jueves, 13 de agosto de 2020

Luis Fragachán: quimera y poesía

De Luis E. Fragachán, o simplemente Luis Fragachán, tenemos poca información. Algunos dicen que era villacurano, y otros, que era caraqueño. El testimonio de Oscar Carrasquel nos lleva a que en realidad el poeta Fragachán era oriundo de Puerto Cabellos y viajaba con frecuencia a Villa de Cura. Además del poeta José Manuel Morgado y Carrasquel, fue conocido también de Juan Bautista Alayón, a quien le debo la tenencia del poemario “Llamaradas”. También debe haber viajado a Caracas, donde conoció a otros músicos y compositores como Manuel Briceño y Lorenzo Herrera, que quizás era su contemporáneo. Herrera nació en caracas el 2 de agosto de 1896 y falleció el 21 de enero de 1960, pero adquirió fama internacional como cantante y compositor. En cambio, el nombre de Luis Fragachán sobrevivió gracias al merengue El norte es una quimera.

Se sabe que Fragachán viajó a Nueva York; duró muy poco tiempo en esa ciudad, pero le dio el motivo para escribir su famosa canción “El Norte es una quimera”, de grata recordación y que ha sido interpretada por excelentes músicos como Cecilia Todd, Simón Díaz y grupos como Los Cañoneros y Serenata Guayanesa, entre otros.

Se cuenta que muchos venezolanos estaban emigrando a Nueva York afectados por las dificultades económicas que aquejaban el país. Sin embargo, tenían que ganarse la vida, haciendo labores sencillas como de lavado, planchado, costura, entre otros oficios. Así se defendió Lorenzo Herrera con su familia lejos de su hogar, en 1924, a sus 28 años.

Cuando Lorenzo Herrera decidió probar suerte fuera de su país, “ya se encontraban allí personajes que serían sus futuros colegas, entre ellos, Manuel Briceño y Luis Fragachán, quien pronto regresó desilusionado y escribió la guasa-protesta El Norte es una Quimera, que se puso de moda en 1928”. Pero Lorenzo Herrera, con su pasión por conocer e interpretar la música de Venezuela, empezó tocando en pequeños restaurantes donde cobraba apenas propinas, e iba componiendo canciones que posteriormente fueron exitosas y lo convertirían en el primer cantautor de Venezuela y máximo exponente del criollismo urbano. Al fallecer Juan Vicente Gómez (1935), empezaron a regresar los artistas que estaban en el exterior, y entre ellos, Lorenzo Herrera, quien volvió cantando boleros.

Lo cierto es que Luis Fragachán fue compositor, guitarrista y poeta. En su poemario Prosa y Poesía, José Manuel Morgado le dedica un soneto y lo llama “camarada”. En este poema hay referencia de dos libros que publicaría Fragachán: Retumbo y Llamaradas, que ya hemos mencionado. He aquí el poema de Morgado:

Fragachán

A Teobaldo Parra, Pedro Ezequiel González, Antonio Moreno e Inocencio Barrios.

Fragachán, el poeta y camarada

que con sus huesos abonó la tierra…

maldecidor del malo y de la guerra

con su Retumbo y Llamaradas.

 

Fragachán de la noche y de la nada

su añoranza de pronto se me aferra

al llegar como brisa de la sierra

que baja a perfumar la madrugada.

 

Enjuto, desgarbado y campechano

con su noble guitarra de la mano

lo recuerdo tal cual en el dolor

 

Y confieso nostálgico y con dejo:

me daba la impresión de un árbol viejo

al que de pronto le nació una flor.


José Manuel Morgado. Villa de Cura, 22/10/75.

 En su poemario Llamaradas, Luis E. Fragachán advierte en un Prólogo en versos:

 Os ofrezco estos poemas,

duros como guijarros

y desnudos como indios

de una tribu salvaje.

En ellos no hallaréis

la música doliente

de una canción nostálgica;

ni la hemiplejia lírica

de la medida exacta.

No encontraréis tampoco

en mis poemas

hechos a golpes imprecisos

por la realidad

ni la estética del frac,

ni el olor del cigarrillo exótico,

ni el sabor del champán.

Este puñado de palabras

están exoneradas de prejuicios;

porque pasaron clandestinamente

por la aduana infamante

de las claudicaciones.

 Si leyéndolas tropiezas

con algún pensamiento

que armonice en tu sentir

y tu pensar

eso, únicamente,

colmará mi anhelo. (p. 3, 4)

 También le cantó a El Ávila, que llama “Dromedario en descanso/ al orillas del Caribe/ rendido bajo el peso/ de la fecundidad… En sus entrañas lleva/ toda la sed de América, y por calmarla, hunde/ sus fauces en el mar/ … (12)

 Y poemas llenos de romance como este:

 Se quemó en tus ojos

 La inquieta mariposa de mi anhelo

buscando luz, se me escapó del alma

y la miré volar por los senderos

en la diafanidad de una esperanza.

 

Atravesó los campos del ensueño

sin encontrar la luz que ella buscaba;

parecíanle opacos los luceros…

y prosiguió su vuelo entre la sombra...

 

Y cuando ya sus alas vacilaban

en volar, vio en la penumbra

el resplandor de tu mirada bella.

Hizo un esfuerzo por besar la luz

y se quemó en el fuego de tus ojos

la inquieta mariposa de mi anhelo. (9)

 

 Otra perla como esta, Promesa:

 Y... habrá una sola patria,

de fronteras ilímites  

más allá de la tierra.

 

Se cantará un solo himno

bajo la sombra diáfana

de incolora bandera

 

Los hombres y mujeres

de esa patria futura  

serán superhumanos;

no sabrán de envidia,

ni el odio, ni la guerra..!

Y en vez de “compatriotas”

se llamarán hermanos.

 

Bajo el templo del cosmos,

comulgarán las almas

con una misma hostia

y una oración callada

le rezarán a Dios. ( 17)


También le canta a su guitarra.

Mi guitarra enferma

 

Mi guitarra está enferma

de afección digital,

tiene fiebre muy alta

de inefable armonía;

debilidad de arpegios;

dolor de melodía

y depresión completa

de acorde musical.

 

Y el médico me ha dicho

que es un caso de anemia

y en un claro de luna

escribió esta receta:

Una canción galante

con gotas de bohemia

y casarla muy pronto,

pero… con un poeta. (22)

 

Por último, la canción: El Norte es una quimera:

 Letra y música: Luis Fragachán

 Me fui para Nueva York

en busca de unos centavos;

he regresado a Caracas

como foete de arrear pavos:

el norte es una quimera.

¡Que atrocidá!

y dicen que allá se vive

como un pachá


*Ay, Nueva York

no me halagas con el oro;

tu riqueza la rechazo,

no me agrada y la deploro

A Nueva York,  yo más no voy

allá no hay vino

no hay berro ni hay amor.

 

Todo el que va a Nueva York

se vuelve tan embustero

que si allá lavaba platos

dice aquí que era platero

El norte es una quimera.

¡Que atrocidá!

y dicen que allá se vive

como un pachá.

 

* Ay, Nueva York...

 

Todo el que va a Nueva York

se vuelve tan embustero

que si allá cargaba cajas

dice aquí que era cajero.

El norte es una quimera.

¡Que atrocidá!

y dicen que allá se vive

como un pachá.

 

* Ay, Nueva York...

 

Yo no vuelvo a Nueva York

lo juro por San Andrés

no me gusta hablar inglés

ni montar en ascensor

El norte es una quimera.

¡Que atrocidá!

y dicen que allá se vive

como un pachá.


* Ay, Nueva York...

 

Texto y fotos: Argenis Díaz/ 2020.

 

Referencias

Prosa y poesía. José Manuel Morgado. Villa de Cura. 1981.

Llamaradas. Poemas. Luis E. Fragachán. Impresos Unidos. Caracas. Sin fecha.

http://cuentaelabuelo.blogspot.com/2012/09/el-joropo-historia-y-evolucion-5-el.html

http://venelib-antao.blogspot.com/2015/05/historia-de-la-cancion-el-norte-es-una.html

https://www.youtube.com/watch?v=QiuWZjkUT7Q

 

Luis E. Fragachán, poeta y compositor.



Poemario Llamaradas de Luis E. Fragachán.


1 comentario:

Unknown dijo...

Buenas tardes, pregunto: El poeta Fragachan de que partido político era?...