martes, 16 de junio de 2020

Emiliana: de lo ingenuo a lo sublime

Por: Pablo Cabrera.

En los campos de La Morrocoya, sitios aledaños a San Juan de los Morros y San Sebastián de los Reyes, una inquieta niña entre la soledad del paisaje y al compás de los trinos de las aves silvestres, con una sonrisa tierna y angelical, a escondidas de su familia, recolectaba un determinado tipo de tierra con el que procesaba un barro y elaboraba con el mismo algunas pequeñas figuras. Aquellas figuras tenían las más variadas formas y ella la obsequiaba a los demás niños. Muy rápidamente se hizo popular la pequeña Emiliana entre sus diminutos amigos, quienes siempre le exigían alguna que otra figura y luego la mostraban llena de curiosidad a sus padres; estos al tener conocimiento de esta novedad, expresaban sus felicitaciones con comentarios muy positivos a los progenitores de Emiliana, a quienes no les quedó más recurso que aceptar las inclinaciones artísticas de la niña.

Elaborando estas figuras de4 barro y sus propias muñecas de trapo, la pequeña niña fue desarrollando sus inquietudes hasta hacerse mujer y convertir se en esposa y madre. Ella es Emiliana Gutiérrez Flores de Nadal y nació en Belén, estado Carabobo. Hija de don Felipe Ramón Gutiérrez y de doña Clara Evangelista Flores de Gutiérrez. Siendo muy niña sus padres se trasladaron a los campos de La Morrocoya, donde pasó gran parte de su infancia y comenzó a dar sus primeros pasos como artista ingenua. Contrajo matrimonio con el conocido comerciante don Juan Nadal, de cuya unión procrearon siete hijos: Juan Ramón, Luis Raúl, Carmen Luisa, Felipe Antonio, Hilda Tibisay, José Ramón y Judith Coromoto Nadal Gutiérrez. “Lo que se viene a la mente, un rostro, una figura. Cuanta virgen me imaginaba la hacía en figuras de barro que luego regalaba a los demás niños”. Así nos lo confirmó ella misma y agrega: “mis padres no veían con buenos ojos esas inclinaciones mías, pero ante mi perseverancia por las mismas no le quedó más remedio que apoyarme”.

En el año 1977 comenzó a tallar la madera y un cierto tipo de piedras blancas, plasmando con su arte figuras célebres como las de Jesús, Bolívar, Juan Pablo II y otros. Así mismo, ejerce el arte de la muñequería en una forma prolífica, elabora muñecas de trapo y ella misma confecciona el traje apropiado a cada figura.

El Barbero, El Campesino, La Cocinera, La Lavandera, El Pregonero, El Borrachito, Los Peregrinos, Los Bailadores, Los Novios, Los Músicos, Etc., son algunas de las principales figuras populares y costumbristas que han sido producidas por el arte de esta gran mujer. De igual manera, podemos observar en una sala que se hace pequeña y que tiene en la sana paz de su hogar en la avenida El Cementerio de esta localidad, numerosos muñecos, rostros, trompos, perinolas, arpas, guitarras, maracas, pilones, cucharillas de palo, hamacas, zarandas y muchísimas cosas más, así como numerosos santos y vírgenes.

Esta gran artista ingenua, ha hecho muchas exposiciones, una de las cuales la hizo en la Estación La Hoyada del Metro de Caracas. Está reconocida como una de las artistas populares ingenuas del país y figura en varios textos importantes editados en lujosa encuadernación, cuyos títulos son: “Por un Cielo de Barros y Maderas”, de Mariano Díaz. “Hecho a Mano”, de Juan Calzadilla, “El Alma entre los dedos”, de Mariano Díaz y en varis números de la revista “Nosotros”, que edita el doctor Alberto Quiroz Corradi. En estos textos se recogen piezas artísticas, vivencias, fotografías y comentarios de los artistas ingenuos o primitivos y artesanos populares. Hay allí tallas de todas partes de este país, de cada rincón de la Venezuela ingenua y creadora. Allí aparecen en forma destacada nuestra Emiliana de Nadal con el producto sublime de sus momentos de inspiración.

Como dato curioso podemos destacar que Emiliana también escribe versos y aprendió a leer después de alcanzar la madurez, observando a sus hijos cuando hacían las tareas escolares. Era hermana del desaparecido folclorista y compositor criollo,  José María Gutiérrez, autor de la conocida pieza “La Perdiz”, que ha sido grabada por algunos cantantes populares, entre otros: Salvador González y María Teresa Chacín.

Hablar con Emiliana es como desintoxicarse de este mundo materialista y sumergirse en un manantial de sueños, de sencillez y de sublimidad. Es como volver a la infancia e irse correteando detrás de una mariposa o perderse por un largo sendero saboreando un mango de bocado, Una vez alguien dijo que no puede haber valor estético sin contenido humano y que las creaciones artísticas y culturales hay que valorarlas en función de lo que aporte al hombre, y Emiliana cultiva lo social por encima de lo estético y su obra es un canto hacia el bienestar y hacia la felicidad del género humano, y para afianzar este concepto, ella misma, cuando ya nos despedíamos, nos pidió que hagamos llegar hasta las nuevas generaciones el siguiente mensaje: “Uno no puede vivir como muerto sino desarrollar sueños e inquietudes. Esa es la única forma en que podemos proyectarnos más allá de nuestra existencia”.

 

Publicado en El Vigía de Villa de Cura, en marzo de 1988. Página 13.

Fotos 1. El Vigía; 2. Museo Inocencio Utrera.

Emiliana de Nadal. 1988.


Emiliana de Nadal. Foto: Museo Inocencio Utrera.


2 comentarios:

Unknown dijo...

Te amaré por siempre abuelita, lloro de felicidad al ver que se mantiene tu legado y distinción entre tantos personajes de la historia artística en nuestro país y más allá. Nosotros a través de tu herencia espiritual y del arte hoy día nos hemos convertido en vertientes de ti, de lo que fuiste, de tu escencia, de tu sentir y de lo que en cada nota de tu "Armónica" nos transmitiste marcando nuestra infancia para el resto de nuestras vidas abrazados a esa inocencia impresa por ti en todo lo que nos ayudaste a descubrir. Por siempre seguirá viva tu ingenuidad creativa con propósito. Dios te bendiga en su infinita gloria. Amén

Unknown dijo...

Buenas tardes, he querido dejar mensajes pero la página no lo procesa😭