EL “CAP. JUAN DE DIOS AGRAZ”. ENTRE FALSIFICACIONES Y HAZAÑAS INFUNDADAS. Johnny Hernández Calvo.

“Después de la primera mentira, toda la verdad se convierte en duda”.

                                                                 (Mario Benedetti).

(I)

En público debe ser examinado lo que público es.

El enunciado con el cual iniciamos el presente esfuerzo de análisis de corte histórico surge de íntima convicción profesional firmemente emparentada con el oficio de historiador de formación y la experiencia investigativa acopiada durante veintinueve años de paciente ejercicio y renovado aprendizaje. 

Hemos pasado por vista la obra CAP. JUAN DE DIOS AGRAZ. CORNETA DE ORDENES DEL LIBERTADOR (Semblanza biográfica). Corre de la pluma del infortunadamente desaparecido y meritorio cronista villacurano Oldman Botello.

Se trata de un opúsculo de quince páginas impreso en 1982. En él se nos presenta la fotografía del frontis de la iglesia matriz de la supradicha ciudad aragüeña, seguida de la nota: “Iglesia matriz de villa de Cura, donde fue cristianado y hoy reposan las cenizas del Capitán Juan de Dios Agraz, Corneta de órdenes del libertador Simón Bolívar (Foto de José Girlando)”.(1)

Ignoramos las intenciones que poseyese el precitado autor para aventurarse a colocar al cabo de la calle el acaecimiento de un hecho que no llegó a respaldar, con documento testigo a lo largo de su trabajo, pese a que en la BIBLIOGRAFÍA (en lugar de Fuentes de archivo), asevera haber examinado los Libros parroquiales de Nacimientos y bautismos en la Villa de San Luis de Cura, cosa que nos impulsó ineludiblemente a tomar la pluma para adentrarnos en el fértil territorio de la fructuosa “crítica de credibilidad”.

Es improbable que Juan de Dios Agraz, “pardo libre” de condición, haya nacido en Villa de Cura. Su acta de bautismo en libros eclesiásticos de este centro poblado es puramente imaginaria.

La aludida acta, descubierta por nosotros a mediados de 2023, reposa en fuentes eclesiásticas de la parroquia del Señor San José de Cagua. Su contenido —transcrito respetando la grafía original de la época—, es como sigue:

“En quince de Abril de mil ochosientos y quatro as. Yo el Ynfrascripto Cura doctrno. de esta parroql. del S.S. Josef de Cagua bauticé solemnemente puse oleo y Chrisma y di vendisiones según el Ritl. Romo. a un parbo. que nacio el día ocho de dicho mes y año a quien puse por nombre Juan de Dios h. l. de Josef Franco. Agraz y de María Ygnacia Peres pardos libs. fueron sus padrinos Josef estevan Gallardo y Josefa Aponte todos vecinos de esta feligresía a quienes advertí el parenteso Espitrtl. y su obligasion y para qe. conste lo firmo: fha. Vt. Supra=Agustín Josef Diaz (Rúbrica)”.(2)

El testimonio precedente, de inestimable valor histórico, no admite duda ni disputa: Juan de Dios Agraz fue cagüeño, no así villacurano. Tampoco nació en 1802, 1790 o 1792, como se ha pretendido con suprema osadía intelectual.

No está bajo análisis, de provecho es aclarar a fin de evitar innecesarias distracciones, si tienen o no carácter trascendente los datos antes expuestos que, para una mentalidad común (y otras no tanto) pasaría a segundo plano si no se lo acompañase con paciente e ilustrativa explicación, con lo cual procuramos honrar el ineludible deber de develar la errónea (?) aseveración derramada en el relacionado opúsculo.

Hablamos de una invención revestida de veracidad, tenaz y mecánicamente repetida, la cual, una vez desmentida, termina indefectiblemente inválida.

Es innegable que la necesidad de depurar y aclarar los hechos del pasado compromete sensiblemente la responsabilidad social de los exploradores del pasado. Por una parte, debido a la obligación en que está de manejar las fuentes tenidas a mano con la mayor sinceridad y exactitud; y, por la otra, porque pesa sobre sus hombros el deber ineludible de desplegar todo esfuerzo en aras de preservar y conservar la memoria comunitaria distante de contenidos privados de certitud, bien que fuere por causa de motivaciones personales, partidaristas, ideológicas o de otra naturaleza.  

Pero no quedan las cosas hasta aquí. En el opúsculo que traemos relacionado, no sin frecuente omisión de fuentes, expresa su autor: Desde el primer grito de Independencia está listo (Juan de Dios Agraz) para lanzarse a la lucha y se incorpora como soldado a los 12 años en 1814, en la batalla de San Mateo al lado de Ricaurte, haciendo prodigios de valor.(3)

Es deber señalar que cuando se eleva al cielo “el primer grito de independencia”, si nos atenemos al acta de bautismo citada en referencia, apenas rayaba Juan de Dios los 6 años de edad. ¿No es a lo menos rara la idea que un niño de la edad en cuestión pudiese albergar comprensión, todavía intuitiva, acerca de la noción de libertad, patria, república e Independencia política? Para 1814 a poco había cumplido 10 años de edad.

Admitimos no haber tropezado (en la actividad exploratoria de fuentes primarias, documentales impresas, bibliográficas y hemerográficas) con casos de niños de 10 años de vida incorporados a la guerra de Emancipación nacional. Aún si existieren trazas de tales casos, nadie está exento del deber de consignarlas con obligada y razonable precisión.

Nada acerca de Juan de Dios emerge de los partes militares de la mencionada batalla ni otras fuentes primarias coetáneas con la guerra de Independencia.

Es azas sugerente que el propio Bolívar no lo mencione en su abundoso repertorio epistolar. Lo propio oficiales bajo cuyas órdenes hubiere nuestro personaje servido o testimonios documentales de sus compañeros de armas.

En lo atinente a su deceso, asegura el referido autor —aun la reiteración de la falta de consignación de fuentes—, que falleció en Villa de Cura el 17 de marzo de 1888. (4)

Al presente el acta de enterramiento del “Cap. Juan de Dios agraz” carece de existencia en libros de defunciones de Villa de Cura.

De persona ninguna con el apelativo Agraz, en la señalada fecha, hay certificación en dichos libros, mas sí de las exequias administradas a un individuo sepultado bajo el nombre de Juan Agraz el 5 de enero del aludido año. Hela aquí:

“El cinco de enero de mil ochocientos ochentiocho yo el Cura interino de la Parroquia y Vicario del distrito recé los oficios de sepultura eclesiástica á Juan Agras de diez y siete años de edad hijo natural de Josefa Agraz. Recibió los sacramentos de que certifico=Manuel F. Yépez (Rúbrica)”. (5)

¿Pero quién fue este mozo? Lisa y llanamente, según es posible inferir de fuentes eclesiásticas, nieto del “Cap. Juan de Dios Agraz”, lo que no deja de sorprender. ¿Cómo, teniendo a mano estos datos, y desplegada escrupulosa compulsa, pudiese ser embuñegado un adolescente con su propio abuelo, aun si a la mera confusión intentase atribuírsele la causa del dislate?

Nada indica que la nominada Josefa Agraz haya tomado estado. Entre sus hijos, a más del fenecido Juan, aparecen en libros eclesiásticas:

Adela Antonia. Casada y velada en Villa de Cura el 17 de febrero de 1890 con Félix Alcubilla Aquino. Hijo legítimo del villacurano Eduardo de Jesús Alcubilla Pardo y de Manuela Aquino.(6) Nieto por vía paterna del oficial realista don Cayetano Alcubilla Abad, español peninsular (cabeza de ese linaje en el ámbito local), y de doña María de Jesús Dolores Pardo Rodríguez, pariente consanguínea de Ezequiel Zamora Correa por la rama de su señora madre, doña Josefa Paula de Jesús Correa Rodríguez Bejarano, oriunda del pueblo de Santa Clara de los naturales de Choroní, Aragua.

La familia Alcubilla-Agraz dejó descendencia —cuestión que cuenta con respaldado documental—, en la parroquia Las Mercedes de la localidad donde al presente habitan algunos de sus miembros. 

Este grupo familiar surgió del matrimonio contraído el 24 de julio de 1946 en Villa de Cura por Juan Francisco Martínez Guirados, hijo legítimo de Agustín Martínez y de Rosa María Guirados Quero, con Josefina Alcubilla Fernández, hija primogénita de Juan Alcubilla Agraz y Lucía Fernández Herrera.

El desposorio de estos últimos ocurrió la referida ciudad el 8 de diciembre de 1922. Él, hijo legítimo de Félix Alcubilla Aquino y Adela Antonia Agraz, por donde josefina Alcubilla Fernández resultó bisnieta en línea paterna del “Capitán Juan de Dios Agraz”.

Otros descendientes de Josefa Agraz:

Ana Adela. Nacida en Villa de Cura el 13 de julio de 1873. Bautizada el 15 de octubre. Padrinos: Felipe Mejías y Josefa Antonia Palacios. (7)

José Esteban. Nacido en Villa de Cura el 26 de diciembre de 1846. Bautizado el 7 de enero de 1847. Madrina: Narcisa Parra. (8)

Nepomuceno Agraz. Nacido en Villa de Cura el 3 de noviembre de 1871. Bautizado el 2 de mayo de 1872. Madrina: Reyes Castillo. (9)

Juan de Dios Agraz Flores, nuestro personaje y centro de atención, acorde con documentos al presente examinados —adviértase que se trata de datos inéditos—resultó el tercero de seis hermanos:

Juan Domingo. Nacido en Villa de Cura el 20 de marzo de 1802. Bautizado el 27 de marzo. Madrina: María Ignacia Flores Sánchez. (10)

.María Ignacia. De padre difunto. Casada y velada en el pueblo de Santa Cruz de Aragua el 6 de febrero de 1837 con José Gregorio Carruido, hijo natural de María Anselma Carruido. Ambos de esa feligresía, conforme atestigua el acta correspondiente.(11)   

. José de la Concepción. Nacido en San José de Cagua el 13 de diciembre de 1806. Bautizado el 15 de diciembre. Madrina: María Marcelina Borges. (12)

. Pedro Celestino. Nacido en San José de Cagua el 19 de mayo de 1809. Bautizado el 23 de mayo. Madrina: María Marcelina Rodríguez. (13)

. José Natividad del Rosario. Nacido en Cagua el 15 de septiembre de 1825. Bautizado el 18 de septiembre. Padrinos: Marcelo Gutiérrez y María Tiburcia Pérez.(14)

El Casamiento y velación de Juan de Dios Agraz Flores con María Fabiana Pérez de Saá acaeció en Villa de Cura el 20 de febrero de 1835. Él, hijo legítimo de José Francisco Agraz Ríos, difunto, y María Ignacia Flores Sánchez. Ella, hija legítima de José Bernardo Pérez, difunto, y María Nicolasa de Saá. Atestiguaron el acto Manuel Machado e Isabel Flores.(15)

Útil es apuntar que el Pbro. José Antonio Silva, por entonces cura rector parroquial, registró erróneamente al desposado por oriundo de esta ciudad.

(II)

El veterano historiador José Marcial Ramos Guédez, en obra publicada en 2022 bajo el título Participación de afrodescendientes (negros, mulatos, zambos y pardos) en la Independencia de Venezuela (1810-18239), bebiendo de L. A. Betancourt Infante (1996), asegura, no sin dejar de reproducir la invención que nos ocupa: “JUAN DE DIOS AGRAZ. Nació en el año 1802 en Villa de Cura (actual estado Aragua) y falleció en su lugar de origen en 1888”. 

 De seguidas afirma apoyado en Betancourt:

“(…) se incorpora como soldado (…) en la batalla de San Mateo, en el año 1814, al lado de Ricaurte, haciendo prodigios de valor. Desde ese momento, Bolívar (…) lo designa corneta de Órdenes y lo mantendría siempre a su lado (…). Fue en el inmortal campo de Carabobo donde esa corneta, que tan oportunamente sonaba para las tropas de la primera división, comandaba por el Bizarro Páez, donde recibe la medalla de los asaltadores y se le confiere el grado de capitán efectivo de lanceros”. (16)

Testimonio similar a este se lee en el opúsculo de Botello, quien, a diferencia de Ramos Guédez, no revela su fuente: “(…) se incorpora como soldado a los 12 años, en 1814, en la batalla de San Mateo al lado de Ricaurte, haciendo prodigios de valor. Desde ese momento Bolívar (…) lo designa su corneta de órdenes y lo mantendrá siempre a su lado”. (17)

Por su parte, el historiador aragüeño Lucas Guillermo Castillo Lara, nativo de San Casimiro, de grata memoria, tenido por uno de los más destacados precursores de la historia regional en Venezuela, no se animó a arrimar una letra respeto a las presuntas desenvolturas militares autonomistas del “Cap. Juan de Dios Agraz”.

En su enjundiosa obra LOS OLVIDADOS PROCERES DE ARAGUA (1993) apenas al final insertó un artículo entero de Armando Betancourt Ruiz —tomado del diario El Universal fechado el 27 de diciembre de 1982—, sin que para nada interviniese en su contenido, bien instruido quizá de las formulaciones desacompañadas de respaldo documental relativas al “Cap. Juan de Dios Agraz”.(18)     

Respecto a las convicciones de don Lucas Guillermo, y sin perder halación con el asunto en cuyo marco venimos trabajando, es de interés la paráfrasis de Horacio Biord Castillo, la cual gustosamente reproducimos, no por acomodarnos al influjo de criterio de autoridad intelectual sino, en esencia, por considerarla válida desde el punto de vista teórico y de los hechos concretos: “Con frecuencia —asienta Biord—, solía referirse a las dificultades que entraña la superación de los conocimientos de manual. Estos parecen arraigarse con tanta fuerza que impiden la divulgación y aceptación de los nuevos conocimientos derivados de investigaciones y análisis”. (19)  

Lo avanzado hasta aquí luce suficientemente macizo para maliciar que las numerosas hazañas bélicas atribuidas al “Cap. Juan de Dios Agraz” constituyen más la resulta de una visible conjunción de elaboraciones que de hechos consumados y científicamente verificados.

En fin, como acertadamente sentenciara Sigmund Freud, austriaco de ascendencia judía, padre del psicoanálisis: “(…) así como a nadie se le puede obligar a creer, tampoco se puede obligar a nadie a la incredulidad”.

Sólo nos tomamos la libertad de agregar, aun respetando la ajustada formulación de Freud que, en el terreno de la ciencia, del cual la historia no se ha sustraído ni resultado condenada al ostracismo, creer o no creer —en manera ninguna—, es certitud. 

Así lo dejaremos comedidamente formulado hasta el advenimiento de testimonios irrefragables —históricos en todo caso—, provistos de contundencia abundante, suficiente y necesaria para probar en contrario. 

 

Villa de Cura, 6 de diciembre de 2024.

 

                                 NOTAS Y REFERENCIAS

(1) BOTELLO, Oldman: CAP. JUAN DE DIOS AGRAZ. CORNETA DE ORDENES DEL LIERTADOR (Semblanza biográfica). Caracas, AVILARTE, 1982. p.p. 5-6. 

(2)  FamilySearch Venezuela, Catholic Church Records, 1577-1995 Aragua Cagua San José Bautismos 1790-1867. Img. 612.

(3) BOTELLO, Oldman: Idem. p. 8.

(4) Ob. Cit. p. 14.

(5) FamilySearch Venezuela, Catholic Church Records, 1577-1995 Aragua Villa de Cura San Luis Defunciones 1864-1936. Img. 491.

(6) Venezuela, Catholic Church Records, 1577-1995 Aragua Villa de Cura San Luis Matrimonios 1719-1906. Img. 1488. 

(7) FamilySearch Venezuela, Catholic Church Records, 1577-1995 Aragua Villa de Cura San Luis Bautismos 1866-1911. Img. 459.

(😎 FamilySearh Venezuela, Catholic Church Records, 1577-1995 Aragua Villa de Cura San Luis Bautismos 1800-1866. Img. 1571.

(9) DamilySearh Venezuela, Catholic Church Records, 1577-1995 Aragua Villa de Cura San Luis Bautismos 1866-1911. Img. 333.

(10) FamilySearh Venezuela, Catholic Church Records, 1577-1995 Aragua Villa de Cura San Luis Bautismos 1800-1866. Img. 41.

(11) FamilySearch Venezuela, Catholic Church Records, 1577-1995 Aragua Santa Cruz Nuestra Señora de Monserrat Matrimonios 1784-1930. Img. 649.

(12) FamilySearch Venezuela, Catholic Church Records, 1577-1995 Aragua Cagua San José Bautismos 1790-1867. Img. 750.

(13) FamilySearch Venezuela, Catholic Church Records, 1577-1995 Aragua Cagua San José Bautismos 1790-1867. Img. 824. 

(14) FamilySearch Venezuela, Catholic Church Records, 1577-1995 Aragua Cagua San José Bautismos 1790-1867. Img. 1402.

(15) FamilySearch Venezuela, Catholic Church Records, 1577-1995 Aragua Villa de Cura San Luis Matrimonios 1719-1906. Img. 928.

(16) Disponible en línea http://www.elperroylarana.gob.ve/.../Participaci%C3%B3n... Consultado 1 de diciembre de 2024.

(17)  BOTELLO, Oldman: Ob. Cit. p. 8. 

(18) Véase ASTILLO LARA, Lucas Guillermo: LOS OLVIDADOS PROCERES DE ARAGUA. Caracas, B.A.N.H., 1993. p. 523.

(19) Disponible en línea https://www.elnacional.com/.../centenario-del-dr-lucas.../ Consultado 29 de noviembre 2024.

 

"Cap. Juan de Dios Agraz"

Acta de enterramiento Juan Agraz. 1888.

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