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jueves, 1 de marzo de 2018

Don Félix Hernández: tres veces treinta

A Gloria, Diana, Sol y Cecilia con afecto.

Lo miro con inocultable admiración siguiendo su camino pausado y me viene a la memoria la canción de Piero: “ahora ya caminas lento, como perdonando el tiempo”…

Hombre de carácter jovial y de virtudes lleno.  Hidalgo caballero de la gentil ciudad.  Guardo de mi infancia recuerdos de la casa donde habitaba en la calle Comercio, de amplio y verde jardín con su inseparable esposa Piedad, toda dulzura y sonrisa y sus amadas hijas; de esos gratos años de mi juventud mantengo viva la memoria o quizás anclada en el recuerdo.

Cuando don Félix pasaba en su camioneta por la esquina de la calle Bolívar, con su porte castellano nos saludaba y nosotros los muchachos al unísono nos sentíamos halagados y respondíamos al saludo con inclinación respetuosa. Este admirado personaje que ya era un hombre curtido por el tiempo, no solamente en las lides empresariales, sino que al margen de su actividad comercial era también un luchador empedernido por el desarrollo social y cultural de Villa de Cura, dado para las causas nobles, ha sido un activista de cuanto hecho cultural, social o económico se haya realizado, demás está enumerarlos.

Descendiente de honorable familia, ha mantenido una relación honesta con sus coterráneos digna de viejos tiempos y hoy es un paradigma que sus amigos le reconocemos.  Colaborador incansable de todo acierto que se haga en beneficio de su querido pueblo sin distingo político, ni religioso; ajeno a las estridencias y alardes pueblerinos; hoy lleno de años y de dignidad.  En el sendero andante de su vida no ha sesgado ni un instante los compromisos que se ha trazado a través de su vida.  Ha sido parte fundamental en el desarrollo de la ciudad, sería mezquino no resaltar las virtudes de un villacurano, de un venezolano de excepción, de este caballero llamado: don Félix Hernández Castillo.

Don Félix, como cordialmente lo llamo, nos presenta un excelente modelo de virtudes ciudadanas digno ejemplo para las nuevas generaciones.  Siempre cordial, generoso y servicial atiende en igual forma a todas cuantas personas acuden a él en solicitud de sus servicios como cronista no oficial o bien en busca del amigo para plantearle problemas de las más diversas índoles y matices.  La indicación acertada, el consejo noble y sincero, la ayuda generosa y oportuna no se hace esperar.

Muy excepcionales veces se reúnen en una misma persona cualidades como la bondad, el altruismo y una abnegada vocación de servicio.  En Villa de Cura tenemos la fortuna de contar con un hijo de esta tierra que ha sido dotado de tan excelentes cualidades y a diario las practica.

Con solo lo anteriormente dicho estoy seguro de identificar ante los integrantes de la colectividad villacurana el nombre de don Félix Hernández, quien está celebrando (21 de febrero de 2018) sus 90 años (tres veces treinta). Un villacurano a carta cabal que ha luchado y continúa luchando en la perseverancia por enaltecer la villacuranidad a su máximo punto y porque el legado cultural y patrimonial de esta no se pierda con el transcurrir del tiempo.

“La gloria consiste en ser grande y en ser útil”, dijo el Libertador.  En don Félix Hernández Castillo se cumple a cabalidad tal pensamiento.  Salud, amigo.

Por: Chencho Adames Aponte.


Don Félix Hernández y sus "muchachas".
Foto: Anuzka Adames.

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