Al revisar nuestra
biblioteca personal, nos encanta hallar preciosos regalos de literatura, libros
que han formado parte de esos tesoros que poseemos y que a veces damos por sentado.
Agrada tomar esos libros y releerlos para despertar aquellas palabras
encerradas en las páginas, que con la lectura cobran vida y nos refrescan la
memoria. Sobre todo si se trata de poemarios, poemas, cargados de gran
sensibilidad y humanismo.
Hablo de tres poemarios de
nuestra lejana amiga y hermana espiritual Ana María Navarro de Pini, de quien
no hemos tenido noticias desde hace varios años. Libros que nos llegaron por vía
de fraternidad, aun cuando ya habíamos conocido a esta poeta en un encuentro
casual en el Ateneo de La Victoria, en los años 90, si no me falla la memoria. En
todo caso, mi biblioteca personal se enriquece con estos libros que abren las
alas de la poesía en estos tiempos de limitada libertad por efectos de la
cuarentena por el coronavirus Covid-19, vale decir.
El primer poemario, Pórtico, 1965, que refleja esa
sensibilidad poética que quienes nos iniciamos en la escritura de versos y nos
atrevemos a dar a conocer tímidamente los primeros frutos de la reflexión
poética.
Lo que tengo en mis manos es
una fotocopia del folleto de 20 páginas, 16 textos., con introducción de
Augusto Padrón, índice y dibujos, colaboración de la Escuela de Artes Plásticas
Rafael Monasterios, editado por el Ejecutivo del Estado Aragua. Con
imperfecciones, como toda producción de escritor o escritora que se aventura en
estas lides. Después vendrá el decantamiento de la obra, siempre perfectible.
Es una poesía tradicional, rimada, pero con un ritmo musical que revela las
características de la poesía romántica heredada de autores reconocidos universalmente,
como la del venezolano Andrés Eloy
Blanco, el chileno Pablo Neruda, o el poeta cubano José Ángel Buesa, entre
otros, que leímos de adolescentes y nos inclinaron hacia la creación poética. Extraemos
como ejemplo, estos versos:
Me amarás en la brisa que acaricie tu cara,
en la estela dorada y sutil de la aurora,
en la espiga hambrienta que
brota de la nada
y en alegres campanas que
marcarán las horas.
(De Pórtico. VI, Balada de amor, primera estrofa)
El otro poemario es Retazos, es un libro de 96 páginas, impreso con la calidad de la
Editorial Miranda, Villa de Cura (1989) con proemio o prólogo del poeta Ricardo
Sala A. compañero de Ana María en el antiguo Círculo de Cultura y Bellas Artes
de Maracay. Se trata de un “retorno al sedero de la lírica” después de una
larga ausencia. Aquí se hace evidente la trilogía de elementos en la obra de
Ana María Navarro, como son “el Amor, los Sueños y la Tristeza” (Salas, 1989).
Sueños y soledades, amor y desamor, olvido y nostalgia también serán constantes
en la poesía de Ana María Navarro de Pino.
“Sigo esperando con esta
angustia que engendra soledades” (11). “Estoy de regreso de todos los caminos/
con mis sueños a cuestas, /dormidos y fríos” (19). “Esta tristeza mía tan
profunda,/ que sale a juguetear de vez en cuando/ junto a las golondrina del
verano” (27).
No faltarán las metáforas: “Las
pupilas del tiempo me azotan inclementes, / negándole espacio a mi verdad más
pura…” (39). “Aún es tiempo, regresa por tus pasos, /enciende el candelabro de
los días…” (43).
El tercer poemario que tengo
de Ana María es Presencia, un libro
de 88 páginas, de marzo de 1990, impreso en Editorial Miranda de Villa de Cura.
De nuevo la presencia del amor, “sempiterno gigante del alma, engendrador de
esperanzas” (Umanés Castro, 1990); de los sueños, la tristeza, el tiempo, el
silencio, la soledad y la ausencia que se transmuta en presencia. Hay una
circunstancia feliz en la creación de este poemario, que revela la autora en la
dedicatoria a su amado esposo, Álvaro Pini, fue “escrito en un hermoso velero
(La Alzávola) viajando por el Mediterráneo”. La poeta “quisiera vislumbrar
palabras nuevas/ en la historia eterna de los mundos” (25).
“Al galope el tiempo se
aproxima, /trayéndole nostalgia a mis poemas” (77). Siempre el amor, presencia
indiscutible en estos versos:
Esta forma de amar,
inexplicable,
ocaso de dolores y
silencios,
ha venido cabalgando en el
otoño
y aunque no deja frutos ni
retoños,
tiene partos de prosas y de
versos.
(De: Presencia. El nuestro, VII, p. 86)
Pero volvemos a Retazos, donde adelanta intuiciones y
porvenires, muerte:
Y cuando duerma en la
postrer morada,
donde no existen grandes ni
pequeños,
estoy segura que algunas
mañanas
un poeta triste cantará mis
versos.
Continuará el camino de los
días,
Habrá nostalgia en muchos
pensamientos,
quizás entonces mis viejas
poesías
llenarán de lágrimas el
viento.
Son lágrimas de amor, tengo
mi huerto
y un hermoso jardín de rosas
lilas,
que cultivé con manos de
poeta,
no pensando jamás en sus
espinas…
Biografía
breve de Ana María Navarro
Ana María Navarro, poeta,
articulista, locutora y artista plástico. Nació en la provincia de Santa Clara,
Cuba, un 9 de octubre (año ¿?), hija de padres españoles, la menor de 14
hermanos. Creció y estudió en Maracay y Caracas. Se ha desempeñado como
locutora y productora por más de 19 años, columnista de opinión y fundadora de
varias organizaciones de periodistas: ONAPED, ANACO. Fue miembro de la
Organización de Periodistas de Opinión (APOV) y del Círculo de Cultura y Bellas
Artes de Maracay.
Como artista plástico ha
expuso algunas de sus obras en la Galería Lisandro Alvarado y en exposiciones
colectivas en las recordadas galerías de Cadafe y Corpoindustria. Como poeta
participó en varios recitales y encuentros con el grupo Senderos Literarios de
La Victoria.
Ha recibido los premios:
Mara de Oro (1971), Espectáculo Internacional (1969), Aragua de Oro (1979).
Ha publicado: Pórtico (1965), prólogo de Augusto
Padrón; Caminos (1968), prólogo de
Ricardo Sala A. y Samuel Ríos C.;
Presencia (1990), prólogo de Raúl Umanés Castro y tiene inéditos Sonetos de otoño y Un día en la vida de Anastacia (cuentos).
Sobre la obra de Ana María
Navarro se han escrito variadas opiniones.
“Ana María Navarro es una
joven de gran sensibilidad. Tiene capacidad para llegar a ser una buena poeta –
o poetisa -. Yo no la conozco, pero sus poemas me sorprendieron: fineza, elegancia,
sensibilidad, pasión lírica y cierto conocimiento del oficio de escribir versos”.
Lubio Cardozo (de carta a Jorge E. Bolívar, 3 de julio de 1969).
“Su poesía revela un estado
de alma en perenne lucha consigo misma y con el complejo mundo de sus
reacciones sentimentales. Sus versos rezuman algo de las imperfecciones stornianas”.
Leoncio I. Páez (del prólogo de Caminos,
1968)
“Ana María Navarro no juega
al escondite con el motivo esencial de sus poemas. Sin prejuicio alguno sale a
su encuentro, lo reclama a pleno corazón y lo enarbola a los cuatro vientos con
vigoroso orgullo de mujer joven y hermosa”. Augusto Padrón (del prólogo al
poemario Pórtico, 1965).
“Ana María Navarro es una
dama de inquietudes inquietantes, siempre en movimiento en las manifestaciones
de su magia poemática. Ella es como el espíritu de las aguas en el incesante
oleaje del mar y la corriente de los ríos”. Elías Rodríguez Arguello.
Del poemario Presencia, Raúl
Umanés Castro expresa: “Poemario hermoso del amor donde las metáforas destellan
certeras y atrevidas, cual rutilantes piedras preciosas en este riquísimo joyel
que Ana María Navarro de Pini nos regala con el sugestivo nombre de “Presencia”,
y que constituye la reafirmación de sus indudables dotes poéticas, su exquisita
sensibilidad femenina y su destreza en el manejo exacto y pertinente de la
figuras literarias, desde las más deslumbrantes metáforas hasta las más
plásticas humanizaciones”. Febrero de 1990.
Hemos querido así rescatar
del olvido a esta poeta (o poetisa), cuyos textos nos trasmiten la persistente
presencia del amor, la tristeza vital, el tiempo poético que es infinito, la
esperanza y la nostalgia de la palabra que nos habita y nos invita a trascender
en el acto creador y en la memoria de los futuros lectores. La poesía si nos
salva de algo es del olvido perenne.
Texto. Argenis Díaz.
Imágenes escaneadas por Argenis Díaz.
Referencias
Presencia.
Ana María Navarro de Pini. Impreso en Editorial Miranda. 1990.
Retazos. Ana
María Navarro de Pini. Impreso en Editorial Miranda. 1989.
Pórtico.
Ana María Navarro. Editado por el Ejecutivo del estado Aragua. 1965.
Ana María Navarro, poeta. |
Ana María Navarro, de Pórtico. 1965 |
Libros de Ana María Navarro. |
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