viernes, 14 de junio de 2024

Presentación y bautizo de Tucutunemo “río de aguas espumosas”

 Con la asistencia de más de 50 personas, poetas y amantes de la poesía, amigos y artistas nativos y visitantes, se llevó a cabo el pasado jueves 13 de junio la presentación y bautizo del poemario de la escritora villacurana Kristel Guirado, con el sugestivo título: Tucutunemo “río de aguas espumosas”. Un libro hermoso que destaca una poesía marcada por la memoria y la musicalidad que fluye en sus poemas, circunscrito a una geografía poética y espiritual propia de los valles de Aragua, donde se enclava el valle de Cura y el pueblo-ciudad fundado por el abuelo del Libertador Simón Bolívar, a saber, don Juan de Bolívar Villegas, hace poco más de 300 años: Villa de San Luis de Cura, actualmente conocida sencillamente como Villa de Cura o coloquialmente La Villa. Espacio vital para esta poeta que evoca vivencias de la infancia, la niñez y la juventud ligadas al entorno del rumoroso río de otrora…

El poemario lleva como subtítulo la siguiente anotación: "Pajarillo en dos estaciones" y forma parte de la colección “Yo misma fui mi ruta” del fondo editorial Fundarte, auspiciado por la Alcaldía de Caracas. El prestigio de la autora lo realza de esta manera a través de la calidad poética del contenido. La dedicatoria ya conmueve el corazón: “A Cabito, mi mamá, matriarca de la provincia que somos”.

Explica la autora que el poemario se enmarca en las estaciones de sequía (Estación de humaredas) y lluvia (Paso de crecidas) que suceden en este espacio geográfico que ahora cobra una dimensión poética en estos poemas evocadores.

Hablando de la provincia “ávida de brisa y apariencias”. En la sequía “arde el pasto/ y desde el cañaveral vuelan cenizas/circunda un aire seco/un bochorno con el color cristalino/ de la caliza negra”. Pero con el paso del tiempo ocurre “la aparecida de sus aguas/ bien podría apaciguarnos/ en el tobogán de piedra”. La memoria se agita al evocar a las tías, hermanas y amigas que comparten espacios emotivos que inundan en silencio los ojos y el corazón de la poeta.

Algún día recordamos el “tucutunemo crecido”. Crecido ahora en la poesía de Kristel Guirado.

La poeta regresa a su lar nativo después de cuatro años de transitar otros espacios ajenos a su gentilicio, ocupada en oficios académicos que realzan su formación docente. Aquí, en la biblioteca Ezequiel Zamora, lado a lado con el museo Inocencio Utrera, ocurre el encuentro con amigos y colegas que celebran esta nueva obra de Kristel Guirado, entre lágrimas, risas y pétalos de rosas.

Y no podía faltar la música, el canto, el cuatro y la guitarra para entonar canciones en voces que cautivan los oídos y el alma de los presentes, sensibilizados por la ocasión, la amistad, la empatía y el amor a la cultura. Nos deleitaron: el niño Josués Gerardo Figueroa Peña (así con todas sus letras se presentó) “el águila del folclor” y Gustavo Ceballos, que con su voz de tenor adorna canciones venezolanas y de otras latitudes. También el quitiplás que acompañó a la poesía “negroide” magistralmente recitada por la poeta Elizabeth Romero, gracias a Luis Núñez y compañía.

Así la poesía y la música de nuevo se hermanan en una ocasión que enaltece lo mejor del espíritu humano.

Textos: Argenis Díaz.

Fotos de Eduardo Orta Hernández, Paula Montes y Argenis Díaz.

 

Kristel Guirado Zapata, la poeta y autora.


Bienvenida.

Luis Núñez lee un soneto dedicado a Kristel.

Argenis Díaz leyendo una reseña del poemario.


Rosana Hernández en la presentación.


El tenor Gustavo Ceballos.


Autógrafos de Kristel.


El niño cantante Josués "el águila del folclor.

Paula Montes y Kristel.

Johnny Hernández y Kristel.

Las "comaes" Rosana y Kristel.

El trío de Villa Literaria Zamora.


Nos deleita con su poesía...



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