COLEGIO “SAN LUIS DE CURA”. APUNTES PARA LA HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN VILLA DE CURA. Johnny H. Calvo.

 (6 de enero 2021)

El presente esfuerzo de investigación, acaso abordado con parvedad, en manera ninguna pretende alcanzar el rango de obra acabada, —noción descabellada en el recinto de la historia científica—, mas sí contribuir con el conocimiento de aspectos carentes de trabajos de corte histórico local.

[Adviértese que en las citas textuales de los documentos testigo que avalan esta pesquisa decidimos respetar la grafía original de la época]. 

Parte I

(I)

El 14 de agosto de 1843 –corría entonces el gobierno del Gral. Carlos Soublette–, el medio impreso caraqueño EL PROMOTOR, cuya redacción reposaba en manos de Fernando A. Díaz, Pedro Meneses y Aniceto Rivero, sorprendió a sus lectores con la divulgación de un grato acontecimiento que, relacionado con el ámbito educativo, carecía de precedentes en la ciudad de Cura, nombre con el cual hacíase conocer a la sazón este centro poblado.

Así lo hizo conocer el supradicho medio en el primer párrafo de la publicación atinente al asunto: 

“El día 1o. de los corrientes tuvo lugar en la ciudad de Cura la instalación del colegio que bajo la denominación indicada ya se había anunciado. Una numerosa y luzida concurrencia manifestó en este acto todo el entusiasmo que sabian inspirarle todas las ventajas particulares que semejante empresa puede ocasionar á aquel pueblo, si bien bastaran para escitar su entusiasmo. su patriotismo y amor al progreso”.1

Se trató de un “establecimiento de instrucción elemental y secundaria” emergido de la iniciativa particular promovida por hombres emprendedores y capaces, merecedores de la confianza pública, que echaron sobre sus hombros la delicada tarea de cooperar con el progreso cultural de las nuevas generaciones gestadas por aquellos pobladores, isleños en visible proporción, que habíanse tiempo ha asentado en aquel sabanazo con ínfulas de ciudad alfombrado de aperladas espigas y de secular aroma a melado impregnado.”

Calificó el medio la idea de “sumamente feliz” y formuló votos “por su mayor prosperidad y progreso”.

Ponderaron los fundadores de aquel establecimiento educativo exclusivamente para varones, acaso el más antiguo de este tipo del cual se tenga hasta ahora registro en la historia local, la ventajosa posición espacial de Villa de Cura, “punto de unión entre nuestras dilatadas llanuras y los florecientes Valles de Aragua”.

Vino a obrar evidentes beneficios para las clases locales menos pobres, en esencia, tenida cuenta del carácter elitista heredado de la larga tradición colonial. Y decimos “menos pobres” debido a la inexistencia de testimonios cualesquiera que permitan documentar en Villa de Cura familias ricas en lato sentido del término, aun el año en referencia.

Buscó el nuevo centro de enseñanza aliviar los gastos que acarreaba a las familias la educación de sus hijos en las grandes capitales, por una parte; y, por la otra, garantizar a los educandos una formación básica provista de “suficiente desarrollo para entregarse [luego] a estudios más estensos”.

Fue su director fundador don Celestino Martínez Sánchez. Para entonces contaba con 23 años de edad. Nacido en Caracas el 19 de mayo de 1820. Hijo legítimo y de legítimo matrimonio de don Juan José Rafael Martínez Alemán y de doña Isabel María Sánchez Vallenilla.2

Su nombre emerge de la lista de niños que en 1827 cursaba estudios en la “Escuela Bolívar”, sita extramuros de la ciudad de Caracas, atendida por José Vicente Méndez.

En la lista de niños pobres que no pagaban, aparecen los hermanos Zamora Correa: Ezequiel, Antonio José y Gabriel. En el grupo de los que disfrutaban becas o pagaban matrícula, Celestino.3  

Wilfredo Bolívar, cronista de Araure, en excelente y acucioso trabajo publicado bajo el título "El olvidado Celestino Martínez, padre del teatro histórico en Venezuela", con el plausible cometido de rescatar del olvido a tan insigne figura, le rinde en justicia merecido honor con acopio de profusos e invaluables datos. 

Del citado cronista reproducimos de seguidas las siguientes líneas sólo con propósito de aquí pincelarlo:

"Adelantado de las artes plásticas, la fotografía y el teatro venezolanos, Celestino Martínez es para historia cultural en Colombia y Venezuela un puente entre la pintura del siglo XVIII y el fotograbado del siglo XIX. El también autor del dibujo «El llanero domador», que inaugurara la revista El Cojo Ilustrado (1892) se mantiene sin embargo como un ilustre desconocido. Escritor, pintor, dibujante, litógrafo, impresor, fotógrafo y dramaturgo. Celestino Martínez (1820 – 1885) vino a ser en la Venezuela rural del siglo XIX lo que Da Vinci para el Renacimiento italiano. Animado por los adelantos científicos de la época, en Caracas se convirtió en uno de los más fecundos cultores de las bellas artes”.4

Entre los hermanos de don Celestino resaltó el Dr. en derecho Juan José Lorenzo Martínez Sánchez, quien brota en la literatura de corte histórico nacional lisa y llanamente como “Lic. Juan Martínez.5

Ambos, primos en segundo con tercer grado de consanguinidad transversal del comandante de ingenieros, historiador y académico Olegario Meneses Sánchez, esposo de doña María Manuela Martínez Sánchez,6 quien compuso el concejo de guerra que en 1847 condenó al paredón en Villa de Cura al Cnel. José Dionisio Cisneros, acusado de “inobediencia, sedición y expoliación”.7

En lo atinente a don Juan José Lorenzo, tenemos que en 1826 compuso la Asamblea popular que reunida en la iglesia del convento de San Francisco, declaró a Venezuela Estado independiente y federativo el 7 de noviembre del relacionado año.8 En 1837  fungió de secretario del 4º circuito judicial que tuvo de cabecera  al cantón Cura, entonces a cargo del juez Miguel Pereira Montero (pariente de Ezequiel Zamora e hijo legitimo de don Manuel Rafael Pereira y doña Concepción Montero Núñez).9 Fiscal acusador de Zamora en 1847.10 Atildó a finales de 1843 la <<Lista de abogados para jueces de primera instancia>> junto con el villacurano Lic. don Juan Nepomuceno Orta Osío (también consanguíneamente emparentado con el prenombrado Ezequiel) y los doctores Isidro Vicente Osío Pulido, José Julián Osío Pulido (hermanos, parientes enteros de Orta Osío) y el liberal Manuel María Echandía Trías.11 Presidente de la Sociedad Liberal fundada en Villa de Cura el 11 de abril de 1846.12 

 

Parte II

II

El acto inaugural del establecimiento educativo acaeció el 1o. de julio de 1843, auspicioso día de San Aarón, hermano mayor de Moisés.  Sábado pletórico de densa expectación que respirábase por doquier. Ataviadas con sus mejores galas, las familias principales del pueblo acudieron presurosas al solemne acto en medio de las curiosas miradas del pueblo llano.

El discurso de orden a cargo estuvo de don Celestino, quien consciente de la trascendencia de aquellas pujanzas, hinchado de alborozo y con engolada voz, inició así su bien ensayada alocución papeles en mano:            

"Señores.- Por la primera vez aparezco ante el público encargado de la penosa y ardua tarea de educar jóvenes, y aunque grandes son mis temores por la responsabilidad que he contraído con él, sin embargo, desechándolos y haciéndome superior á ellos, espondré en breves palabras los motivos que me han impelido á acometer semejante empresa, mis esperanzas, lo que puedo ofrecer por mis facultades intelectuales, y el apoyo franco y sostenido que espero de los padres de familia, á favor del establecimiento de enseñanza que en utilidad y provecho de estos pueblos se abre hoi".13   

Más adelante, en el marco de la presentación del prospecto, manifestó:  

"Animado por algunos padres de familia, y contando con su cooperación, me he atrevido á acometer esta empresa por cierto delicada; pero será mi mayor esmero procurar no desmentir la confianza con que me han honrado, poniendo toda mi atención en hacer adquirir á los jóvenes, además de una instrucción sólida, modales finos y cultos, maneras propias y decentes, y en fin, todo lo que constituye la verdadera educación".14

 III

La enseñanza giraría en torno a “(…) los idiomas patrios, latino y francés, Cosmografía, Geografía de Venezuela, los primeros elementos de matemáticas, principios de moral y religión, y el dibujo lineal y natural”. 

Contempló “(…) una clase de primeras letras, no sólo para los jóvenes que al entrar al Colegio no hayan recibido esta instrucción, sino para otros que no pertenezcan a él”.

Esto último pareciese poner en aprietos la generalizada idea –más mecánicamente repetida que demostrada–, conforme con la cual no interesaba a las élites la educación del pueblo llano. Sea como fuere, el reto consistiría en persuadir a las familias de estratos económico-sociales bajos para que sustrajeran brazos al proceso de trabajo cotidiano de sus hijos a fin de incorporarlos a la escuela.

Como quien va haciendo cosas pequeñas, pero pensando en grande, adelantó don Celestino el plan de abrir “(…) un curso de Filosofía arreglado al que se da en la Universidad Central, para que los alumnos puedan seguir sin interrupción algunas otras clases mayores. Del mismo modo se aumentarán las de inglés, teneduría de libros, música, &a., para cuyo efecto se buscarán acreditados catedráticos”.

Todo iniciaría con clases de “(…) primeras letras, gramática castellana, ídem latina, ídem francesa, Cosmografía, Geografía de Venezuela, Matemáticas, Dibujo lineal y natural”. Todo bajo régimen de “(…) alumnos internos y esternos”.

Fueron establecidas dos escalas de pensiones:

"La pensión de cada alumno interno será de diez y seis pesos mensuales, que se abonarán por trimestres adelantados: la de los esternos que asistan desde las seis de la mañana hasta las siete de la noche y se alimenten en el establecimiento, doce pesos mensuales anticipados: y los que sólo concurran a las clases, tres pesos por cada una de las que cursen".15  

Los internos debían llevar “(…) consigo la ropa y muebles que contendrá una lista que se dará por separado”. El colegio le proveería “(…) de calzado, luz y ropa limpia, y además les prestará asistencia en las enfermedades leves”. Podían “(…) salir dos veces en cada mes, cuando lo exijan sus padres ó encargados; pero esto dependerá absolutamente de la aplicación y buen comportamiento que tengan aquellos”.

Como era de ya larga tradición, se mantuvo el colegio apegado a modalidad de “(…) exámenes públicos en los días anteriores á la primera fiesta nacional, y privados antes de las vacaciones”.

Dos períodos vacacionales quedaron fijados: “(…) el mes de Agosto, y […] la pascua de Navidad”.

Estatutariamente, se obligó el director a vivir “(…) en el establecimiento con un vicedirector y con las demás personas necesarias para el cuido y vigilancia de los jóvenes”.

Tomaba así cauce aquella idea apegada a la noble tarea de la enseñanza.

Sin embargo, ¿Quiénes fueron los profesores que con sus luces y esfuerzo contribuirían a llevar a buen puerto aquella gran embarcación cargada de luces? Pasemos a ver.

 IV 

Acorde con la detallada información puesta por don Celestino Martínez al cabo de la calle ese día, la lista de asignaturas y sus respectivos regentes es como sigue:

La clase de primeras letras será desempeñada por el que suscribe con la ayuda de una persona aparente:

La de Gramática castellana, por el Sr. Ldo. Juan Martínez.

La primera de Gramática latina por el Sr. Dr, Jaime Bosh.

La segunda de ídem, por el Sr. Dr. Matías González Méndez.

La tercera de ídem, por el Pro. Dr. Martín Tamayo.

La de Gramática francesa por el que suscribe.

La de Cosmografía, por el Sr. Dr. Ignacio Celis.

La de Geografía de Venezuela, por el Sr. Dr. Jaime Bosch.

La de Aritmética razonada, por el Sr. Mariano Rodríguez.

La de Álgebra, por el Sr. Juan José Ponce.

La de Dibujo, por el que suscribe.

Desprende del testimonio precedente que correspondió a don Celestino las clases de primeras letras, Gramática francesa y dibujo, áreas del conocimiento que manejaba con maestría en virtud de su cualidad de “Escritor, pintor, dibujante, litógrafo, impresor, fotógrafo y dramaturgo”.16 A su hermano Juan Martínez, a quien ya hemos abocetado, la cátedra de Gramática castellana.

 

Parte III

 

En la lista de preceptores del Colegio “San Luis de Cura”:

-Dr. en medicina Jaime Bosch Ceballos. 

Su nombre cabal fue en verdad Jaime Ángel Juan Chrisóstomo. Nacido en la parroquia San Pablo el 27 de enero de 1814. Bautizado el 6 de febrero. Lo apadrinó don Ángel Ceballos.17 Hijo legítimo de don Jaime Bosch González y doña Josefa María Paula Ceballos. Casado y velado en Villa de Cura el 14 de enero de 1848 con María de la Trinidad Landa Lanz, hija legítima del prócer (de ascendencia vasca) José Manuel de Landa Rocha y María Merced (o Mercedes) Lanz Ochoa.18 Sepultado en Villa de Cura el 7 de noviembre de 1890 a la edad de 78 años.19 Dejó descendencia.  

- Dr. Matías González Méndez.

Abogado y criador. Hijo legítimo de la señora María González en segundas nupcias con el señor Pedro González.20 Alcalde parroquial de Villa de Cura en 1842.20 Miembro de la Comisión de caminos de la Diputación provincial de Caracas instalada el 1 de noviembre de 1843.21  Sepultado en Villa de Cura, soltero, el 23 de julio de 1857.22 

-Pbro. Dr. Martín Tamayo.

Cura interino a la sazón de la parroquia San Luis de Cura en 1843. De él poco lo sabido, en verdad.

-Dr. Ignacio Celis Ávila.

Abogado y político (tío abuelo paterno del poeta caraqueño Trino Toribio Celis Ríos, tenido erróneamente por nativo de Villa de Cura).  Esposo de doña Paula Sandoval e hijo legítimo y de legítimo matrimonio del barquisimetano, comerciante y terrateniente local don Trinidad Castañeda Celis y doña Rosalía de Ávila Ramírez, oriunda de San Juan de los Morros.

Nacido el 15 de febrero de 1817. Bautizado el 17 de dicho mes. Tuvo por padrino al terrateniente y político don Miguel Mendía.23 Sepultado en Villa de Cura el 11 de marzo de 1885, a los 68 años de edad. Le sobrevivió su esposa.24 Dejó descendencia.

-Sr. Mariano Rodríguez Bello

Caraqueño. Hijo legítimo de José Rodríguez y Dolores Bello.  Casado y velado en Villa de Cura con Millana Rodríguez Guerrero, sobrina del prócer Gral. Francisco Guerrero Hurtado e hija legítima de Pedro Rodríguez Domínguez y de María Josefa Wenseslá Guerrero Hurtado.25  

En 1839 fungía de secretario del cabildo de Villa de Cura.26 El 1840, con el mismo cargo municipal, se desempeñó como preceptor de la escuela pública de la dicha ciudad.27 Sus restos fueron sepultados aquí el 10 de junio de 1844. Falleció a la edad de 42 años.28 Con descendencia.

-Sr. Juan José Ponce.

De él nada hemos podido conocer.

El establecimiento abrió sus puertas el 31 de julio.

¿Durante cuánto tiempo mantuvo abiertas sus puertas el Colegio “San Luis de Cura”?

Es algo que admitimos ignorar hasta ahora.

 

Texto: Johnny Hernández Calvo, historiador villacurano.

 

NOTAS Y REFERENCIAS 

(1) EL PROMOTOR. Caracas, lunes 14 de agosto, Vol. I, Nº 17.  Año 1843. p. 143. (2) Véase HERRERA-VAILLANT, Antonio: La estire de las Rojas. Caracas. B.A.N.H., T. II., 2007. p.p. 403-405. 

(3) Véase RODRÍGUEZ, Adolfo: La llamada del fuego. Vida, pasión y mito de Ezequiel Zamora. Caracas, B.A.N.H., 2005. p.p. 42-43.

(4) Disponible en línea https://iamvenezuela.com/.../el-olvidado-celestino.../   Consultado 01 de enero 2021.

(5) “Nacido en Caracas el 10 de agosto de 1812 y fallecido aquí el 11 de mayo de 1887; obtuvo grado de Licenciado en Derecho en la Universidad de Caracas el 14 de noviembre (de) noviembre d 1838. Contrajo matrimonio en Guigüe (Carabobo) el 17 de febrero de 1843 con doña Florinda González Cerero, natural de Valencia (Carabobo)”. HERRERA-VAILLANT, Antonio: La estire de las Rojas. Caracas. B.A.N.H., 2007. p. 404. 

(6) FamilySearch Venezuela, Catholic Church Records, 1577-1995 Distrito Federal Caracas Arquidiócesis de Caracas Expedientes y dispensas matrimoniales 1841-1843. Img. 2030. 

(7) VILLANUEVA, Laureano. Vida del valiente general Ezequiel Zamora. Caracas, O.C.I. (Oficina Central de Información), 1975. p.p. 174.-175.

(8) Véase. PAÉZ, José Antonio: Autobiografía. Caracas, B.A.N.H. T. II., 1987. p. 545.

(9) FamilySearch Venezuela, Catholic Church Records, 1577-1995 Guárico El Sombrero Inmaculada Concepción Bautismos 1729-1844. Img. 202. 

(10) LANDAETA ROSALES, Manuel: Biografía del valiente ciudadano general Ezequiel Zamora. Caracas, O.C.I. (Oficina Central de Información). 1975. p. 18.

(11)  Véase El Promotor. Caracas, Vol. I, Nº 29, 6 de noviembre de 1843. p. 256. 

(12) Véase RODRÍGUEZ, Adolfo: La llamada del Fuego. Vida, pasión y mito de Ezequiel Zamora. Caracas, A.N.H. (Academia nacional de la Historia) 2005. p. 80.

(13) EL PROMOTOR. Caracas, lunes 14 de agosto, Vol. I, Nº 17.  Año 1843. p. 143.

(14) Íd. Íd. 

(15) Íd. Íd.

(16) Íd. Íd.                               

(17) FamilySearch Venezuela, Catholic Church Records, 1577-1995 Distrito Federal Caracas San Pablo Bautismos 1802-1836. Img. 547. 

(18) FamilySearch Venezuela, Catholic Church Records, 1577-1995 Aragua Villa de Cura San Luis Matrimonios 1719-1906. Img. 1074.

(19) FamilySearch Venezuela, Catholic Church Records, 1577-1995 Aragua Villa de Cura San Luis Defunciones 1864-1936. Img. 536.

(20) Véase A.R.S.M.Z.E.A. Registro de Contratos públicos. Año 1842.  Fs. 4-5.  

(21) Véase A.R.S.M.Z.E.A. (Archivo del Registro Subalterno Municipio Zamora Estado Aragua). Exped. s.i. Año 1842-1843. Fo. 11 y Vto.

(22) FamilySearch Venezuela, Catholic Church Records, 1577-1995 Aragua Villa de Cura San Luis Defunciones 1718-1864. Img. 1599.

(23) FamilySearch Venezuela, Catholic Church Records, 1577-1995 Aragua Villa de Cura San Luis Bautismos 1718-1821. Img. 2058.

(24) FamilySearch Venezuela, Catholic Church Records, 1577-1995 Aragua Villa de Cura San Luis Defunciones 1864-1936. Img. 458.

(25) FamilySearch Venezuela, Catholic Church Records, 1577-1995 Aragua Villa de Cura San Luis Matrimonios 1719-1906. Img. 953.

(26) FamilySearch Venezuela, Catholic Church Records, 1577-1995 Distrito Federal Caracas Arquidiócesis de Caracas Expedientes y dispensas matrimoniales 1835-1837. Img. 1923. 

(27) Véase O.R.S.M.Z.E.A. Protocolo Nº 8. Año económico de 1839 á 1840. Fo. 25.

(28)  FamilySearch Venezuela, Catholic Church Records, 1577-1995  Aragua Villa de Cura San Luis Defunciones 1718-1864. Img. 1280.  

Imágenes: don Celestino Martínez Sánchez, tomadas de la obra "El olvidado Celestino Martínez, padre del teatro histórico en Venezuela", de Wilfredo Bolívar.

 

Celestino Martínez (1820 – 1885)

Celestino Martínez (1820-1885, pintor.

Litografía de Celestino Martínez. 1847.


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