Cerca del año 490 antes de nuestra era se tiene noticia de uno de los nombres inmortales del teatro trágico.: Esquilo, primer hito de esta historia que va por 25 siglos, le seguirán Sófocles, Eurípides y Aristófanes. Este último nos introduce en la comedia, género teatral que renovará en Grecia, Menandro. Con la conquista romana surge un teatro mimético con sus representantes en el trágico Séneca y el comediante Plauto. Llegando a la Edad Media el teatro se tornará litúrgico y la iglesia católica reflejará en la escena las vidas de santos, la pasión de Cristo o los milagros.
En el siglo XVI, la actividad escénica ha vuelto a propagarse y aparecen los genios de la dramaturgia universal, Shakespeare, Lope de Vega, es la hora del Neoclasicismo. La comedia tiene un destacado autor, Jean-Baptiste Poquelin, llamado Moliére. No todo está dicho y surge, como reacción a las formas imitativas, el Romanticismo, con su entrega absoluta a la vida, a la libertad y a la naturaleza. En 1830 se estrena Hernani, de Víctor Hugo, después vendrán Schiller y Alejandro Dumas. El teatro se une al realismo tratando de reproducir íntegramente la realidad.
El teatro contemporáneo incorpora lo real y lo surreal, lo hermético y lo subjetivo, con una rica variedad de temas, personajes y técnicas que caracterizan el desarrollo del arte dramático desde los tiempos de Grecia. Erudito o popular, el teatro ha contribuido a la formación cultural de los pueblos, nutriéndose de todas las raíces hasta constituir una síntesis de artes.
Todo ello motivo de rememoración en este 28 de junio, DÍA NACIONAL DEL TEATRO en VENEZUELA.
Texto: Argenis Díaz.
Foto: Teatro Estable de Villa de Cura.
Escena del Teatro Estable de Villa de Cura. |
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