguez y Antonio Cabanillas.

De este “periódico” solo conservo tres ediciones: septiembre y noviembre de 1993 y agosto de 1994. Por supuesto, los exiguos recursos económicos del equipo editorial y el poco o nulo apoyo de los comercios locales impidieron que esta iniciativa se prolongara en el tiempo.

Texto y reproducción de imágenes: Argenis Díaz.



El Crítico, órgano informativo. 1994

El Crítico. Villa de Cura 1993.


Directorio de El Crítico. Villa de Cura 1994.