viernes, 29 de noviembre de 2024

El hondo país de los ausentes. De una a otra claridad

“Para esta primera antología, también libro primigenio de Ediciones de Aragua, hemos convocado a una serie de poetas que tienen en común habitar en el “hondo país de los ausentes, como reza un verso del ya mencionado poeta Utrera: desde el lugar que ocupan en esa nada insondable que llamamos muerte, nuestros poetas regresan a través de sus palabras abriéndose paso a esa otra claridad que ilumina los espacios ocultos que se pierden entre los laberintos del pasado.” (Extracto, los editores).

A cargo de esta edición: Manuel Cabesa, Marcos Veroes y Héctor Bello.

Diseño y diagramación: Héctor Bello.

Ilustración de portada: Leonelo  Acabán.

Fotografía de portada: Mariana Pinto.

Imagen: El señor de las moscas de William Wolding, dibujo de Jorge Gonzáles.

Corrección: Alejandro Liendo.

Imprenta de Aragua/Ángel Pérez.

 [Texto tomado del Facebook de Eleazar Marín]

 

Omar Gutiérrez

 

    Dice Facundo Cabral que los genios no se mueren: se hacen los muertos. Es cierto, los genios permanecen vivos siempre que los recordemos y tengamos presentes, más aún si no los hemos conocido y los sentimos parte de nuestras vidas. Tal es el caso de Omar Gutiérrez quien llegó a mi vida tarde y sin embargo la imagen “del vago del morral azul que pasa” está apretada en mi pupila. Es mía su imagen y soy una de las que aguarda en una zapatería de Villa de Cura a verlo pasar “con su maleta de prófugo”, la misma maleta que llevara el día del infortunio. Omar, “sin despedidas dulces marchó como el mar” a su casa de la villa, “la casa del árbol de mango…con su techo agujereado de pelotas; Omar sigue presente con sus deseos fugitivos, sigue intentado los sueños “en estos laberintos de obsequios sonrientes”. Ya no importa si los zapatos están lustrados o no . No importa si “posee una expresión bilingüe/ con buena presencia”. Ahora es bueno saber que “ya sus ojos no están enrojecidos” que ahora el trecho del camino/ antes de llegar a ese tamaño/ sin fiador ni cuenta de ahorro” es cosa del pasado. Es bueno imaginar a Omar ya reposado, tranquilo, sentado en la plaza Miranda de Villa de Cura escribiendo poemas, mientras los niños corretean de un lado a otro. Es bueno imaginarlo vivo. Más vivo que nunca haciéndose el loco y verlo “sentado en banco/ bolsa de pan/ sin ellos, / cayendo en noche”.

     Omar Francisco Gutiérrez: nació en la población de Villa de Cura, estado Aragua, en 1968. Hizo estudios de bachillerato en el liceo “Alberto Smith” donde participó en diversas actividades culturales. Ingresa a la Universidad Central de Venezuela donde pasa a formar parte del grupo de títeres Cantalicio. Como poeta es invitado a lecturas y recitales de poesía, obtiene una bolsa de trabajo para los talleres del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (CELARG). Colaborador de la revista y editorial La Espada Rota y cofundador de Hipocampo, revista literaria de Villa de Cura, Sus poemas aparecen en las antologías: Lapidarios; Hojas de otra comarca (Casa de la Cultura de Maracay- Taller de poesía). Concurso Literario Estudiantil de la Facultad de Humanidades/ poesía. Sorprendido por la muerte en la ciudad de Puerto Ayacucho (Amazonas) cuando realizaba una gira con el grupo Cantalicio en diciembre de 1991. Para ese momento cursaba cuarto año en la Escuela de Derecho de la UCV

Yadira Pérez

 

Poemas de Omar Gutiérrez

 

ARGONAUTA EBRIO

Fumando el fuego añejo

nadie dio paz a sus licencias

y con los barcos desahuciados

la resaca lo llevó a puerto.

las escaleras no le nacieron en su ruta

los pájaros del estiércol

no le asustaron en tierra.

Tendrían por féretro

Un bombillo clausurado,

un reloj de pulsera

donde las horas prescriben a tiempo.

Ató su propiedad a una soga

Arrendando el viaje

a los meses obesos de vacaciones,

el único territorio habido

carecía de leyes y presidencias.

 

ARMERÍA

Temprano sabrá

que no tiene los zapatos lustrados

como le exigía el aviso

y no tiene una expresión bilingüe

con buena presencia

A esta edad de dientes de hueso

Quizás sus ojos enrojecidos

denoten que ha llorado

un trecho de camino

antes de llegar a ese tamaño 

sin fiador ni cuenta de ahorro.

Nadie conoce

la prematura manera

en que sortean navajas

y engendra funerales impropios.

A fin de cuentas

este gusto de andar cesante

nace por magia  

de no reunir los requisitos

de un trabajo nunca ofrecido

con horario a convenir.

 

FOTOGRAFÍAS

                     A cualquiera,

                         por ejemplo, a ti.

                         Le dije a mi alma: permanece tranquila

                         y deja que dé contigo la oscuridad.

 

Eliot.

Sería interesante

observar al gato negro

que despacio se desarma

 y parece solo un monosílabo.

Cuando viene las interrogaciones

las compañías retardan

conjugando argumentos.

Entonces aparecen

las disculpas

cada una de la mano correspondiente.

 El sexo del gato

 es inverso al que le designamos,

podríamos especular estrellas.

Pero está

ahí haciéndose caca

 sin pantalones

y en la plaza pública.

 

***

Las cosas sirven de nada

de nada,

o sea de nada.

 

Escondido

tras

lo que no tiene

nombre,

enlatamos la sonrisa

para enterrarla

en cementerio.

Honores

con toda seriedad

a mujer silueta,

sin despedidas dulces

marchó

           como el mar

tratando de ser presente

en pasado tiempo

simple.

***

                                    A donde salgo

                                    las moscas

Plural

cesa

de repicar.

En sábado

Armado,

estás

trabando

en trazo

de lápiz.

Punto roma

no entra

por hueco

de aguja,

eras

el mismo

ayer.

 

Omar Gutiérrez Peña (1968 - 1991)

El hondo país de los ausentes (2007).

De pájaros, astronautas y prófugos. Omar Gutiérrez Peña.

 

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