domingo, 28 de junio de 2020

José Sánchez Arévalo: cronista literario de San Francisco de Asís

José Agustín Sánchez Arévalo. Investigador, Cronista literario y ensayista venezolano, nació en San Francisco de Asís, municipio Zamora del estado Aragua, el 19 de junio 1949. Licenciado en Educación Mención Desarrollo Cultural. Se ha desempeñado como cronista literario de la población de San Francisco de Asís por más de 30 años, dando información a estudiantes desde los niveles básicos hasta posgrados y doctorados. También se ha destacado como animador y promotor sociocultural y deportivo, cuentacuentos. Fundador del Ateneo de San Francisco de Asís y cofundador de la revista Garabato.

Como articulista y ensayista ha publicado en la prensa regional y nacional, incluyendo crónicas, leyendas, notas, críticas literarias y poemas. 
 
Ha recibido varios reconocimientos, entre otros: IV Premio Nacional del Libro de Venezuela 2006 organizado por el Centro Nacional del Libro (CENAL). Libro de Crónica, Premio Especial, Mención Honorifica: San Francisco de Asís. Vitral de Memorias. Caracas (2007); Premio Crónica en el Certamen Mayor de Las Artes y Las Letras promovido por el Viceministerio de la Cultura, y el Consejo Nacional de La Cultura (CONAC) a través de la Dirección Sectorial de Literatura y La Casa Nacional de Las Letras Andrés Bello, con el libro: San Francisco de Asís, Vitral de Memorias. Caracas (2004); Premio Nacional de Literatura Oral, promovido por La Casa Nacional de Las Letras Andrés Bello en el Segundo Concurso Nacional de Literatura Oral “Antonio José Torrealba”, con el libro: De Guaremal a Garabato, Caracas (2004); Mención Honorifica en el Premio de Ensayo Augusto Padrón, correspondiente a la Bienal Literaria Nacional Miguel Ramón Utrera, organizado por Coordinación de Literatura de la Secretaría de Cultura del estado Aragua, con el libro: La Casa Una Historia Sagrada Creación del Mundo como Toponimia del Alma (inédito). Maracay, Aragua (2003).
 
Ha publicado los libros San Francisco de Asís, vitral de memorias (2006) y De Guaremal a Garabato (2005), este último, Premio Único en el segundo Concurso de Literatura Oral Antonio José Torrealba,  organizado por la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello, editorial Anauco Ediciones C. A. 
 
 Cinco libros esperan su publicación: Casas Hilo Infinito (crónica-ensayo); La casa una Historia Sagrada Creación del Mundo Como Toponimia del Alma (ensayo); Dimanancias nocturnas (prosa crónica poética); San Francisco de Asís Encuentro con su Memoria (crónica histórica); Metaforismos (pensamientos). En preparación una Antología Poética sobre el poeta San Francisco de Asís. Ensayo sobre la oralidad y experiencias directas de la Misión Milagro.
 
 
Texto: Argenis Díaz
Foto editada de Facebook.

José Sánchez Arévalo, cronista de San Francisco de Asís.
Aragua. 2014.








sábado, 27 de junio de 2020

Discurso de orden pronunciado por Laurentzi Santos en el Día del Periodista


** Sesión solemne del Concejo Municipal de Zamora con motivo del Día del Periodista. Villa de Cura, 28 de junio de 2002.

En ocasión del Día de Periodista, nos place publicar en este blog parte del discurso pronunciado por el poeta y periodista Laurentzi Santos (1943-2009), de origen mirandino, para ese momento residenciado en Villa de Cura y ligado al oficio de reportero en el estado Aragua…

Señoras y señores

Hoy, los caminos se unen en el tiempo, en el lenguaje de los vientos de historia y libertades, en la función de comunicarse, en los altares del pensamiento, que es donde surge el poder de la palabra […]

Hoy atrapo un momento especial, para saludar la presencia en nuestra Villa de San Luis, de voceros surgidos del esfuerzo de este pueblo, como son por ejemplo, la revista Expresión, que acertadamente edita mi amigo de siempre, Chencho Adames, y es una de las más ilustradas del país, bajo la dirección del reconocido historiador y periodista, Oldman Botello, igual que el vocero El Vigía, de mi otro amigo José Seijas, y el diario HOY, de mi otro compañero de viaje por los difíciles caminos del periodismo escrito, como es Frank Lozano.
Igualmente saludos y felicito a mis colegas de los diarios El Siglo, El Clarín, El Aragüeño, El Impreso, La Antena, del Guárico, y por supuesto El Periodiquito, donde me honro en trabajar en una nueva etapa.

El mes de junio, también mes del artista nacional, y las celebraciones consagradas a los periodista, mis compañeros de la comunicación social, la redacción radial, la imprenta, la entrevista, momentos estelares que se unen en torno de lo más fresco y bello de nuestro devenir por la tarea de informar.

Ayer fue el Día del Periodista. Día de ese hombre o esa mujer, quienes a través del tiempo han cumplido la honrosa función de informar a la colectividad, todo cuanto acontece en el mundo. Es el periodista esforzado y mal recompensado, pero de frente con su bandera de lucha y sobre huellas del Correo del Orinoco y la palabra de Bolívar periodista: “una imprenta es tan útil como los pertrechos. La prensa es la artillería del pensamiento”.

La celebración del Día del Periodista y el nacimiento del Correo del Orinoco, tienen una misma relación, porque fue en conmemoración a la histórica fecha que se instituyó este reconocimiento. Precisamente, el 27 de junio de 1818 salía a la luz pública el primer número del Correo del Orinoco. […]

El verdadero periodista, ese de la libreta y el lápiz, lamentablemente ha ido desapareciendo ante los avances tecnológicos que tienden a convertir al comunicador, en simple transcriptor de lo que vacía el entrevistado y recoge el grabador […] no debemos ser periodistas robotizados.

Es triste observar que ya no se maneje el famoso tubazo, ni el periodista investiga por otros medios para que al día siguiente, todos los medios expresen un contenido que más bien parece un “cuñero”. Igual ocurre en la televisión, donde los avances noticiosos, insípidos por demás, son transmitidos en forma de cuñas con el mismo texto y la misma imagen […]
Es verdaderamente denigrante, por otro lado, el que un periodista, faltando a todos los principios éticos, manipule la información para su beneficio personal o de un grupo determinado. Debemos ser justos y rectos en nuestra profesión.

Lo más importante, estimada concurrencia, es que la lucha de los periodistas ha sido y es vertical, porque nosotros somos pueblo, venimos de las entrañas mismas del pueblo, y ello nos produce una profunda satisfacción, y hasta un compromiso tácito de luchar por lograr o alcanzar sus reivindicaciones más sentidas.

Hoy, nuestra cita va dedicada a los colegas periodistas de Venezuela, en especial a todos los de la región central, con motivo de ser el 27 de junio, el reconocimiento nacional a los hijos del Correo del Orinoco.

Somos los periodistas, aun contra los embates de fuerzas mezquinas y poderosas, quienes estamos complacidos de llevar ante ustedes las noticias veraces, sin cortapisas. Somos los periodistas los forjadores de la palabra y los defensores de la patria y su sentir democrático. Ya lo dijo uno de nuestros profesores, Pedro Beroes: el escritor, antes, tiene que ser periodista por ley esencial […]

Es encomiable la labor del periodista: abnegada y muchas veces sublime, traicionada y a veces mal pagada, marginado actualmente en todos los actos sociales y expuesto al severo calor del sol o el agua de lluvia, porque nunca hay ni un toldo, ni un asiento para que los comunicadores sociales desempeñen su labor. Al menos así lo hemos observado.

El periodista es un guía intelectual, cuyos desvelos están resguardados por la ética, y sobre todo, la vocación de servicio que es su bandera de lucha.

Los periodistas debemos ser los principales defensores de los postulados del Libertador Simón Bolívar y jamás dejar que seamos manipulados por la corrupción, la apetencia política y el narcotráfico que cada día se infiltra más en las sociedades, y hasta poderosas roscas económicas, quien sabe con qué oscuros e inconfesables propósitos […]
[…] señores, vamos a estrecharnos las manos y a pensar más en Venezuela. Vamos a continuar marcando las huellas del vocero del Libertador. La tecnología está a la orden del día, por medio de Internet y el correo electrónico, pero no olvidemos la pluma, y la investigación constante. […]

Es hermoso recordar aquel periodismo combativo y eficaz y el buscar la noticia a diario. Y hay que exclamar, qué tiempos aquellos, cuando por ejemplo, Heinsten Castillo, acomodó a los santos y puso a Jesucristo en el medio y tomó la primera fotografía de la Última Cena, ni cuando Sobeida González tomó la gráfica con una Polaroid en el debut de Celia Cruz, en Pasapoga, en Caracas, o Eladio Torres le daba clases a José Girlando, o Miguel Blanco entrevisto a Cipriano Castro, antes de salir enfermo del país, y así por el estilo.

Todo esto forma parte del tiempo del ayer, pero no olvidemos nuestras raíces, vamos a aferrarnos más a la lucha. El periodista no debe ser visto como una amenaza pública, sino como un reivindicador, un defensor de los más altos preceptos democráticos. La luz abrirá más espacios y la siembra dará buenos frutos, en una Venezuela posible.
GRACIAS.

Laurentzi Santos, poeta y periodista (1943-2009)

Antonio Cabanillas Yépez: cronista oficial de Villa de Cura

Nació el 27 de junio de 1954 en Punta Arenas, estado Monagas. Político, docente en la materia de Geografía, articulista y Cronista Oficial de Villa de Cura y diputado, además de ser un incansable luchador social. Villacurano por adopción.

Desde temprana edad se radicó en Caracas, donde hizo la Primaria en la Escuela Parroquial San José y la Secundaria en el liceo J. M. Núñez. Es profesor de Ciencias Sociales, egresado de la Upel, con Magister en Educación Mención Geografía. Tiene una Tesis con Mención Honorífica y Publicación, la cual está relacionada con la dinámica espacial de Villa de Cura.

Ha sido docente de aula en la Escuela Básica Arístides Rojas, subdirector de la Escuela Teresa Carreño y luego director interino de esa institución (1999-2008); director de Desarrollo Social de la Alcaldía de Zamora; profesor de Posgrado en la universidad Rómulo Gallegos, estado Guárico (2002-2003-2004-2010). Es Cronista Oficial de Villa de Cura desde el año 2006.

Ha sido militante de izquierda desde las décadas del 70 y 80, asesor sindical de grupos de base, trabajador social y asesor en diversas actividades comunitarias, educativas, cooperativas y consejos comunales. Asimismo, fue delegado sindical magisterial entre 1984-1989; presidente de la liga de beisbol menor Criollitos de Venezuela (1989-1991) en Villa de Cura; activista de la Constituyente Educativa en 1999, coordinador de las redes socioculturales del municipio Zamora entre 2002-2004, enlace con la Zona Educativa del estado Aragua ante el Municipio Zamora (2005-2007); miembro del Comando Ayacucho, durante el referendo de 2004; miembro de la comisión presidencial del Municipio Zamora para el registro de Consejos Comunales en representación de la Zona Educativa de Aragua; precandidato a la alcaldía de Zamora en las elecciones internas del PSUV (2008); presidente del Banco Comunal Carmen II Villa de Cura (2006-2009), donde se ejecutaron cinco proyectos comunitarios ; coordinador del destacamento propulsor de la Comuna Valles de Tucutunemo y miembro de la Secretaría para el Fortalecimiento del Poder Popular. 

A partir de 2009, articulista en la prensa local y regional: quincenario El Vigía de Villa de Cura, revista Expresión de Villa de Cura; diarios El Siglo,  El Aragüeño, Hoy Diario del Sur y La Antena (Guárico). También ha sido propulsor de la Ordenanza de Patrimonio del Municipio Zamora. Es diputado del Consejo Legislativo del Estado Bolivariano de Aragua (CLEBA).

Texto: Argenis Díaz.
Foto de Facebook

Referencia
Efemérides del Estado Aragua. Adalberto Pérez Ramírez. 2012

Antonio Cabanillas Yépez, Cronista de Villa de Cura.


martes, 23 de junio de 2020

Salvador Rodríguez y su arpa sonora


“Hablar del maestro Salvador Rodríguez es hablar de la historia del Joropo Central. Con el talento nato de los grandes artistas encontró el lenguaje necesario para hacer de la música central un campo eternamente abierto”. Así se expresó el poeta Pedro Ruiz del legendario arpista, en su maravillosa obra La Memoria de Aragua, volumen II.

Salvador Rodríguez nació en Belén, estado Carabobo, el 24 de junio de 1920. A los cinco años sus padres Lino Rodríguez Ceballos y Juana María Rodríguez se trasladaron al Pao de Zárate y desde entonces hizo suya la tierra aragüeña que ha sido la receptora de sus creaciones musicales. Su hijo Magín es un destacado bailador de joropo e investigador del folclor nacional, también su hija Rosita es bailadora de las buenas.

Durante su vida, Salvador Rodríguez grabó un centenar de temas tanto en LP como en discos de 45 y 78 revoluciones, muchas de las cuales grabó junto a Quintín Duarte. Con este famoso cantador fue invitado a tocar en la toma de posesión de Rómulo Gallegos en el Nuevo Circo de Caracas en 1948. Viajo por varios países de América llevando el arte aragüeño.

Respecto a su instrumento, el arpa, señaló que “el arpa debe tener tiple sonoro, es una tradición usar cuerdas de acero en el arpa aragüeña. Debe ser sonora en los bajos y si es de cedro es mucho mejor”.

Al arpisto (arpista) lo rodearon artistas y cantadores de la talla del ya mencionado Quintín Duarte, Pedro Matos, Pedro Pablo Romero “El Chirulí de Aragua”, Emilio Mejías, Silvino Armas, Sandalio Hernández “El Canario de Aragua” y Margarito Aristiguieta, entre otros.
Dijo en la entrevista con el poeta Pedro Ruiz: “A mí me gustaría que se hicieran escuela para enseñar a querer nuestro arte, que aprendan a querer su escuela, que el bailador mejore, el cantador pronuncie bien… Yo desearía que saliera una nueva generación de intérpretes y colaboraría con ellos. ¿Por qué no crear en La Villa, que ha sido lugar de encuentro de muchos artistas, en Centro donde se estudie y se difunda lo que hacemos?”

Rememorando un poco su infancia, expresó: “De niño yo veía tocar al ciego Saturno Linero, allá en el Pao de Zárate, acompañado siempre de su cantador Laureano Mogollón. Fue viéndolo tocar que empecé a pulsar las cuerdas del arpa”. A los 14 años tocó su primera fiesta con Mogollón. Eso fue el martes 26 de agosto de 1936, según recuerda. En el año 37 llega a Villa de Cura y empieza a participar en las fiestas que se montaban en el barrio Las Mercedes, donde acompañó a los cantadores Silvino Díaz, Teodoro Rivero y Quintín Duarte, quien lo llevó a Maracay a la emisora La Voz de Aragua, en 1938. El programa se llamaba Florencio y Quintín. Florencio Morales, un excelente arpista villacurano de aquellos años, dejó el programa que pasó a llamarse Quintín y Salvador con su Arpa. Con Quintín hizo un recorrido por varios escenarios del centro y de la capital, hasta que él muere el 2 de mayo de 1955.

Se puede decir, junto a Germán Fleitas Núñez, que “aprendió su arte de los grandes arpistos de su tiempo: “El Mocho Julián” del Pao de Zarate, Laureano Mogollón, Pedro Sarmiento (Piringa), “El Ciego” Saturno, Alberto Bejarano “Urica”, Emilio Mosquera, Eulogio Pérez, El Maestro Macario, Florencio Morales y Pedro Matos”. La Flores fue la primera pieza que grabó con Quintín Duarte. No tenía letra, “ahora la tiene, se la hice yo”. Después la grabó con Pablo Romero “El Chirulí de Aragua”
.
El 26 de septiembre de 1986, el Concejo Municipal del antiguo Municipio Ricaurte del estado Aragua realizó una sesión solemne con motivo de “las Bodas de Oro” (50 años) de vida artística del gran arpista don Salvador Rodríguez, donde fungió como orador el Cronista de La Victoria Germán Fleitas Núñez, quien en la conclusión de su disertación declamó una glosa al maestro Salvador Rodríguez.

La música central tiene sus raíces en el siglo XVIII, pero según muchos cantadores, ha sido enriquecida por la creación de Salvador Rodríguez. A esta expresión musical común en los estados Miranda, Carabobo y Aragua, todos los intérpretes concordaron en llamarla Joropo Central. A Salvador se debe la interpretación del pasaje de manera estilizada, ese el llamado estilo aragüeño. Con la fama de ser un salvador de la música central junto a otras leyendas del joropo, como Margarito Aristiguieta, abrió los caminos a esta música primigenia de Aragua, como dice en parte la letra de Las Flores, que él compuso:

El tiempo con su mudanza
viste los campos de flores
Nos vuelven las esperanzas
 y reviven los amores.

Salvador Rodríguez murió el 25 de mayo de 1992, poco tiempo después de haberse publicado el libro de Pedro Ruiz, La Memoria de Aragua.

Texto: Argenis Díaz
Fotos reproducidas de La Memoria de Aragua. Pedro Ruiz.

Glosa de Germán Fleitas Núñez dedicada a Salvador Rodríguez (1986)

LLEGÓ SALVADOR CON SU ARPA
Y SE ABREN COMO UNA FLOR
LA MARACA CON SU TRINO
Y EL ARPA DE SALVADOR

I
A la plaza pueblerina
ornada para la fiesta
por la aragüeña floresta
baja un arpa campesina.
Una brisa serpentina
bajo la celeste carpa
escolta al sol cuando zarpa
en crepuscular derroche
y antes de llegar la noche
LLEGÓ SALVADOR CON SU ARPA.

II
Le quita el floreado traje
y al estrecharla en sus brazos,
“Mariselas” y Yaguasos”
se enredan en el “cuerdaje”.
En el fragor del pasaje,
cuando “llama” al cantador,
las manos de Salvador
sobre una inmensa guitarra,
se cierran como una garra
Y SE ABRE COMO UNA FLOR.

III
Sus dedos son manantial,
cauce y desembocaduras,
de un río de aguas puras
que es el cantar nacional;
profundo y elemental,
hondo y llano, recio y fino,
que el baile campesino
“para” el arpa y “calla” el buche,
para que solo se escuche
La MARACA CON SU TRINO.

IV
Aragua, que el sol decora,
del añil y del almíbar;
Aragua de los Bolívar
del “Joropo” y de “La Llora”;
hoy, cuando en festiva hora,
yo le canto a tu cantor,
a ti también, con amor,
quisiera Aragua cantarte
con la voz de Quintín Duarte
Y EL ARPA DE Salvador.

  
SE FUE SALVADOR CON SU ARPA

(Con motivo de la muerte del gran arpisto aragüeño en 1992)
De Margarito Aristiguieta.

 I
Se fue Salvador con su arpa
se fue para el más allá
Quintín Duarte y “Chirulí”
lo mandaron a llamar
con el “Canario de Aragua”
y también  Villamizar
porque tenían una fiesta
Salvador iba a tocar
había un  joropo en el cielo
de la música central.

II
En esa fiesta rumbosa
que tenía el Dios divino
faltó don Fulgencio Aquino
con su arpa majestuosa
“Chirulí” cantó una glosa
y Quintín  lo tatareaba
mientras Salvador tocaba
el golpe e´ la refaloza.

III
Llegó Florencio Morales
maestro de  Salvador
ahí tocó con sabor
el golpe  e´Los Turupiales
“El Canario” en sus cabales
dijo: “voy a cantá ahorita”
y con palabras bonitas
Quintín  hizo este clamor:
¡Toca  el arpa Salvador
anda, toca la burrita!

IV
Tocó a don Melquiades Aquino
el hermano de Fulgencia
quien tocó con sentimiento
varios golpes mirandinos
Villamizar  con su tino
cantó el golpe de Florinda
San Pedro la hamaca guinda
y dijo con maravilla:
“así es  que se canta ahora, Villa
Canta  ahora Aragua linda.


 Referencias

La memoria de Aragua. Volumen II. Encuentro con el maestro Salvador Rodríguez. Pedro Ruiz. Impreso en Editorial Miranda. Villa de Cura. 1992.
                                                                                                                             
Palabras al viento. Llegó Salvador con su arpa (discurso de orden). Germán Fleitas Núñez. Biblioteca de Autores y Temas Aragüeños. 1995.

Salvador Rodríguez, arpista de Joropo Central (1920-1992)

Dos leyendas del Joropo Central Margarito y Salvador.

La Memoria de Aragua de Pedro Ruiz. 1992.

sábado, 20 de junio de 2020

Julio Páez: poeta y periodista victoriano


Julio Páez, nacido en La Victoria, el 20 de junio de 1924. Docente, periodista, poeta, humorista y dramaturgo. Como docente, dio clases en la escuela Carlos Reyes de La Victoria. Fue fundador del periódico El Victoriano y redactor de una publicación semanal de corte humorístico titulada El Gallo Pelón, de la cual pasó posteriormente a ser director. También fundó el grupo teatral Candilejas (1964), integrado por excelente actores y actrices como Ivonne Ladera, Enzo Cervino y Fanny Morillo, entre otros. Para la radio, produjo El Show de Julio Páez en la Voz de La Victoria, programa retransmitido en Cagua y Maracay.

Se destacó en poesía satírica y humorística, entre las cuales sobresalen Flauta de Bambú y Llano de Payaso, ambas de 1960; Flauta de Humo en 1961; Historia de un muchacho ejemplar, Bandolín Loco, Otra vez, Se murió el hombre del pueblo y Crimen de Noche Buena.

De Julio Páez escribió el poeta Miguel Ramón Utrera, en su Poesía de Aragua: “se encuentran ubicados sus poemas en un clima de plácidas añoranzas, inspiradas en temas de la vida lugareña, por lo cual cabe pensar que el poeta asimiló para su producción el cálido sentimiento nativista de antecesores inmediatos, haciéndolo evolucionar sin dañar su prístina virtualidad”. También expresó que tuvo igual dominio del verso libre, así como de las formas académicas.
Julio Páez falleció del 21 de julio de 1976.

En su poema “Cuando yo muera”, dice en una de sus estrofas:

Que no me llore nadie.

Que en las tertulias de la Plaza Ribas

nadie comente lo que ya sabía.

que estaba terriblemente loco

como todos los poetas del mundo.


Declarado Hijo Ilustre de La Victoria

En el 2016, el 21 de julio, con ocasión de cumplirse 40 años de la muerte del poeta, la Cámara Edilicia del Municipio José Félix Ribas celebró una sesión especial en la cual fue declararlo Hijo Ilustre de La Victoria y Patrimonio Cultural del Municipio José Félix Ribas, en reconocimiento al aporte realizado en pro del engrandecimiento cultural de su ciudad natal. El orador de orden, Simón Henrique López, destacó la trayectoria de “el Poeta de la Otra banda”. Además, se solicitó la creación de la condecoración “Orden Julio Páez”, la cual servirá para reconocer y estimular la labor de los diferentes trabajadores culturales del municipio José Félix Ribas. Aunado a esto, el grupo teatral que lleva su nombre fue también elevado como Patrimonio Cultural, mostrando su agradecimiento a los concejales la directora de la agrupación, licenciada Ivonne Ladera. Por último, en el marco de este homenaje, los días 23 y 24 de julio, la Casa de la Cultura de La Victoria presentó la obra Simplicio, del poeta Julio Páez.

Texto: Argenis Díaz

Referencias

Poesía de Aragua. Miguel Ramón Utrera. Edición de 1992. Secretaría de Cultura de Aragua.
Efemérides del Estado Aragua. Adalberto Pérez Ramírez. Editorial Horizonte C. A. 2012

Julio Páez (1924-1976)


Retrato del poeta Julio Páez (1924-1976).


martes, 16 de junio de 2020

Emiliana: de lo ingenuo a lo sublime

Por: Pablo Cabrera.

En los campos de La Morrocoya, sitios aledaños a San Juan de los Morros y San Sebastián de los Reyes, una inquieta niña entre la soledad del paisaje y al compás de los trinos de las aves silvestres, con una sonrisa tierna y angelical, a escondidas de su familia, recolectaba un determinado tipo de tierra con el que procesaba un barro y elaboraba con el mismo algunas pequeñas figuras. Aquellas figuras tenían las más variadas formas y ella la obsequiaba a los demás niños. Muy rápidamente se hizo popular la pequeña Emiliana entre sus diminutos amigos, quienes siempre le exigían alguna que otra figura y luego la mostraban llena de curiosidad a sus padres; estos al tener conocimiento de esta novedad, expresaban sus felicitaciones con comentarios muy positivos a los progenitores de Emiliana, a quienes no les quedó más recurso que aceptar las inclinaciones artísticas de la niña.

Elaborando estas figuras de4 barro y sus propias muñecas de trapo, la pequeña niña fue desarrollando sus inquietudes hasta hacerse mujer y convertir se en esposa y madre. Ella es Emiliana Gutiérrez Flores de Nadal y nació en Belén, estado Carabobo. Hija de don Felipe Ramón Gutiérrez y de doña Clara Evangelista Flores de Gutiérrez. Siendo muy niña sus padres se trasladaron a los campos de La Morrocoya, donde pasó gran parte de su infancia y comenzó a dar sus primeros pasos como artista ingenua. Contrajo matrimonio con el conocido comerciante don Juan Nadal, de cuya unión procrearon siete hijos: Juan Ramón, Luis Raúl, Carmen Luisa, Felipe Antonio, Hilda Tibisay, José Ramón y Judith Coromoto Nadal Gutiérrez. “Lo que se viene a la mente, un rostro, una figura. Cuanta virgen me imaginaba la hacía en figuras de barro que luego regalaba a los demás niños”. Así nos lo confirmó ella misma y agrega: “mis padres no veían con buenos ojos esas inclinaciones mías, pero ante mi perseverancia por las mismas no le quedó más remedio que apoyarme”.

En el año 1977 comenzó a tallar la madera y un cierto tipo de piedras blancas, plasmando con su arte figuras célebres como las de Jesús, Bolívar, Juan Pablo II y otros. Así mismo, ejerce el arte de la muñequería en una forma prolífica, elabora muñecas de trapo y ella misma confecciona el traje apropiado a cada figura.

El Barbero, El Campesino, La Cocinera, La Lavandera, El Pregonero, El Borrachito, Los Peregrinos, Los Bailadores, Los Novios, Los Músicos, Etc., son algunas de las principales figuras populares y costumbristas que han sido producidas por el arte de esta gran mujer. De igual manera, podemos observar en una sala que se hace pequeña y que tiene en la sana paz de su hogar en la avenida El Cementerio de esta localidad, numerosos muñecos, rostros, trompos, perinolas, arpas, guitarras, maracas, pilones, cucharillas de palo, hamacas, zarandas y muchísimas cosas más, así como numerosos santos y vírgenes.

Esta gran artista ingenua, ha hecho muchas exposiciones, una de las cuales la hizo en la Estación La Hoyada del Metro de Caracas. Está reconocida como una de las artistas populares ingenuas del país y figura en varios textos importantes editados en lujosa encuadernación, cuyos títulos son: “Por un Cielo de Barros y Maderas”, de Mariano Díaz. “Hecho a Mano”, de Juan Calzadilla, “El Alma entre los dedos”, de Mariano Díaz y en varis números de la revista “Nosotros”, que edita el doctor Alberto Quiroz Corradi. En estos textos se recogen piezas artísticas, vivencias, fotografías y comentarios de los artistas ingenuos o primitivos y artesanos populares. Hay allí tallas de todas partes de este país, de cada rincón de la Venezuela ingenua y creadora. Allí aparecen en forma destacada nuestra Emiliana de Nadal con el producto sublime de sus momentos de inspiración.

Como dato curioso podemos destacar que Emiliana también escribe versos y aprendió a leer después de alcanzar la madurez, observando a sus hijos cuando hacían las tareas escolares. Era hermana del desaparecido folclorista y compositor criollo,  José María Gutiérrez, autor de la conocida pieza “La Perdiz”, que ha sido grabada por algunos cantantes populares, entre otros: Salvador González y María Teresa Chacín.

Hablar con Emiliana es como desintoxicarse de este mundo materialista y sumergirse en un manantial de sueños, de sencillez y de sublimidad. Es como volver a la infancia e irse correteando detrás de una mariposa o perderse por un largo sendero saboreando un mango de bocado, Una vez alguien dijo que no puede haber valor estético sin contenido humano y que las creaciones artísticas y culturales hay que valorarlas en función de lo que aporte al hombre, y Emiliana cultiva lo social por encima de lo estético y su obra es un canto hacia el bienestar y hacia la felicidad del género humano, y para afianzar este concepto, ella misma, cuando ya nos despedíamos, nos pidió que hagamos llegar hasta las nuevas generaciones el siguiente mensaje: “Uno no puede vivir como muerto sino desarrollar sueños e inquietudes. Esa es la única forma en que podemos proyectarnos más allá de nuestra existencia”.

 

Publicado en El Vigía de Villa de Cura, en marzo de 1988. Página 13.

Fotos 1. El Vigía; 2. Museo Inocencio Utrera.

Emiliana de Nadal. 1988.


Emiliana de Nadal. Foto: Museo Inocencio Utrera.


viernes, 12 de junio de 2020

Héctor Cabrera Bande: Recordar es vivir

En marzo de 2008 fue publicado un trabajo de investigación relacionado con la llamada Casa del Santo o Casa de Boves, impreso en los talleres de reproducción de los Niños Cantores de Villa de Cura, estado Aragua, Venezuela, con la presentación y firma de Héctor José Cabrera Bande. La obra se titula Recordar es Vivir, y recoge, de manera un tanto formal, una breve crónica de la tradición religiosa de mayor impacto en Villa de Cura y todo el municipio Zamora, incluso, se podría decir del estado Aragua.

La historia de la Casa del Santo o Casa de Boves está íntimamente ligada a su corolario: la imagen de Cristo yacente y la procesión que de ella se desprende en la celebración de la Semana Santa de la Cristiandad. Villa de Cura entra en el cuadro por ser depositaria de estas reliquias que revisten importancia para la feligresía católica local y creyentes que vienen de diferentes regiones del país.

Héctor Cabrera, como es llamado a secas por sus paisanos, es un cronista oral, popular, y la publicación del folleto en cuestión es apenas su primer intento escritural como un legado de lo que ha sido gran parte de su vida cultural y espiritual, como veremos a continuación.

Así lo expresa en su preámbulo a lo que él mismo llama “trabajo”. “Recordar es vivir” – explica – “recoge pasajes de lo que fue y que no podemos olvidar: la vieja Villa de Cura; donde se recopila una parte muy importante de ella, la fe y la creencia que viene a ser la esencia misma de este bello pueblo”. Luego argumenta que al hablar del Santo o la Casa del Santo “esta sobreentendido que nos estamos refiriendo a la talla de madera que representa al cuerpo yacente de nuestro Señor Jesucristo”.

Sobre el autor de Recordar es vivir

Héctor José Cabrera Bande, nace en Villa de Cura, el 6 de diciembre de 1928, en la calle Dr. Urdaneta N° 2 y luego residió en la casa N° 51 de la calle Comercio. Este año 2020, está próximo a cumplir 92 años de edad. Por supuesto, a esa edad la salud se deteriora y sobresalen las dolencias del cuerpo. Lo hallamos actualmente en el Asilo Santo Domingo, ubicado en la calle Miranda de Villa de Cura, al este, frente a la conocida Placita de Lourdes. Se trata de un albergue para personas de mayor edad, donde reciben atención, alimento y alojamiento. Apenas le llega el susurro de nuestras palabras, comienza a evocar sucesos de La Villa de ayer, anécdotas y vivencias. Recuerda que en el año 36 conoció a  Juan de Dios Agraz, El Corneta del Libertador, “cuando iba de buscar melaza a Macuaya”. Su pensamiento salta y dice que aquí, en Villa de Cura, se jugó mucho beisbol; y rememora a los equipos Campo Elías y el San Luis Rey.

Su relación con la Casa del Santo Sepulcro lo remonta al año 42 y desde 1973, como director de procesión y presidente de la sociedad de cargadores de la imagen. En marzo de 2005, el alcalde Stefano Mangione y el Consejo Municipal de Zamora le imponen, junto a otros coterráneos, la Orden Santo Sepulcro de Villa de Cura por su trayectoria religiosa y ciudadana. Recordamos siempre a Héctor Cabrera apoyando las actividades culturales locales, como a la Casa de la Cultura Rafael Bolívar Coronado, el Museo Inocencio Utrera y Biblioteca Ezequiel Zamora, donde entre otras actividades participó en junio del 2014 en el Conversatorio sobra la vida y obra de Rafael Bolívar Coronado, por cierto, junto a los poeta Argenis Díaz, César Acosta y el cronista de Villa de Cura, Antonio Cabanillas, entre otras personalidades.

Hablando de Alma Llanera afirma que esta zarzuela nació en Santa Rosa del Sur y que su suegra Fulgencia Aguirre, prácticamente “fue la partera del Alma Llanera”. Fue allí, donde, a la luz de una lámpara, Rafael Bolívar Coronado escribió la obra y el joropo que hoy es considerado por el pueblo como el segundo himno nacional de Venezuela.

Su historia también lo lleva a la talabartería villacurana; menciona que hubo tres negocios de talabartería originalmente en Villa de Cura: el primero de Juancho Cabrera, luego los de Antonio Rivas y Francisco Pérez Rodríguez. Como se sabe, estos productos talabarteros adquirieron por su calidad fama nacional e internacional, con impulso adicional de hombres como Reinaldo Silvera e hijos.

 Héctor Cabrera se casó dos veces. Del primer matrimonio, tuvo varios hijos e hijas: Josefina, María Teresa, Héctor, Juan José, Yolanda y Nicauly: del segundo, son: Antonio José, Leonardo José (fallecido) y Ailen Cabrera.

Con respecto a la imagen del Santo Sepulcro, cuya procesión ocurre los viernes santos, la historia tiene sus bemoles. Cuenta Héctor Cabrera Bande, que a este pueblo aragüeño venía la imagen del Nazareno que está en Achaguas, en el estado Apure, pero en el puerto de La Guaira, en el desembarco de la nave que traía las imágenes desde España, se equivocaron y mandaron al Santo Sepulcro para La Villa. Otra versión –poco creíble por su anacronismo- ubica la llegada de la imagen a Villa de Cura en el siglo XVI; luego de que un galeón español naufragó en las costas de Ocumare de la Costa, cuando era transportada al Perú. Al parecer, el capitán Antonio de Bolívar y Rojas, Justicia Mayor de los Valles de Aragua, ordenó que la imagen fuera trasladada hasta el ingenio de Bolívar, en San Mateo, pero por destino de la Divina Providencia, los indígenas confundieron el camino y fueron a dar a Villa de Cura.

Versiones más cercanas sostienen que la imagen data del siglo XVII y que fue encargada por el fundador de La Villa. Pero también se estima que fue en el siglo XVIII, año 1785, cuando llegó a la Villa de San Luis de Cura y que su origen no es español sino venezolano, trabajada en los valles de Aragua por el artesano español Domingo Gutiérrez.

Según cálculos conservadores la figura mide 1,65 metros y con todas sus luces, flores y medallas, pesa más de 1500 kilos y en su traslado en procesión intervienen más de 80 cargadores, que lo hacen para cumplir promesas.

“Sea cual sea la fecha (de llegada de la imagen), – escribe Cabrera en su obra – la figura de madera que refleja el cuerpo de Jesús fallecido, desde su llegada se encuentra en la llamada Casa del Santo o Casa de Boves, donde el Coronel José Tomás Boves se curó las heridas recibidas en la batalla de La Victoria y quien es recordado con resentimiento por decapitar al menos a dos mil hombres en La Puerta, tiñendo de sangre el río Guárico”.

La Casa del Santo o Casa de Boves fue declarada Monumento Histórico Nacional en el año de 1972, según Gaceta Oficial N° 29.812 del 24 de mayo de ese mismo año, resolución reproducida en el folleto de  Héctor Cabrera. Además, reseña que en el año 1985, la figura o talla de madera fue profanada por unos delincuentes que robaron sus numerosas medallas de oro y plata. En este hecho sacrílego, mutilaron la imagen, le quebraron un pie y los dedos de la mano. Luego, la imagen fue restaurada en un cuidadoso trabajo que duró cerca de un año. El restaurador fue el profesor y artista Jacobo Ascensi.

Del folleto Recordar es Vivir se publicaron 500 ejemplares y fueron pocos los afortunados que hoy lo conocen en Villa de Cura. En extenso, como dijimos, se trata de un trabajo de investigación con planteamiento del problema, objetivos, justificación e importancia, explicación y comprensión de la historia; arte, tipos de arte, lenguaje e importancia del arte; Villa de Cura, límites y características del centro poblado. Patrimonio Cultural. Santo Sepulcro. Bases legales. Y como información adicional también anexa listas de cargadores, difuntos y activos, de la imagen. Por último, anexa fotos del archivo personal de Héctor Cabrera relativas a esta tradición villacurana.

Durante la conversación que tuvimos con él, varias veces repitió pensativo, con la mirada más allá de las paredes del Asilo Santo Domingo: “Recordar es vivir”. Y nosotros agregamos una frase muy común: para comprender el presente y el futuro, debemos conocer el pasado.

 Texto: Argenis Díaz/ Junio de 2020.

Referencia

Recordar es vivir. Héctor J. Cabrera Bande. Imprenta Niños Cantores de Villa de Cura. Marzo, 2008.

https://cronica.uno/la-paz-para-venezuela-el-milagro-que-piden-al-santo-sepulcro-de-villa-de-cura/

https://www.facebook.com/notes/villa-literaria-zamora/el-pueblo-de-villa-de-cura-reivindica-la-memoria-de-rafael-bol%

Héctor Cabrera, en conversatorio sobre Rafael Bolívar Coronado.
Foto: Anny Pereira. 2014

Héctor José Cabrera Bande, cronista popular. 2008.


Folleto publicado por Héctor Cabrera. 2008.