Crónica de la ley orgánica de cultura
Argenis Díaz
Según la exposición de motivos del proyecto de Ley Orgánica de Cultura presentado a la Asamblea Nacional en junio de 2005, los antecedentes de ese instrumento jurídico se remontan a lo que se llamó el I Foro-Encuentro titulado “Cultura y Proceso Constituyente, hacia el Gran Encuentro Nacional” que se realizó el 20 de agosto de 1999 en la UCV y que tenía como objetivo continuar con la recopilación de propuestas del ámbito cultural para la Asamblea Nacional Constituyente y abrir las expectativas para el evento nacional previsto. La primera fase del gran encuentro nacional se realizó en Barquisimeto (Lara) el 11 de septiembre de ese mismo año y en los meses siguientes continuó el diálogo permanente con todos los entes y personas involucradas en la materia. De tales encuentros y mesas de diálogo surgió la necesidad de elaborar una ley orgánica para la cultura y a la vez crear un Ministerio de Cultura.
La Asamblea Nacional, a través de la Subcomisión de Cultura y Patrimonio Histórico, dio continuidad a esta línea de trabajo, promoviendo la participación ciudadana, organizando jornadas de discusión que se llevaron a cabo en el año 2000. El año siguiente comienza el recorrido por varios estados del país, incluyendo el estado Aragua, donde se va a dar un debate interesante, a partir del 17 de agosto de 2001. En esa fecha, la Comisión Permanente de Educación, Cultura, Deporte y Recreación de la Asamblea Nacional, por medio de la Subcomisión de Cultura, presidida por la diputada María Milagros Santana, conjuntamente con la comisión correspondiente del Consejo Legislativo del Estado Aragua, presidida por la diputada Fanny García, convoca al primer seminario para la discusión del proyecto de Ley de Cultura y el cronograma para la discusión se dio a partir del 1º de septiembre de 2001; para facilitar la tarea se dividió el estado en cuatro ejes, cada uno de los cuales reunió a los cultores, creadores docentes y toda persona interesada en el tema para que cada quien diese los aportes, ideas y sugerencias en torno a las propuestas de ley. En efecto, fueron presentados dos anteproyectos: el de la diputada Milagros Santana, contentiva de 51 artículos y la del Conac con 144 artículos.
Hay que dar crédito al hecho de que se elaboró un cuadro comparativo con ambas propuestas por parte de José Agapito Hernández, asesor técnico de la mencionada comisión de la Asamblea Nacional, lo cual le dio agilidad a la discusión planteada. Cabe referir también que las propuestas contenían una cuestión de honor: la eliminación o continuidad del Conac como ente rector de la cultura. Por supuesto, el proyecto de la diputada Santana propuso la derogación del Conac y la creación del Ministerio de Cultura, y adscritos a éste la conformación del Consejo Federal de Cultura y los consejos estadales y municipales de cultura. El 24 de septiembre de 2001 en los espacios de Colegio Legislativo de Aragua, Edwards Castillo presentó las propuestas con las correcciones sugeridas por la mesa de trabajo, las cuales fueron incorporadas a un anteproyecto llamado por algunos “la propuesta de Aragua para la Ley de Cultura” que fue remitido a la Asamblea Nacional.
Cando vemos el proyecto de Ley Orgánica de Cultura (55 artículos) presentado el 7 de junio de 2005, constatamos que la propuesta del Conac fue rechaza casi en su totalidad y preconizó así la muerte del ahora extinto ente rector; más tarde se materializa la creación del Ministerio de la Cultura. También se mantiene la idea de conformar el Consejo Federal de la Cultura y los consejos estadales y municipales respectivos.
Con la visita del ministro Francisco Sesto a Maracay el viernes 27 de agosto de 2010, a nueve años de presentada la propuesta en Aragua para la discusión colectiva, todavía falta camino por recorrer. Aclaró el ministro que hasta ahora la Asamblea Nacional ha recibido cinco proyectos de ley de cultura, pero casi todos muy extensos y detallados, lo cual no está acorde con los lineamientos de lo que sería una ley orgánica de cultura, la cual debe proveer un marco bastante general que permita dar líneas gruesas de política cultural que serían desarrolladas en leyes especiales.
Aseguró el ministro que lo que se quiere en una ley principista, un modelo sencillo que recoja además el sentir de las comunidades mediante una participación abierta, que se vean representados todos los cultores, creadores o trabajadores de la cultura. En declaraciones anteriores también ha dicho que se está preparando una nueva propuesta de ley de gestión pública de la cultura en los próximos meses.
Ciertamente los cultores de Aragua han sido los primeros interesados en la aprobación de una ley orgánica de cultura que responda a las necesidades del sector. Hemos andado en esto por más de diez años, participando en reuniones, mesas de trabajo y foros sobre la ley. Cinco propuestas - siguiendo las palabras del ministro - son más que evidencia del interés general en este tema… y vamos para la sexta.
En todo caso la visita del ministro Sesto fue estimulante para los cultores en general, pero se dieron cuenta de que los problemas deben ser planteados a las instancias correspondientes. Una forma de canalizar sería a través del Consejo Estadal de Cultura que esta integrado por el Gabinete regional (especie de brazo del Ministerio), la Secretaría Sectorial de Cultura, direcciones o coordinaciones de cultura municipales y los consejos comunales. De nuevo Aragua da un paso adelante con la creación del Consejo Estadal de Cultura y los consejos municipales, como el del municipio Ribas, donde ya está formado y en el municipio Girardot. Se trata de darle coherencia a la Acción Cultural. ¿Hasta qué grado entendemos esto los propios cultores, voceros, activadores, operadores de la cultura, sin dejar de lado a los directores o coordinadores culturales de los municipios? Esperamos que sea la mayoría. Las autoridades parecen decir que, “por ahora”, la Ley Orgánica de Cultura puede esperar a un mayor consenso.