jueves, 24 de febrero de 2011

Giuseppe Girlando: cronista gráfico de Villa de Cura

Argenis Díaz

Giuseppe Girlando (Comiso, Italia, 20 de noviembre de 1930 - Villa de Cura, Venezuela, 15 de noviembre de 2013). Fotógrafo, cronista y escritor. Vivió sus primeros años en Trípoli, capital de Libia, y posteriormente en Sicilia donde residió hasta los 20 años y cursó estudios de francés, latín y griego clásico.

Llega a Venezuela el 15 de marzo de 1951, estableciéndose en la población de Villa de Cura. Aprende fotografía en el estudio de Pedro Lapenta, pionero del fotoperiodismo aragüeño. En 1961 se casa con Mercedes a quien acompaña hasta su muerte durante 48 años de matrimonio y con quien tuvo cuatro hijos. Ese mismo año se desempeña como fotógrafo para la Shell en la revista de servicios para el Agricultor, haciendo fotografía científica con fines editoriales, empleo que mantiene por trece años consecutivos.

Luego, funda la cátedra de Fotografía de la Escuela de Artes Rafael Monasterios de Maracay y ejerce la docencia por nueves años consecutivos. De igual manera trabaja como fotógrafo catalogador para las piezas precolombinas del museo de Antropología e Historia de Maracay por un período de dos años, lapso durante el cual culminó el banco de fotografías para el museo y su posterior microfilmación.

Días antes de que el pueblo de San Francisco de Cara quedara sumergido en las aguas de la represa de Camatagua, lleva a cabo el único registro fotográfico de ese evento. No cesa allí su trabajo, ya que años más tarde escribe dos libros. Villa de Cura y su historia y Villa de Cura en fotos.

En 1968 se hace acreedor de una mención de honor en el concurso de fotografía 25 años del diario El Nacional. En 1972 gana mención de honor en la categoría de reportaje con la película Carnaval 66. El 9 de abril de 1976 funda y dirige en Museo de la Tradición Inocencio Utrera. En 1978 se reconoce su trabajo como docente de fotografía de la escuela de Artes Rafael Monasterios de Maracay. En 1993 recibe la condecoración Ciudad de Villa de Cura por su labor en el campo de artes y la cultura. 

En 1996 participa con la empresa Santa Teresa en la segunda edición del “Aragua Hace Historia”. En 1997 la Asamblea Legislativa del estado Aragua le entrega el Botón de Honor como cronista fotográfico de la ciudad de Villa de Cura. En 1998, bajo la curaduría de Wilson Prada, se recopila, cataloga y exhibe parte de  relevante obra en el foyer del Teatro de la Ópera de Maracay. También registró en fotos deportivas a los escuadrones acrobáticos de paracaidismo desde la plataforma de un avión y, como submarinista se dio licencia para fotografiar las más variadas formas de conchas marinas que hoy día forman parte de una importante colección.

Entre otras actividades,  radioaficionado por más de 25 años, fue miembro fundador del Club de Leones de Villa de Cura. A través de una búsqueda afanosa logró recupera la partitura y la matriz del Himno del Concejo Municipal de Villa de Cura, extraviado y olvidado desde 1955. Siempre fue un ameno conversador con un amplio repertorio de anécdotas de su acumulada experiencia como profesional y como hombre ligado a la cultura del pueblo que le dio acogida desde su juventud.



(Referencia. Catálogo Bienal Nacional de Fotografía y Video-arte en homenaje a Giuseppe Girlando, Abril 2011)
 
 
Giuseppe Girlando (1930-2013)

 
 

miércoles, 19 de enero de 2011

Poema

Para cerrar la vieja herida

haré un viaje al centro de mi corazón
retomaré la vieja senda de los poetas
volveré a la tierra prometida
en una cápsula del tiempo
el sendero del águila no me será extraño
por encima de las nubes
veré como desciende esa neblina
hacia donde convergen
las voces de fantasmas trasnochados y ebrios
ese frío erizará mi piel
ya cansada de tanto desamor

Oiré de nuevo el canto de sirenas
bajaré por un anillo de soles
para ver los abismos de saturno
una luz difusa me dirá que tiene cuerpo
de alondra    ojos de tigre calcinado
volveré sobre mis pasos al sitio de costumbre
para retomar cosas ya olvidadas

Será un viaje al infinito con punto de retorno
donde nacen acuarelas solitarias
ríos de plata que se yerguen silenciosos
cortaré alas al viento que me azota
para bajar al monte de olivares
entre piedras azules voy dejando mis temores
para buscar aquellos ángeles perdidos
y retomar la voz de antiguos profetas


Argenis Díaz / Enero 2011                            



lunes, 10 de enero de 2011

Gestión cultural

Gobierno Bolivariano de Aragua benefició a más de 190.000 personas
con acción cultural en el 2010

Maracay. Uno de los logros más relevantes del Gobierno Bolivariano de Aragua, a cargo del teniente Rafael Isea, en el año 2010 se obtuvo en el área cultural, con una inversión en actividades formativas y  eventos que superó los BsF 3.900.000,00.
Entre estos logros se puede mencionar el apoyo decidido a las manifestaciones tradicionales, a través de celebraciones como el IV Encuentro Regional de Diablos Danzantes que se realizó en la ciudad de La Victoria, encuentro de Corpus Christi, encuentros de San Juan Bautista, con la presencia de más de 60 cofradías en todo el estado Aragua, Encuentro Nacional de Burras y burriquitas, realizado en San Casimiro, fiestas del baile de la Llora, en La Victoria y  el estival de parrandas y aguinaldos, donde participaron 43 agrupaciones de parrandas de la costa y central.
En la macro-celebración del Carnaval y Semana Santa, la Secretaría de Cultura involucró a 80 agrupaciones, con una participación total de 2.400 integrantes del colectivo cultural aragüeño.
 Algo que coronó de éxitos la acción cultural fue la realización del FAALBA, con la presencia de seis países invitados, actividad que benefició a nueve comunidades locales y a un aproximado de 800 participantes directos en ponencias, conversatorios y un cineforo en relación al tema de los afrodescendientes.
Otras manifestaciones artísticas, muchas de ellas organizadas por la misma comunidad, que recibieron el apoyo de esta secretaría fueron: celebraciones en comunidades como el 23 de Enero, barrio San José y Puerto Maya; la Muestra Teatral Bicentenaria, donde participaron 23 agrupaciones; la Ruta Dancística y el premio regional de danza, que involucró 78 grupos para un total en conjunto de 6.460 personas beneficiadas. En cuanto a la celebración del Bicentenario, la participación de los grupos culturales de Aragua no se hizo esperar: 500 cultores participaron en el desfile realizado en Caracas el 19 de abril de 2010. En Aragua la fiesta bicentenaria reunió a 22 grupos, con la participación de 788 artistas y un público atendido estimado en más de 2000, tan solo en las actividades realizadas en la plaza Bolívar de Maracay. En este mismo escenario se realizaron las retretas dominicales donde fueron atendidas un total de 120.000 personas en el año.
Eventos internacionales como el Festival Internacional de Títeres, el Festival Mundial de Poesía con un número no cuantificado de beneficiarios, Festival Internacional de la Danza (CIOFF- Unesco), donde participaron cuatro países, cerca de 500 cultores y un público atendido de 4.500 personas también recibieron el apoyo de esta secretaría. Otros, surgidos de las mismas comunidades como el I Encuentro Regional de Danzas Comunitarias donde se beneficiaron centenares de personas.
Dos importantes convenios se realizaron este año. El primero con la Fundación Bigott, por medio del cual se realizaron tres talleres con la participación de 180 cultores y consejos comunales; esto motivó la presencia en Caracas de 23 activadores que se están formando en un curso de dos años de duración para luego multiplicar estos saberes en   las comunidades. El segundo fue con la región francesa de Picardí, con la exposición De Placé, fuera de lugar, en Aragua y la exposición de 10 artistas visuales aragüeños en Francia y la publicación de una antología bilingüe de 12 poetas: seis franceses y seis venezolanos. Finalmente, la creación de la ruta artística entre ambos países para el año 2011.
En cuanto a la promoción de la lectura del libro ¿Quién mató a Zamora?, fueron colocados 5.000 ejemplares en cine-foros y conversatorios realizados en diferentes comunidades de los municipios del estado Aragua. En la Coordinación de Literatura se restauró a su sitio la biblioteca de autores venezolanos y latinoamericanos que es patrimonio de la Secretaría de Cultura.
En el área de las artes visuales se dio un impulso rotundo al Salón Aragua en su 35ª edición y un modesto apoyo a la exposición Todos por el Arte, en conjunto participaron 257 artistas y beneficiado un numeroso público.
En relación a talleres efectuados con el apoyo de la Secretaría Sectorial del Poder Popular para la Cultura, a cargo de Williams Alberto Hernández, dando énfasis a la formación, fueron impartidos 272 talleres que beneficiaron a una población de 8.160 participantes directos. En contacto con las comunidades y agrupaciones se llevaron a cabo cerca de 220 reuniones con el Secretario a fin de afinar detalles sobre las actividades que iban surgiendo de la interacción de los activadores culturales con los voceros de los consejos comunales. A esto se agregan actividades organizativas como el primer encuentro en Aragua de los secretarios y directores de cultura de toda Venezuela y el primer congreso de voceros y voceras culturales de los comités de cultura y educación de los consejos comunales.
Un logro importantísimo desde el punto de vista estratégico tiene que ver con la creación del Consejo Estadal de Cultura, que realizó 12 mesas de trabajo (una por mes) con una participación promediada en 600 participantes, y la conformación de 12 consejos municipales de cultura.
Instituciones adscritas a la secretaría de Cultura, como el teatro Ateneo de Maracay hicieron una estupenda labor de promoción cultural con un público que alcanzó un total de 48.104 usuarios de este espacio que atendieron al llamado a 293 actividades de teatro, danza y música.
A toda esta población abría que sumarle la matrícula de las seis escuelas adscritas a esta secretaría como son. Escuela de Artes Visuales Rafael Monasterios, Escuelas de Música Federico Villena y Ángel Briceño (Zamora), Conservatorio de Música, Escuela de Danza Moderna y escuela de Arte Dramático.
Por último, en el ámbito de la promoción y difusión, se produjeron 30 programas de Arawak televisión y 200 de Arawak radio para el beneficio de 1.300 manifestaciones y cultores de la región.
Todo ello se logró gracias a un equipo consolidado y comprometido con la política cultural del Gobierno Bolivariano de Aragua y la Secretaría Sectorial del Poder Popular para la Cultura de Aragua.
Información suministrada por Williams Hernández, secretario sectorial de cultura de Aragua.






viernes, 12 de noviembre de 2010

Johnny Hernández Calvo frente a la historia local

Cuando se pretende reconstruir la crónica histórica local, a partir de hechos y testimonios, los detalles son importantes. A veces pasan inadvertidos, hasta que alguien con agudeza investigativa los percibe y los convierte en el hilo que viene a darle forma a la urdimbre que revela el entramado de la historia. Ello permite corregir vacíos de conocimiento que muchas veces fueron llenados con proyecciones racionalizadas de la imaginación. Algunos mitos, equívocos y falacias encontramos en el abordaje de la Historia; con más razón en lo que se ha llamado aquí la “microhistoria”; apropiadamente, como también queda dicho: crónica histórica local.

“No perder de vista los detalles”, nos recomienda el cronista y profesor Johnny Hernández Calvo en este trabajo historiográfico que se convierte desde ahora en referencia obligada para conocer de manera más amplia y profunda la historia de Villa de Cura y los iconos que ha reservado la tradición popular a las nuevas generaciones, sean estos de naturaleza religiosa, cultural o patrimonial.

Del entramado de esa pequeña historia, aunque no por ello menos trascendente, de la Casa grande, hoy conocida por todos como “Casa del Santo” o “Casa de Boves”, surge a nuevas luces el nombre de Manuel de los Ríos, fabricante originario y propietario de la Casa, a finales del siglo XVIII. Destaca también el testamento del mencionado personaje como indiscutible fuente documental. Este legado es revelador de hechos que vienen a profundizar en el panorama histórico que nos involucra, despojándolo de falaces intentos deterministas por convertirlo en paisaje estático de nuestra memoria colectiva.

Un ejemplo de la apreciación anterior lo tenemos en el intento de fijar en un año dado el inicio de la procesión pública de la imagen venerada por el pueblo católico villacurano. El indicio es bastante claro: “el Santo Sepulcro es objeto de veneración pública ya en 1818”. Con este dato, queda evidenciada una tradición religiosa bicentenaria, compartida o no por algunos coterráneos que profesan distintas creencias religiosas. De esta manera, el testamento de Manuel de los Ríos, traído a una lectura más precisa, resulta ser una fuente documental primaria para entender detalles del entramado histórico local hasta ahora imperceptibles para quienes se han ocupado de estos menesteres. Asimismo, es relevante en esta extensa crónica con características de ensayo, estrictamente histórico, la presencia en el paisaje espacio-temporal que abarca la investigación de un grupo de familias asentadas en Villa de Cura con posiciones oligárquicas y de eventual dominación que marcan el curso de los hechos. La figura de Ezequiel Zamora es de obligada referencia en este libro, escrito con la laboriosidad de construir una obra para la posteridad.

Sobre estos y otros temas relacionados trata el libro de Johnny Hernández Calvo Villa de Cura. Pasiones, conflictos y juegos de dominación (1790 – 1863), patrocinado por el Concejo Municipal del municipio Zamora del estado Aragua, Venezuela y publicado con el sello de la Editorial Miranda de Villa de Cura (septiembre, 2010) y prologado por el profesor e historiador Carlos Julio Tavera-Marcano. Desde su patria chica, Hernández Calvo nos narra el fruto de una investigación reflexiva para comprender nuestro pasado y las vertientes que alimentan nuestro presente como pueblo.

Obra de Johnny Hernández Calvo.

Biografía del autor

Johnny Hernández Calvo, historiador, cronista, articulista, locutor y productor radial, es villacurano de nacimiento (1954). Realizó sus estudios de secundaria en el Liceo Alberto Smith de la localidad (1967-1972); licenciado en Educación, egresado de la Universidad de los Andes (1979), con una especialidad en Historia Económica y Social de Venezuela, título obtenido de la Universidad José María Vargas (1994); locutor profesional, certificado por la Universidad Central de Venezuela y profesor de postgrado del Instituto Universitario Tecnológico Experimental La Victoria.

Este reconocido académico ha publicado innumerables artículos y ensayos en la prensa regional y local, tiene en su haber dos trabajos editados por la Alcaldía de Zamora: San Luis. Luis IX rey de Francia. Un cruzado en los anales de la historia villacurana, conferencia publicada en octubre de 1997 y El valle de Tocorón en el intento fundacional de la primera ciudad aragüeña (siglo XVI), 1996, en calidad de Cronista Oficial de la ciudad, cargo que dejaría poco tiempo después. 

Produjo el espacio “Vértice Informativo” por la emisora Élite 96.7 FM de Villa de Cura. En otros ámbitos, fue proponente y redactor de la Ordenanza sobre el Ejercicio del Oficio de Cronista de la Ciudad de Villa de Cura, aprobada por la Cámara Municipal y promulgada en junio de 1996; también formó parte de la comisión redactora del anteproyecto de Ordenanza que crea la Fundación para el Fomento de la Artes y la Cultura del Municipio Zamora (Fundacuzam) en el 2001. Villa de Cura. Pasiones, conflictos y juegos de dominación (1790-1863) es su más reciente obra de investigación histórica y se constituye en un significativo aporte a los anales de la historia local de la capital del municipio Zamora del estado Aragua, Venezuela. (11/11/2010).

Texto: Argenis Díaz/ Editado 2020.

Johnny Hernández Calvo, historiador.



jueves, 11 de noviembre de 2010

Emergencia Cultural en Villa de Cura

Argenis Díaz

Quiero celebrar, en primer lugar, el hecho de que un medio de comunicación de reconocido impacto en el colectivo aragüeño se haya hecho eco de una denuncia que proviene de un sector tan golpeado y marginado como lo es el colectivo cultural del municipio Zamora, y no sólo de Villa de Cura.
El licenciado José Meléndez, a quien conozco y respeto, se convierte en vocero de los cultores del municipio Zamora para poner en el tapete de la opinión pública una situación que el cultor zamorano (sin distingo de color político o condición social) viene sufriendo desde hace unas décadas: “la mirada indolente de las autoridades”, la desidia oficial, la falta de inversión social en materia cultural, la ausencia de políticas culturales, la negación a crear instrumentos jurídicos (ordenanzas) que amarren el compromiso del Gobierno Municipal con el colectivo cultural zamorano y para colmo de males el afán destructivo de quienes no se identifican con el patrimonio (acervo) cultural local.
Cierto, “huérfana e indefensa” continúa la Atenas de Aragua, como lo dijo una vez Vinicio Jaén Landa y lo secundó años después Ana Belén Aular, como lo puede asegurar José Manuel Morgado; como la pintó Carlos José Martínez, antes de dejar su pincel recostado al cerro El Vigía. Antes de todos ellos lo dijo el poeta Aníbal Paradisi, como se intuye en un verso del poeta Pablo Cabrera.
La “decadencia” se evidencia en la condición ruinosa en que se encuentra la Casa de la Cultura Rafael Bolívar Coronado, llamado por el profesor Henry Hernández “la Casa de Frankestein”. ¿Dónde está el prometido “Complejo Cultural” para dar cobijo a todas las manifestaciones culturales de nuestro pueblo? Si no tenemos una casa de la cultura digna, ¿Cómo aspirar a que tengan sede propia el Teatro Estable de Villa de Cura, Los Turpiales de Aragua y otras instituciones culturales? La lista de agrupaciones e instituciones mencionadas por Meléndez es larga, pasando por referentes emblemáticos como Danzas Caribai, la Escuela de Música Ángel Briceño, la Coral Carlos Bonett y los ya nombrados, entre otros de más corta edad y trayectoria, pero igual de importantes para el colectivo cultural zamorano.
Todo eso esta bien, pero algo se quedó en el camino, cosas que hay que decidir. El Fondo Editorial Rafael Bolívar Coronado no funciona desde mediado de la década del 80; tenemos una Ordenanza de Cultura pendiente desde el año 2001 (con propuesta de reforma en el 2009). Falta aclarar lo del epónimo del Museo de la Tradición. Recientemente fue nombrado Juan Bautista Alayón como director del museo. ¿Cuál: El Museo Inocencio Utrera o el Museo Giuseppe Girlando? Eso no se ha decidido. Patrimonio Cultural de Aragua no se ha pronunciado al respecto. El colectivo cultural y la comunidad zamorana siguen esperando decisiones políticas que no podrán ser eludidas para siempre.
Creo que un punto álgido es la aprobación y promulgación de la ordenanza de cultura, sin ella no hay presupuesto ni política cultural en el municipio, mucho menos direccionalidad en el quehacer cultural. La activación de los comités de cultura de los consejos comunales o comunas, los voceros del Consejo Local de Planificación Pública del municipio Zamora. Hay proyectos presentados por agrupaciones que pretender ser rechazados por decisiones distintas al colectivo cultural, de ocultos enemigos de la cultura.
Por todas estas razones comprenso los pronunciamientos del licenciado José Meléndez y añado los aquí planteados. La decisión la tienen los llamados entes del Estado, llámense: Alcaldía del municipio Zamora, Concejo Municipal de Zamora, Consejo Local de Planificación Pública del municipio Zamora, Consejo Municipal de Cultura. La cultura debe ser problema de todos. (23/05/2010).

viernes, 29 de octubre de 2010

Letranías: Pequeña América

Cuando miro la forma
de América en el mapa,
amor, a ti te veo:
las alturas del cobre en tu cabeza,
tus pechos, trigo y nieve,
tu cintura delgada,
veloces ríos que palpitan, dulces
colinas y praderas
y en el frío del sur tus pies terminan
su geografía de oro duplicado.


Fragmento...

Pablo Neruda

De "Los versos del Capitán".



















Letranías: Pequeña América

lunes, 25 de octubre de 2010

Los Petroglifos de Villa de Cura y culturas indígenas

En los predios adyacentes a Villa de Cura se han encontrado varios sitios con petroglifos, llamados comúnmente “piedras pintadas”. Los indios Tamanaco los llamaban “tepu-mereme” ; los caribe “timerí” y los baniba “ippaianata”. Datos registrados por el primer cronista de Villa de Cura, doctor Luis José Acosta Rodríguez (1917-1986) y por el profesor Oldman Botello, ex cronista de esta misma ciudad, indican que estos hallazgos están situados en los sectores de El Chino, El Carmen, Tucutunemo, El Cortijo, Múcura y en un sitio llamado La Vega, al sur de la ciudad por un camino vecinal que conduce al río Guárico, Tierra Blanca. Puesto que el nombre Cura es de ancestro aborigen, se cree que los petroglifos fueron ejecutados por tribus Caribe- cumanagoto y Arahuacos. El testimonio fotográfico de estas piedras se lo debemos a Giuseppe  Girlando, cronista gráfico de Villa de Cura.
Los petroglifos son piedras sobre las que se han tallado motivos figurativos y simbólicos. Son característicos de las culturas ágrafas y, en general, parece que desempeñaban un cometido conmemorativo, indicativo y, en ocasiones, ritual. Su difusión por todo el mundo es enorme y sus temas muy variados que oscilaban entre los esquemas geométricos (círculos, espirales) y los figurativos (animales, figuras humanas). En América también alcanzaron un gran desarrollo, que se extendió desde los motivos sencillos que se han hallado en cuevas y abrigos rocosos hasta los enormes y complejos dibujos totémicos grabados en las llanuras de Nazca, en la costa sur del Perú. Su significado sigue siendo tema de debate entre los investigadores. 
Venezuela es un país relativamente rico en petroglifos. Se cree que hay alrededor de 1.000 piedras grabadas y 5.000 glifos distribuidos en 200 estaciones (Delgado Rafael, 1976), los expertos dividen el territorio en dos grandes zonas: Norte y Sur. En la vertiente sur, la zona más densa en glifos es la comprendida entre Barquisimeto y La Victoria, incluidos los de Vigirima, Montalbán y Chirgua. Todos los glifos (dibujos) representan animales, plantas, cosas o marcas simbólicas de algunos grupos indígenas.
El objetivo de los petroglifos era muy variado. Algunos, se cree, fueron utilizados como marca de propiedad de personas o grupos, como límite de comarca de un grupo lingüístico de varias tribus, como monumentos funerarios o religiosos, como relato de hechos históricos o hechos sexuales (tema muy generalizado, según Delgado). La edad más confiable de estos glifos es de 2.000 años, aunque otros asocian los petroglifos a una supuesta edad de piedra. Algunos evolucionistas asignan edades arbitrarias a las herramientas e instrumentos de piedra, basándose en el llamado reloj de Carbono 14, edades que han sido seriamente cuestionadas por los científicos debido a la variabilidad del contenido de carbono 14 en las rocas.
Los petroglifos son prueba de la existencia de culturas indígenas antes de la llegada de los europeos al continente americano. La prueba histórica indica que las creencias religiosas y sociales de los indígenas fueron sistemáticamente destruidas bajo la premisa de que “todo lo indio era malo”. Algunos de los petroglifos fueron destruidos por miedo o superstición de los colonizadores. También es curiosa la existencia de cruces precolombinas entre los dibujos encontrados en las piedras, lo que indica un origen más antiguo del signo de la cruz “cristiana”. Sin embargo, el rito de la “cruz verde” fue impuesta por los frailes a los indígenas, así como sus costumbres: “Mandaban clavar en un otero (cerro) una cruz de madera, y establecían que esa cruz debía estar verde, es decir, envuelta en plantas recién cortadas” (Delgado, 1976).
La existencia de petroglifos demuestra el deseo del ser humano de expresarse utilizando las herramientas que podían construir con materiales a su alcance, fueran piedras o metales. Es interesante que existan grabados y pinturas rupestres en por lo menos 120 países, de África, América, Asia, Europa y Oceanía.
Finalmente, la existencia de petroglifos en los predios adyacentes a Villa de Cura revela la existencia de habitantes indígenas en el valle de Cura antes de la instauración del núcleo poblador que dio origen al proceso fundacional que inició don Juan de Bolívar y Villegas en 1717 y que estos grupos humanos (no míticos seres prehistóricos) fueron desplazados por los colonizadores en época muy temprana. 

Argenis Díaz
Petroglifo







viernes, 15 de octubre de 2010

El libro como instrumento de cultura

El libro como instrumento de cultura
El acto de leer casi siempre lo asociamos con un libro, aunque hay muchos objetos de lectura: una revista, el periódico, las paredes, las vallas, la pantalla del computador, todo ello está condicionado, claro está, a la escritura. Milenios atrás, los humanos usaron plantas como el papiro para fabricar un papel sobre el cual plasmar sus ideas, conceptos del mundo que los rodeaba. También utilizaron la piel de algunos animales para elaborar el pergamino, mucho más duradero que el papiro. Las piedras sirvieron a algunas civilizaciones para conservar algún tipo de escritura representativa, tales como los petroglifos. Pero ya sabe lo difícil que es poder llevarlos a casa o a cualquier otro lugar.
El libro de hojas es más práctico, incluso que los rollos usados antes de nuestra era. En el siglo I comenzó un largo proceso tendente a sustituir los incómodos rollos por los llamados códices, antecedentes directos de los actuales libros. Para el siglo IV, no solo los rollos sino también el papiro habían desaparecido como soporte de la escritura. Aquello tal vez fue providencial, los cristianos de aquel tiempo utilizaron el códice como medio eficaz de difundir su fe y de estudiar los santos escritos.
Otro dato interesante es que la palabra códice proviene del latín caudex y originalmente quería decir “tronco de árbol”. Luego se aplicó a las tablillas de madera que se usaban para escribir después de haber sido untadas con cera. Con el tiempo los romanos empezaron a usar pergamino en vez de madera y lo llamaron membranae. Con el cambio de material para escribir, progresó rápidamente el desarrollo del códice. De hecho, la palabra códice forma parte del título de muchos manuscritos antiguos, en especial de muchas copias de libros de la Biblia.
Hace varios siglos, los libros no abundaban tanto como hoy en día y eran muy costosos; se realizaban, por lo general, por encargo de una pequeñísima parte de la población que sabía leer y que, además, podía sufragar sus gastos de producción. Hoy debemos apreciar los libros y considerarlos un verdadero instrumento de cultura. La lectura de los buenos libros puede ser una ventana al conocimiento de nuestra historia, nuestra literatura y del entorno social donde vivimos.
Argenis Díaz, 23 de abril de 2010.

martes, 28 de septiembre de 2010

Libros: Sistema Nacional de Imprentas - publicaciones masivas


Crónica de la ley de cultura

Crónica de la ley orgánica de cultura

Argenis Díaz

Según la exposición de motivos del proyecto de Ley Orgánica de Cultura presentado a la Asamblea Nacional en junio de 2005, los antecedentes de ese instrumento jurídico se remontan a lo que se llamó el I Foro-Encuentro titulado “Cultura y Proceso Constituyente, hacia el Gran Encuentro Nacional” que se realizó el 20 de agosto de 1999 en la UCV y que tenía como objetivo continuar con la recopilación de propuestas del ámbito cultural para la Asamblea Nacional Constituyente y abrir las expectativas para el evento nacional previsto. La primera fase del gran encuentro nacional se realizó en Barquisimeto (Lara) el 11 de septiembre de ese mismo año y en los meses siguientes continuó el diálogo permanente con todos los entes y personas involucradas en la materia. De tales encuentros y mesas de diálogo surgió la necesidad de elaborar una ley orgánica para la cultura y a la vez crear un Ministerio de Cultura.

La Asamblea Nacional, a través de la Subcomisión de Cultura y Patrimonio Histórico, dio continuidad a esta línea de trabajo, promoviendo la participación ciudadana, organizando jornadas de discusión que se llevaron a cabo en el año 2000. El año siguiente comienza el recorrido por varios estados del país, incluyendo el estado Aragua, donde se va a dar un debate interesante, a partir del 17 de agosto de 2001. En esa fecha, la Comisión Permanente de Educación, Cultura, Deporte y Recreación de la Asamblea Nacional, por medio de la Subcomisión de Cultura, presidida por la diputada María Milagros Santana, conjuntamente con la comisión correspondiente del Consejo Legislativo del Estado Aragua, presidida por la diputada Fanny García, convoca al primer seminario para la discusión del proyecto de Ley de Cultura y el cronograma para la discusión se dio a partir del 1º de septiembre de 2001; para facilitar la tarea se dividió el estado en cuatro ejes, cada uno de los cuales reunió a los cultores, creadores docentes y toda persona interesada en el tema para que cada quien diese los aportes, ideas y sugerencias en torno a las propuestas de ley. En efecto, fueron presentados dos anteproyectos: el de la diputada Milagros Santana, contentiva de 51 artículos y la del Conac con 144 artículos.

Hay que dar crédito al hecho de que se elaboró un cuadro comparativo con ambas propuestas por parte de José Agapito Hernández, asesor técnico de la mencionada comisión de la Asamblea Nacional, lo cual le dio agilidad a la discusión planteada. Cabe referir también que las propuestas contenían una cuestión de honor: la eliminación o continuidad del Conac como ente rector de la cultura. Por supuesto, el proyecto de la diputada Santana propuso la derogación del Conac y la creación del Ministerio de Cultura, y adscritos a éste la conformación del Consejo Federal de Cultura y los consejos estadales y municipales de cultura. El 24 de septiembre de 2001 en los espacios de Colegio Legislativo de Aragua, Edwards Castillo presentó las propuestas con las correcciones sugeridas por la mesa de trabajo, las cuales fueron incorporadas a un anteproyecto llamado por algunos “la propuesta de Aragua para la Ley de Cultura” que fue remitido a la Asamblea Nacional.

Cando vemos el proyecto de Ley Orgánica de Cultura (55 artículos) presentado el 7 de junio de 2005, constatamos que la propuesta del Conac fue rechaza casi en su totalidad y preconizó así la muerte del ahora extinto ente rector; más tarde se materializa la creación del Ministerio de la Cultura. También se mantiene la idea de conformar el Consejo Federal de la Cultura y los consejos estadales y municipales respectivos.

Con la visita del ministro Francisco Sesto a Maracay el viernes 27 de agosto de 2010, a nueve años de presentada la propuesta en Aragua para la discusión colectiva, todavía falta camino por recorrer. Aclaró el ministro que hasta ahora la Asamblea Nacional ha recibido cinco proyectos de ley de cultura, pero casi todos muy extensos y detallados, lo cual no está acorde con los lineamientos de lo que sería una ley orgánica de cultura, la cual debe proveer un marco bastante general que permita dar líneas gruesas de política cultural que serían desarrolladas en leyes especiales.

Aseguró el ministro que lo que se quiere en una ley principista, un modelo sencillo que recoja además el sentir de las comunidades mediante una participación abierta, que se vean representados todos los cultores, creadores o trabajadores de la cultura. En declaraciones anteriores también ha dicho que se está preparando una nueva propuesta de ley de gestión pública de la cultura en los próximos meses.

Ciertamente los cultores de Aragua han sido los primeros interesados en la aprobación de una ley orgánica de cultura que responda a las necesidades del sector. Hemos andado en esto por más de diez años, participando en reuniones, mesas de trabajo y foros sobre la ley. Cinco propuestas - siguiendo las palabras del ministro - son más que evidencia del interés general en este tema… y vamos para la sexta.

En todo caso la visita del ministro Sesto fue estimulante para los cultores en general, pero se dieron cuenta de que los problemas deben ser planteados a las instancias correspondientes. Una forma de canalizar sería a través del Consejo Estadal de Cultura que esta integrado por el Gabinete regional (especie de brazo del Ministerio), la Secretaría Sectorial de Cultura, direcciones o coordinaciones de cultura municipales y los consejos comunales. De nuevo Aragua da un paso adelante con la creación del Consejo Estadal de Cultura y los consejos municipales, como el del municipio Ribas, donde ya está formado y en el municipio Girardot. Se trata de darle coherencia a la Acción Cultural. ¿Hasta qué grado entendemos esto los propios cultores, voceros, activadores, operadores de la cultura, sin dejar de lado a los directores o coordinadores culturales de los municipios? Esperamos que sea la mayoría. Las autoridades parecen decir que, “por ahora”, la Ley Orgánica de Cultura puede esperar a un mayor consenso.