domingo, 2 de julio de 2017

Ciro Pimentel: maestro del arpa aragüeña

Nacido en La Victoria, estado Aragua, el 14 de julio de 1929; fallecido el 30 de junio de 2017. Compositor y arpista. En 1941, con apenas 12 años de edad, comienza sus primeros pasos como ejecutante de arpa, recibiendo clases de los maestros Juan Silva e Idelfonso Guzmán. Transcurrido el tiempo, ya para el año 1952, totalmente diestro en este arte se presentó en un Festival de Arpa Aragüeña, celebrado en Samán de Güere, donde acompaña a cantantes importantes como Rufino Pedrá y Pedro Pablo Romero (conocido como el Chiruli de Aragua). También estuvo en la famosa Fiesta del Arpa en la Maestranza César Girón de Maracay, donde obtiene el primer premio en un concurso de arpistas.

Para 1965 su popularidad es conocida en toda Venezuela y especialmente, en los estados Miranda, Carabobo y la capital, donde realiza innumerables presentaciones públicas y en programas radiales, como fue el caso del "Festival Criollo" que se transmitía por radio Rumbos. En 1980 graba su primer LP (Long Play) al lado de El Negro Pacheco, melodía que resultó ser un éxito rotundo en su carrera. Ese mismo año compone una pieza para la famosa cantante Reyna Lucero. 

Entre los premios obtenidos a lo largo de su carrera se destacan el segundo lugar en el Festival Musical del Estado Miranda, en el cual actuó junto a Sandalio Hernández (El Canario de Aragua); el primer lugar del Maratón de Arpa Aragüeña, que compartió con el cantante Rufino Pedrá; y el primer lugar del Festival Nacional del Folklore de Caracas, donde se presentó al lado de El Cardenalito de Aragua.

Algunas de sus obras: No te culpo si te vas, Recorriendo Aragua, Amor leal, Las morenas, Los enamorados, La Navidad, Un año nuevo, El suspiro, Canto a mi Aragua, Esos ojitos, Las Catiras, Muchachita campesina y El tinajero, entre otras.

Referencia

Ciro Pimentel. Un auténtico maestro del arpa aragüeña. Potino Calanche Brito. Ediciones CERDICP. 1997.


Ciro Pimentel (1929-2017).

El Zamarro de Costa e’ Maya


El Zamarro de Costa e’ Maya
gran músico costumbrista
su trayectoria está escrita
con tesón, pasión y lágrimas,
en el pueblo están sus páginas
y el pueblo es quien califica
el talento del artista
y el señorío de su magia.

Ciro Pimentel se llama
el famoso folklorista
nacido en tierra bendita
de flora, mieles y fauna
recuerdos que Ciro guarda
en su sentir nativista
en sus sueños de conquistas
de aplausos, fama y medallas.

Hoy don Ciro es atalaya
del folklor nacionalista
maestro que pone y quita
manda y va antes que otro vaya
escucha, sonríe y calla
y no lo asusta aquel que grita
no presume ni critica
ni anda hablando faramalla.

En sus manos de atarrayas
el joropo le palpita
con esa magia exquisita
que a don Ciro no le falla
maestro que no desmaya
siempre sereno y realista
generoso y optimista
de un señorío que contagia.

Salvador calzó su talla
como amigo y gran arpista
don Ciro mismo lo explica
que eran compadres del alma
compañeros de batallas
en el campo folklorista
viajeros de trocha artística
de aplausos, copas y parrandas.

Ciro Pimentel proclama
la doctrina que él predica
que con sencillez dedica
al gentilicio de Cagua
al pueblo que lo consagra
como cultor idealista
del joropo centralista
de las Canteras de Aragua.

Ciro no ha sido papaya
que todo pájaro pica
su jerarquía está a la vista
como imponente muralla
enviado de Costa e’ Maya
con maestría folklorista
y en su pecho una reliquia
de flores de pitijaya.

Mi verso así lo detalla
y aplaude al inmenso artista
mi letra siempre está lista
para viajar donde él vaya
Paraulata o Costa e’ Maya
tal vez más allá quien quita
mientras el tiempo permita
este amigo no le falla.


Gonzalo Caldera Rodríguez/ 2011.
De: Verso, Llano y Serranía.








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