Es terrible la piel de un hombre, ese cuerpo misterioso en
el que deambulamos toda una vida. Y es difícil asomarse detrás de las palabras,
vislumbrar lo que se esconde bajo los trazos del lienzo. Hay una fuerza muy
antigua que nos recorre y nos transforma en hacedores de gestos heroicos o nos
derriba cuando recorremos algún recodo miserable.
Evelio Giusseppi es un hombre signado por el más noble
romanticismo. Siempre lo vemos abrazado a una lucha por los mejores valores
humanísticos del hombre y el arte. Tan característica como su imagen alargada y
transparente, es una postura ética frente a las injustas hechuras del hombre y
de la sociedad.
Y esa fuerza Irrefrenable lo lleva a defender las causas más
nobles es la misma que lo recorre y lo impulsa a la hora de pintar. Los
conflictos, la naturaleza, los objetos que rodean al hombre se revalorizan en
la mirada interior del artista y se plasman buscando una permanencia viva y
actuante.
Evelio Giusseppi, como artista, ha recorrido varias etapas,
desde las más académicas hasta las más informales. Con el tiempo su pintura se
ha decantado y adquirido un espacio emocional que le confiere a sus últimos
trabajos una nueva e importante significación plástica.
Atrás fueron quedando las figuras endurecidas y los fondos
cerrados para dar paso a una vibrante exaltación de ritmos y colores en donde
la figuras flotan como materias sensuales y fogosas.
Los últimos trabajos de Evelio Giusseppi nos muestran, en
toda su libertad creativa, a un pintor transfigurado que ahora nos permite
respirar dentro de su obra y admirar las visiones imaginadas de su
interioridad. Un recuerdo taurino, una barca, una mujer, una mancha de color,
cualquier pretexto es válido para compartir con él las inagotables formas de la
existencia.
Imágenes y sentimientos alcanzan un alto nivel en el ritmo
cromático que el pintor le otorga al cuadro. Son telas fogosas, intensas, de
estructura libre que les permiten transcurrir fuera y dentro de nosotros. Con
ellas, Evelio Giusseppi nos enriquece y nos devuelve a las fuentes más remotas
y puras de la pintura.
Julio Jáuregui.
Julio Jáuregui, Miguel Uscategui, Arturo Escalona, Evelio Giusseppi y María Eugenia Giusseppi. |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario