miércoles, 26 de abril de 2017

Jornada de discusión de la Ordenanza de Patrimonio de Zamora

(Villa de Cura. Aragua. Venezuela) El pasado sábado 22 de abril de 2017, en la antesala de la celebración del Día del Libro y el Idioma, se llevó a cabo una jornada de difusión y discusión de la recientemente aprobada "Ordenanza para la protección, salvaguarda, conservación y zonificación del Patrimonio Histórico Cultural, de las Artes y su espacio geográfico en el municipio Zamora del estado Aragua".

Esta jornada se realizó en la Cimarronera, calle principal de Carrizalito, por iniciativa de CAUZA (Compositores y Autores Unidos de Zamora Aragua) y la Asociación Civil Villa Literaria Zamora, representadas por Lucio Seijas y Argenis Díaz, respectivamente.
El programa comenzó a las 10:00 am con palabras de bienvenida a cargo del presidente de CAUZA, Lucio Seijas y el presidente de la Asociación Civil Villa Literaria Zamora, Argenis Díaz, quien explicó el procedimiento a seguir durante la jornada. Seguidamente, el presidente del Concejo Municipal de Zamora, Moisés González, expuso un resumen de la ordenanza, destacando su importancia para el municipio. Luego, se organizaron cuatro mesas de trabajo para analizar el contenido de los 90 artículos de la ordenanza por parte de los presentes. 

Después de un modesto almuerzo, se dio paso a la plenaria donde cada grupo expuso sus conclusiones y recomendaciones para enriquecer la ordenanza de patrimonio, las cuales de harán llegar a la Cámara Municipal para ser revisadas e incluidas en esta ley. Es importante destacar que la mayoría de los presentes vio la necesidad de incluir otros nombres a los personajes patrimoniales que abarca el artículo 46 de la ordenanza.

Cabe señalar que la Ordenanza de Patrimonio quedó aprobada en segunda discusión el pasado viernes 24 de marzo por la mayoría presente de los ediles del Concejo Municipal de Zamora. Ahora se espera la promulgación por parte del alcalde Michael Reyes para su ejecútese.

Con la ordenanza se crean tres organismos para regular el uso del patrimonio tangible e intangible del municipio, como son: la "Fundación para la Conservación del Patrimonio Histórico Cultural y de las Artes del Municipio Zamora del Estado Aragua" (Art. 11); el "Consejo Popular de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural del Municipio Zamora" (Art. 27) y la "Junta Municipal Protectora y Conservadora del Patrimonio Histórico Cultural y Artístico del Municipio Zamora" (Art. 78).

Otro aspecto sin precedente en el municipio Zamora, es el nombramiento de "personajes patrimoniales" (Art. 46), el cual tiene como objeto "dar fortalecimiento a nuestra identidad y gentilicio zamorano". Esta larga lista incluye, escritores, poetas, músicos compositores, bailadores, personajes populares, editores, cronistas, deportistas, artistas plásticos, fotógrafos y otros personajes que han realzado el gentilicio zamorano. También permite especificar y clasificar el patrimonio histórico cultural tangible del municipio.

Por último, el artículo 85 establece que debe darse prioridad a los artistas locales en la realización de eventos y espectáculos en el ámbito del municipio.

Entre los asistentes a esta jornada, además de los directivos de CAUZA, estuvieron entre otros: Mero Sánchez, representante de Ciaca (Círculo de Autores y Compositores de Aragua) en el municipio Zamora, Hildemaro Flores, Francisca Herrera, Paula Montes (docente y poeta), Pablo Cabrera, Liris Miyares, César Acosta, poeta de Magdaleno, Juan Colmenares (folclorista) y Alfredo Sánchez (arpista invidente). 

En el marco de esta jornada se dio inicio a la firma de una solicitud al Gobierno Municipal para que se reactive la Imprenta Municipal y el Fondo Editorial Rafael Bolívar Coronado, una inquietud de los autores y escritores del municipio Zamora.

Texto: Argenis Díaz. Abril, 2017.
Fotos: Franklin Goyo y José Medrano.


Panel: Eliseo Mota, Moisés González, presidente del Concejo Municipal
de Zamora, Lucio Seijas, presidente de CAUZA, Leo Villalonga
 y Argenis Díaz, presidente de Villa Literaria Zamora

Parte del público asistente a la Jornada de Discusión
de la Ordenanza de Patrimonio del municipio Zamora.

Franklin Goyo, Eliseo Mota y Mero Sánchez,
entre otros, en la Mesa-2.

Arcadio Díaz y Francisca Herrera,
entre otros, en la Mesa-1.

Emilio Pérez encabezó la Mesa-4,
entre otros compositores.

Exponiendo los puntos analizados en las mesas.

Lucio Seijas y José Medrano
supervisando las mesas de trabajo.





lunes, 24 de abril de 2017

El combate es por la historia

“Toda ciencia es un conocimiento cierto y evidente”

El título bajo el cual presentamos el presente material, corresponde en términos de concepto a René Descartes (La Haye, Francia, 1596 - Estocolmo, Suecia, 1650), filósofo, matemático y físico francés, reconocido padre del racionalismo.

“Toda ciencia es un conocimiento cierto y evidente”. Es una de las aleccionadoras definiciones desarrollada por Descartes, con profundidad y sencillez, en su obra <>, la cual vio la luz a inicios del Siglo XVII e inauguró la filosofía moderna.

Sin pretender impregnarme del siempre atractivo aroma de la novedad –ya que hablamos deliberadamente de Ciencia-, interesa subrayar que la historia científica (esa que en Venezuela inició en forma visible y con pasos firmes a finales de la segunda década del Siglo XX) trabaja sobre hechos consumados y corroborables (“evidentes”, en voz de Descartes). No así sobre hechos posibles o que pudieron ocurrir. No sobre hechos indemostrables. No en torno a lo dicho por otros y aceptado <>. No sobre hechos emergidos de la imaginación, carentes por tanto de interés y valoración científica. Advierto que milito en la idea de que no debe renunciar la Ciencia a lo que de arte en ella caber pudiera.
Apuntemos que el nombre de Laureano Vallenilla Lanz, alcanza lugar de primer orden entre los clásicos de la historia científica venezolana. Nos referimos estrictamente al fundador de los estudios históricos científicos de nuestro país. “¿Cuál es su aporte en este sentido?”, se pregunta mi finado maestro Federico Brito Figueroa. Así se responde ipso facto al referirse en extenso a uno de ellos:
“Con Laureano Vallenilla Lanz se inicia la investigación del pasado histórico venezolano y no la simple narración y recopilación comunes en Blanco y Azpúrua, Manuel Landaeta Rosales, Juan Vicente González, Rafael María Baralt o Felipe Larrazábal, para mencionar solamente algunos de nuestros grandes románticos o recopiladores. Con Laureano Vallenilla Lanz –termina diciendo Brito con determinación-, se inicia un tratamiento metodológico del material documental y esto con pleno conocimiento de causa”.
Llamativo por elocuente: “(…) se inicia la investigación del pasado histórico venezolano y no la simple narración y recopilación (…)”.

Los aportes generados por la historia científica venezolana desde entonces, resultan insondables, tanto más cuanto haya quienes seamos capaces de valorarlos en su justa significación, sin desapreciar, desde luego, el interés que suscitaron en su tiempo “nuestros grandes románticos recopiladores”.

Sin embargo, esos cambios lejos están de haber sido sincrónicos, ni tienen por qué serlo. Mas, es lo cierto que, todavía hoy, sobre todo en los espacios interioranos más reducidos de nuestra nación, pervive la añeja y errada idea de que en la narración y la recopilación de datos queda resumida en rigor la historia ciencia. Trátase, en mi ver, de una dinámica en cuyo seno lo viejo se niega rabiosamente a desaparecer mientras por nacer pugna lo nuevo.
En ese contexto, poco más poco menos, riela el propósito de celebrar el CCC Aniversario de la fundación de Villa de Cura; vale decir, los 300 años de su fundación ¿O de la ratificación de ésta?).

Con fecha de hoy [23 de abril de 2017], en el encarte del Correo del Orinoco Nº 326, fue difundido el contenido de una entrevista realizada al Prof. Oldman Botello, Ex cronista de Villa de Cura, por el periodista del medio en referencia, Manuel Abrizo. En el sumario se nos dice:
“El próximo 25 de mayo, Villa de Cura cumplirá 300 años, según la fecha que maneja Oldman Botello. Aquiles Nazoa la describió como olorosa a pan fresco y de muchachas encendidas como rosas de montaña. Allí vivieron Boves y Zamora; Chávez la visitaba con frecuencia”.
Citamos a continuación palabras de Botello, según desprende del entrecomillado empleado en el cuerpo de la entrevista:
“En La Villa -aclara Botello- hay algunos que difieren, pero son los habladores que siempre existen en el pueblo. Se va a celebrar el 25 de mayo porque fue la ratificación, luego de la oposición del cura de Cagua, pero ya estaba fundada en 1717 e inclusive en 1718, el 25 de julio, se creó la parroquia eclesiástica y en 1720 ya ostentaba el Cabildo o Ayuntamiento. Esas fechas están claritas”.
Empero, las cosas no lucen estar tan “claritas”, como parece deducir pleno de gozo el cronista de Maracay.

Pasemos a tantear sus formulaciones. Advierto que interesan más éstas -a los fines de equilibrado y fructuoso examen-, que la fuente oral misma de las cuales emergen. La indicación procura evitar incurrir en la posibilidad de que el asunto alcance injustificadas e indeseables connotaciones de naturaleza personal. Y es que, en estas lides, resulta invariablemente provechoso navegar sobre el anchuroso mar de las ideas. Veamos:

1. “Se va a celebrar /la fundación/ el 25 de mayo…”.
Suponemos (sólo suponemos), por el contenido del sumario citado, que se refiere al año próximo 2017.
2. Aquí viene la causa: “(…) porque fue la ratificación /de la fundación/”.
Recapitulemos entonces: “Se va a celebrar el 25 de mayo /de 2017 el tricentenario de la fundación/ porque fue la ratificación”. Ahora la confusión cobra mayores superficies.

¿Qué, en definitiva, se les antoja celebrar? ¿La fundación de la Villa o la ratificación de la fundación de la Villa? ¿No son acaso dos hechos completamente diferentes?
Es sobresabido por innúmero de villacuranos, nativos y de corazón, que la Real Cédula de confirmación, o de “ratificación”, de la fundación de la Villa de Cura fue fechada en Aranjuez el 25 de mayo de 1722. Conque si les apeteciese celebrar los 300 años de la “ratificación” de la fundación, tendrían nuestros antojadizos proponentes que esperar hasta 2022, según permite demostrar la matemática elemental: 2022 – 1722= 300 años.

Si, por el contrario, anhelasen celebrar los 300 años de la fundación, no queda más que demostrar escrupulosa e irrebatiblemente (con documentos en mano e impecable empleo de la argumentativa) cuándo y con cuál hecho quedó en firme fundada Villa de Cura. Aquí no valen desenvolturas de prestigio, lealtades personales, excitados halagos partidarios, intereses crematísticos de grupo ni palabras fundadas en criterio de pretendida autoridad intelectual. No en balde insistimos en recordar con Descartes:
“Toda ciencia es un conocimiento cierto y evidente (…) rechazamos todos los conocimientos que no son más que probables y declaramos que no hay que dar crédito más que a lo que es perfectamente conocido y a aquello de que no se puede dudar”.
Es transitar este sendero uno de los mayores retos impuesto a los estudios históricos de corte científico en el ámbito de la “historia local” o “historia matria”, como la define el historiador González y González. Es desafío que tengo por admitido en el recinto de mi condición de historiador militante desde hace varios años; y, frente a él, nada hay que me intime a renunciar salvo la voluntad de Dios. <>.

Johnny Hernández Calvo (23 de abril 2017)

Fotografía reproducida del suplemento Artillería: 
http://www.correodelorinoco.gob.ve/wp-content/uploads/2017/04/Artiller%C3%ADa-326.pdf


Villa de Cura. Cuna del Alma Llanera. 2017.



domingo, 9 de abril de 2017

Se nos perdió la melodía

A los hermanos Cordero, con afecto.

Nos contaron que el profesor Germán Cordero había fallecido, que por eso los viernes santo la banda sonaba con un ritmo distinto, con otro son.  Y nos dio pesar, ya nos habíamos acostumbrado a él, a sus dedos saltando alegres por entre los pistones de su trompeta, a esa sonrisa bondadosa, amplia, sincera, que se volvía enorme cuando lo oíamos extasiados ejecutar magistralmente el  ‘’Popule Meus’’ y la ‘’Marcha Yone’’.  A  su compás nos olvidábamos de la muchedumbre, del calor, de la contaminación y la rutina.

Aquí en Villa de Cura en la procesión del viernes santo, con la trompeta de Cordero, la cosa era otra: al atravesar la calle real se nos zafaba el alma y sin dudar nos mezclábamos con el repique del redoblante de Arístides González, con el tumbadito ‘’parapapan-pan – parapapan-pan’’, y sentíamos que el tiempo se detendría para siempre, de una vez por todas, que de ahora en adelante no era sino trompeta y música sacra a una, ¡había que ver!

Y con el cuerpo lleno de música acompañábamos al santo sepulcro y a los valientes cargadores, cerrando los ojos, mientras Cordero se lucía con un solo de trompeta que olvídate, nos erizaba la piel y nos hacía sudar adrenalina pura y el, en medio del paroxismo, sumergido del todo en el son, apretaba sus labios en la boquilla.  Y de ahí el ritmo se nos subía a los hombros y a las manos, al mentón y a qué se yo, para acabar sintiendo en lo más profundo del alma estas joyas musicales, todos idos, en pleno afán, con los ojos a medio párpado, completamente sueltos, atragantados de todo el ritmo de la trompeta, de sus bemoles, de esas notas tan especiales y dale, Cordero quieto, en éxtasis, moviendo solo los dedos y nosotros, cada uno por su lado, recargando la memoria, con la mirada fija en el cuerpo yacente de Jesús.

Como bien lo dijo el poeta J.M.: "Es día propicio al llanto: Es Viernes del Sepulcro, Viernes Santo". Por esto no es justo profesor, que hace 20 años hayas partido sin nuestro consentimiento.  Sí, villacuranos, hace casi 20 años se nos perdió la melodía…

Chencho Adames Aponte – Villa de Cura, abril 2017

Foto tomada del blog: http://misanjuandeantano.blogspot.com/



Germán Cordero Padrón

Germán Cordero y su trompeta.