martes, 29 de junio de 2021

Nueva publicación del poeta Pablo Cabrera

Con el apoyo de la Asociación Civil Villa Literaria Zamora, presidida por Argenis Díaz, y la colaboración del grupo de WhatsApp Amigas(os) de la poesía, administrado por Williams Alberto Hernández, fue presentado el nuevo libro del poeta villacurano Pablo Cabrera, “Entre la aurora y el viento”, una selección de poemas de la producción- hasta ahora inédita - del autor.

El poemario, editado en forma digital, se publicó el pasado domingo 27 de junio de 2021, en horas de la tarde a través de diferentes redes sociales y puede ser descargado en forma gratuita desde el grupo de Facebook A C Villa Literaria Zamora.

Parte de la producción literaria del poeta Pablo Cabrera ha sido publicada en diarios y revistas locales y regionales, tales como el quincenario El Vigía y la revista Expresión de su pueblo natal, Villa de Cura, aunque buena parte de su obra permanece inédita. Tiene en su haber las composiciones “San Francisco de Asís”, primer lugar en el Primer Festival de la Canción Inédita del Centro, 1968 y “Los reyes del coleo”, primer lugar en el III Festival Nacional El Caballo de Oro, 1996.

En 1992 publicó El Canto del Ruiseñor gracias al apoyo del empresario villacurano Reinaldo Silvera. En el año 2012 resultó ganador por el estado Aragua del Certamen de Narrativa de la Gran Explosión Cultural Bicentenaria con el cuento Cecilio Pulgoso.

Entre la aurora y el viento es su segundo poemario, donde, al igual que en el primero destaca una versificación sencilla, transparente, enmarcada dentro de la mejor tradición poética tradicional y siempre con un alto contenido social. Un libro que resulta en un sentido homenaje a diversos personajes que lograron conmover la fibra sensible del poeta; no obstante, expresado en un tono optimista y en un canto a la vida.

Al igual que en El Canto del Ruiseñor, su primer libro, el poeta Cabrera “nos regala en este libro, un canto de esperanza por la poesía que no muere, por un país en que él confía y por un mañana que será mejor, demostrando que el talento, la paciencia y la perseverancia siempre tienen recompensa”, en palabras de Marco Antonio Torrealba, quien prologó ese primer fruto del verso rítmico y sentido del poeta, que hoy vuelve con este título: Entre la aurora y el viento, donde viaja entre líneas, un juglar, un cantor que nos regala su verso, su voz poderosa y su esencia.

“El poeta sin fronteras” traspasó las fronteras de su país gracias al espacio virtual y a los amantes de la poesía.

 Texto: Argenis Díaz.


 Soy un Caminante

 

Soy un caminante enamorado de la aurora

Comparto mi sonrisa con los que se me acercan.

Lo insólito me atrae y me cautiva

y celebro el heroísmo de los derrotados.

Me gusta perseguir los imposibles

llenar de colores los espacios vacíos

sembrar armonía al silencio

infundir aliento a la desesperanza.

 

Quisiera tocar un arco iris

ser como un potro salvaje

golpeando en sabana abierta

y confundirme entre la fronda y el paisaje.

Soy feliz contemplando las estrellas

y caminando bajo la lluvia.

Amo a todas las mujeres.

Me embriaga la música.

Escribo versos.

Algunos dicen que estoy loco.

 

Pablo Cabrera.

De: Entre la aurora y el viento

 

 https://villaliteraria2010.blogspot.com/2011/08/pablo-cabrera-entre-lo-social-y-lo.html

 

Entre la aurora y el viento, poemario de Pablo Cabrera

Poeta Pablo Cabrera. 2016.

 

viernes, 18 de junio de 2021

El libro de Pablo Cabrera

Con motivo de la pronta publicación de un nuevo libro del poeta Pablo Cabrera, hemos querido reproducir este comentario del poeta y columnista Eugenio Carrasquel publicado en el quincenario El Vigía en el año 1993...

J. Eugenio Carrasquel

No se puede hablar del hombre y su obra viva sin examinar a fondo los resultados que los confirman en la historia, a la luz de su tiempo. Se trata en estos momentos de una nueva aurora que aflora y gravita en la dinámica espiritual del hombre, su vida y su obra afirmativas, en respuesta a los imperativos de su época. En efecto, tengo aquí entre mis manos con amable dedicatoria “El Canto del Ruiseñor”, el libro de Pablo Cabrera y mientras lo leo, siento que me sumerjo en las aguas cristalinas de los ríos Tucutunemo y Curita. Realmente, me obsesiona la idea de meterme y pasear meditabundo por los amplios corredores coloniales de la histórica casa de “La Hacienda El Ancón”, adentrarme en el Asentamiento Campesino de El Cortijo y Los Bagres, llegarme a El Ocumo, El Espinal, El Chorro y Caicara. Siento acuciantes deseos de treparme al cerro “El Vigía” en la grata compañía de J. M. Seijas y Ramón Vásquez Montaña, examinar el horizonte desde el ventisquero de su cumbre y las perspectivas ciertas del periodismo de provincia frente a los nuevos tipos. Pasarme un rato largo en “La Alameda” viendo jugar bolas criollas a don Dionisio Infante y don Antonio Quevedo, al “culebrero” con su boa arrollada al cuello voceando las propiedades curativas de “un Ungüento Mágico”, mientras apuro un trago de “Berro” en la Pulpería de don Pacho Espi.

En verdad que leyendo “El Canto del Ruiseñor” me apasionan las ganas de inscribirme en la Escuela de Contabilidad y Cálculos Mercantiles de Ana Belén Aular y disfrutar un mundo de complacencias recitando sus maravillosos versos. Caminar por la Calle Bolívar de La Villa desde El Pozote hasta Los Tanques la antigua posesión “gorrondonera”. Me cautivan vehementes deseos de invitar al profesor Cordero, Esteban Nieves, don Carlos Parra y Juan José Vargas Castillo, hacerle una visita de puro contenido folklórico a doña Reina Lucero en “Palo Negro” y regresar por San Francisco de Asís saludando de paso a Marcelino Sánchez, Pedro María Bolívar y don Vicente Velásquez en el “Bar El Tamarindo”. Regresar por la misma vía y tomar del brazo a Vinicio Jaén Landa, Elías Rodríguez Argüello y José Manuel Morgado, invitarlos a subir conmigo “El Cerro de Los Chivos” y allí en la cima recordar a don Rafael Sosa y don José Miguel Seijas, animadores entusiastas de la cría de bovinos y caprinos en La Villa, cuando expendían el litro de leche a Bs. 0,25.

Al mismo tiempo, cumpliendo un sagrado deber venezolano, quiero acercarme reverente y rendir un homenaje al busto en bronce del General en Jefe José Santiago Mariño, perdido entre la maraña boscosa de espinosos cujíes en el sitio memorable de “La Batalla de Boca Chica” y de regreso hacer un alto en la Casa de Boves o Casa del santo Sepulcro de La Villa.

Pienso que el libro del poeta Pablo Cabrera es apasionante, ameno, emotivo, atractivo, cautivante y de las más pura y esclarecida raigambre popular villacurana, mantenida invariable su vigencia en el almo y el corazón de su pueblo a través del tiempo y de la historia. Contiene altiva y sostenida la dulzura y la exquisitez de los bizcochuelos y los manjares fabricados por las manos insustituibles de doña Carlina Padrón y la belleza impresionante y sugestiva de una pintura de “C.J”, cuya sensibilidad y sentimiento expresivo de las Artes Plásticas lo consagran como uno de los grandes valores artísticos venezolanos nacido en Villa de Cura, que se crece con el tiempo.

Y es que a medida que penetro en honduras la lectura del libro de Pablo Cabrera, siento que mis raíces penetran más profundo en la tierra de los cafetos, los bucares y los samanes aragüeños y entonces, me asaltan los deseos de asir las manos de “La India Hermosa” que engalana uno de los poemas de “El Canto del Ruiseñor”, a Ramón Elías Arocha, Argenis Díaz, Antonio Moreno y a “C. J.”, para que acompañen a escalar la Mole montañosa que configuran las serranías de Cataure, Semen y Cataurón.

Al final de estas remembranzas y motivos de diálogo espiritual con los ríos, el canto mañanero de los pájaros, los sitios que nos recuerdan el ayer, los paisajes y los parques recreativas de nuestra querida Villa, que me sugiere la lectura del libro del poeta Cabrera en sus brillantes páginas, quiero llegar al barrio “Las Tablitas”, visitar “La Peña de Ña Cirila”, recordar a Juana Méndez y darle un apretón de manos a don Reinaldo Silvera, que con su característica hidalguía social ejemplar, patentiza su identidad de genuino villacurano en pro de la industria, el arte, el deporte y la cultura regional, fijar mi resistencia permanente al lado de la casita nativa y disfrutar de la amable vecindad y afinidad espiritual del poeta villacurano Pablo Cabrera, de quien espero desde luego la publicación de otros libros tan interesantes como “El Canto del Ruiseñor”, sin descuidar la siembra activa de amor en el alma y corazón de su pueblo, sus campiñas, sus paisajes y por su puesto sus gentes de extraordinaria calidad y altura fraternal sin duda.

 El Vigía de Villa de Cura, enero de 1993.

 

Poemario de Pablo Cabrera.


miércoles, 19 de mayo de 2021

Con todo éxito se celebró el VIII Encuentro Latinoamericano de Poetas

Con un impacto sin precedente en los espacios virtuales, redes sociales y corazones sensibles, se llevó a feliz término el VIII Encuentro Latinoamericano de Poetas “La Victoria”. Una extensa programación cumplida durante los días 14, 15 y 16 de mayo de 2021 logró captar el interés de centenares de poetas de distintos países, que gracias a medios como las plataformas de Facebook y WhatsApp pudieron interactuar para asistir a talleres, conversatorios, lecturas, presentación de libros, concurso literario y otras actividades en torno a la palabra poética, confirmando el hashtag #NosUneLaPoesía.

Cerca de 1.700 poetas y soñadores de países de Latinoamérica y otras partes del mundo tuvieron que ver de alguna manera con esta octava convocatoria de la palabra poética. Se suman también dos nuevas publicaciones con la serie Forjando el poema: Alquimia del silencio y Voces e-migrantes, palabras que quedan selladas para la eternidad…

¿Cómo llegamos hasta aquí? ¿Qué senderos nos condujeron hasta estos espacios y galaxias virtuales? Hagamos un poco de historia.

El Encuentro Latinoamericano de Poetas llevó en un principio la coletilla “Batalla de La Victoria” y se realizó del 15 al 17 de mayo de 2014, en el marco de la celebración del bicentenario de ese acontecimiento histórico. En aquella oportunidad fue posible el primer acercamiento entre los poetas locales, regionales, nacionales e internacionales, representantes de países como Uruguay, Perú, Cuba y Bolivia.  Más de un centenar de poetas compartimos durante tres días la palabra poética como símbolo de paz y hermandad entre los pueblos de la América Latina y caribeña.  Ello nos impulsó colectivamente a organizar, incluso con pocos recursos, los subsiguientes encuentros hasta llegar al VI Encuentro Latinoamericano de Poetas “La Victoria” ya fuera del contexto del bicentenario, pero con el mismo impulso de colocar muy en alto la palabra poética como sendero de amor y espiritualidad.

Otro logro importante que podemos señalar fue la publicación del libro “II Encuentro Latinoamericano de Poetas Batalla de La Victoria”, presentado al público en enero de 2016, en la Casa de la Cultura de Maracay (Venezuela). Un grupo de 24 de los poetas asistentes al segundo encuentro, realizado en tres municipios del estado Aragua, del 14 al 16 de mayo de 2015, participaron en esa selección poética. Un libro testimonial del encuentro donde confluyen diversas formas y estilos, pero con el deseo de celebrar la palabra que nos une.

Dos cosas más hay que destacar de estos primeros encuentros: La Ruta de la Poesía que, partiendo de Aragua, visitó otros estados del país como Anzoátegui, Barinas, Carabobo y Lara; los Pretexto para Encontrarnos, eventos que permitían fijar los objetivos de planificación y compartir inquietudes. En resumen, de 100 a 180 poetas participantes de unos 14 estados y 6 (seis) países (uno o dos invitados por país), todo ello gracias a la autogestión solidaria, con mínimo apoyo institucional, marcó a estos seis eventos presenciales del 2014 al 2019.

La celebración de VII Encuentro Latinoamericano de Poetas La Victoria, en perspectiva para el 2020, da un giro radical al evento. En vez de frustrar el encuentro de los poetas, la pandemia le dio un salto cuantitativo, como lo llama Williams Alberto Hernández, poeta fundador y primer impulsor de estos eventos. Se sumaron amigos, poetas y soñadores a esta propuesta. El crecimiento fue vertiginoso, de unos 200 seguidores del Encuentro Latinoamericano de Poetas se ha llegado a la cantidad de 1.682 miembros hasta ahora. Con amigos consolidados en 16 países: Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, El Salvador, México, Cuba, Panamá, Costa Rica, pero también de España, Bosnia e Inglaterra, y comentarios de otros amigos de Grecia, Italia y Francia.

En este VIII Encuentro Latinoamericano de Poetas La Victoria hemos tenido interacciones directas de unas 721 personas de varios países. Según cifras de la página de Facebook: Venezuela, 899 interacciones; Colombia, 265; Argentina, 96; España, 77; México, 53; Ecuador, 48; Perú, 47; Estados Unidos, 33; Chile, 25; Cuba, 12 interacciones. Cifras compartidas por el poeta-impulsor Williams Alberto Hernández.

Fueron encuentros presenciales que ratificaron sucesivamente nuestro compromiso por la paz y la vida en aras de conquistar espacios en diferentes ámbitos culturales que permitan la integración de la poesía con la cotidianidad. Conscientes del papel que tiene el poeta en estos tiempos de profundos cambios en la integración también de los pueblos y su identidad cultural. Desde los espacios del hecho creativo hemos construido nuevas formas de comunicar, de encontrarnos, de hacer frente a una realidad que transforma los paradigmas, a los que la humanidad se había habituado.

Hoy llegamos al cierre de nuestro VIII Encuentro latinoamericano de poetas La Victoria, agradeciendo al Universo, al Creador, a nuestros poetas: universo y galaxias de la creación poética, su siempre solidaridad con la palabra y con la otredad. De Latinoamericano, al parecer, nos hacemos toda una geografía terráquea, a decir de uno de los tantos poetas participantes: “una geografía poética”. Ahora, poetas de todas las latitudes, a hilvanar los sueños comunes rumbo al IX Encuentro, 2022.

 #NosUneLaPoesía

Texto: José Argenis Díaz.

Algunos organizadores y colaboradores del VIII Encuentro Latinoamericano de Poetas La Victoria. 2021.