martes, 24 de diciembre de 2019

Percepciones en el trabajo educador de Haydeé Carpio

De San Juan de los Morros, licenciada en Educación Especial con su carga de erudición y sensibilidad, humanismo humanitario, candor ante el niño con problemas de aprendizaje. Haydeé Carpio nació en esa ciudad el 9 de agosto de 1944, desciende de una familia donde el amor a la cultura y la sensibilidad artística van íntimamente unidas a la constitución cromosomática. Realizó estudios superiores en Universidad Nacional Abierta (1990) y de secundaria en el Liceo José Félix Ribas de San juan de los Morros (1964). Trabajó en el Instituto de Educación Especial Doña Menca de Leoni, Guárico, hasta el año 1990. Como educadora, ha recibido reconocimientos al mérito en educación especial y una orden “Ricardo Montilla” por su labor docente. Haydeé conjuga su actividad profesional con su amor la música, la poesía y las artes plásticas. Además, es una persona muy espiritual, estudiante de la Biblia. En diciembre de 1975, se bautizó como Testigo de Jehová, religión que profesa activamente hasta la actualidad. 

En algunos de sus trabajos pedagógicos propone el aula integral como centro del desarrollo armónico y total del niño. Ve la Familia como un organismo complejo, necesario, formador por excelencia de los rasgos de personalidad en el infante, preludio de una labor integradora que se va a prolongar en la Escuela por la vocación de servicio de los educadores que ven su trabajo no como trampolín de prestigio social, sino como una empresa humana y altruista.

La tesis de grado presentada por Haydeé, como requisito para obtener el título de Licenciado en Educación, mención Dificultad de Aprendizaje, en el centro local de UNA, estado Guárico, plantea y presenta observaciones en cuanto a la relación entre Percepción Figura-Fondo y el rendimiento lector.
“Es importante mencionar que la percepción es una de las partes principales con que cuenta el ser humano, ya que por medio de ella el sujeto puede realizar las actividades más importantes de su vida colectiva”. Destaca la importancia de la percepción visual y su influencia en el aprendizaje de la lectura, ya que al leer “el niño debe discriminar visualmente las palabras, diferenciándolas de su fondo, lo cual implica percibir relaciones existentes en forma determinada”.
El niño puede presentar problemas de lectura por causa de una mala percepción, el no comprender esto puede llevar a una injusta acusación de flojera o mala voluntad en el niño, cuando en realidad está luchando con verdaderos obstáculos que pueden “abarcar fallas  en percibir con exactitud las letras y palabras dentro de un contexto, desatención y desorganización en la lectura (…) Por ello es preciso mucha paciencia y comprensión por parte de su entorno escolar y familiar para que el niño pueda superar la decepción y no se descorazone”.

La importancia de este trabajo es evidente por cuanto la educación regular y monótona ha traído como secuela profundas fallas en los hábitos de lectura y la misma actividad de los alumnos; “por lo tanto es de notable interés efectuar estudios que puedan subvenir en gran manera a comprender en qué proporción está relacionada la lectura con la amplia gama de fundamentales factores que sobre la misma operan”. En otras palabras, este trabajo contribuirá a despejar muchas incógnitas que todavía están por esclarecerse en el difícil y complejo campo de la enseñanza; al cual Haydeé ha dedicado veintiséis años de ilustre labor de verdadera vocación educadora.

Esta sensibilidad, social y humana, la lleva al ejercicio poético donde vuelca, en un discurso sencillo el amor hacia la infancia abandonada, hacia el huérfano que ya no tiene tiempo de ir a la escuela “ni de ir al parque, ni sentir siquiera que en mi tierna infancia, soy un niño alegre” Y en estos versos que siguen:

“en la noche mami, cuando me arrecuesto
de algún banco frío de la plaza aquella,
utilizo mami, para cobijarme, hojas de periódico
que quedó tan solo de mi pobre venta”.

Y el niño que promete ser un niño bueno, ante la ausencia de la madre, recordando una canción arrulladora.

Así es Haydeé. Intelectual y sensible, culta y humana, con la esperanza firme de un nuevo mundo, “cuando gobierne Jehová”. Porque no todos podemos ver el sol “en el claustro oscuro de la noche” o la luna “en el alegre esplendor de la mañana”.

La veo escuchando el susurro de una voz en la cascada, la que cruza la brisa y en el perfume leve, en la sonrisa de un niño excepcional.

“Caminando hacia Dios,
estudiando la verdad…”

Texto: Argenis Díaz. Editado, 2019.

Foto 1. Argenis Díaz.

Foto 2. Reproducida del periódico El Vigía.

[Publicado originalmente en el quincenario El Vigía de Villa de Cura. Marzo de 1992].


Haydeé Carpio, educadora y poeta.


Haydeé Carpio.

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